La esperanza de los dem¨¢s
Ya han pasado cuatro a?os desde la publicaci¨®n de Ante el dolor de los dem¨¢s. Susan Sontag se?ala en las p¨¢ginas de ese libro que las im¨¢genes que m¨¢s nos conmueven, "por la intensidad de su intimidad", son aquellas vinculadas al amor y a la muerte. Efectivamente, hay pocas cosas tan democr¨¢ticas como esas dos, pero las hay. Por ejemplo, la esperanza. Por ejemplo, en los cayucos.
Cualquiera que observe detenidamente esas im¨¢genes podr¨¢ concluir que si compleja es la gesti¨®n de las pol¨ªticas migratorias, no lo son menos nuestros sentimientos respecto a las migraciones. M¨¢s a¨²n en un pa¨ªs como el nuestro, en el que hasta el presente siglo han sido m¨¢s los que salieron que los que entraron.
Aqu¨ª hab¨ªa esperanza al hacer las maletas; hoy nos movemos entre la compasi¨®n y el miedo cuando otros llegan sin ellas. Y el miedo siempre ha sido la herramienta favorita de los poderosos, de los que fueron triunfalistas en el Gobierno y hoy son derrotistas en la oposici¨®n. De quienes con sus est¨¦riles profec¨ªas ponen de manifiesto que no han interiorizado que siempre debe primar el inter¨¦s de Espa?a sobre cualquier inter¨¦s partidista. As¨ª lo ha hecho desde el a?o 2000 Rodr¨ªguez Zapatero, cuando fue elegido secretario general del PSOE: lo primero que propuso al PP fue un Pacto de Estado sobre inmigraci¨®n; a continuaci¨®n ofreci¨® toda su colaboraci¨®n en la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa, que fue votada por el grupo socialista. Nadie podr¨¢ sostener que, en la oposici¨®n o en el Gobierno, actuamos de forma irresponsable. Y sin embargo son varias ya las organizaciones que han acusado a ?ngel Acebes de estar promoviendo la xenofobia con sus declaraciones.
Espa?a ha asumido en el mundo una posici¨®n de liderazgo en la defensa de la paz, la promoci¨®n de la democracia y el crecimiento econ¨®mico. Estoy convencido que podemos hacer lo mismo en el ¨¢mbito de las pol¨ªticas migratorias, basta con analizar los seis indicadores fundamentales y establecer conclusiones.
Por primera vez, estas pol¨ªticas han adquirido pr¨¢cticamente el rango que merecen, el de pol¨ªticas de Estado. Empezaron a serlo en oto?o de 2004 con la elaboraci¨®n del reglamento de desarrollo de la Ley de Extranjer¨ªa, respaldado por las ONG, los sindicatos, los empresarios, y todas las formaciones pol¨ªticas menos el PP. El mismo apoyo, y la misma desidia del Partido Popular, recibi¨® el proceso de normalizaci¨®n llevado a cabo en 2005. Primera conclusi¨®n: Espa?a necesita que el PP deje de pelearse con la realidad.
Analicemos el segundo indicador: nuestras fronteras. Estos son los dos mensajes de Acebes: "las fronteras son un coladero" y "efecto llamada". Estas son las cifras: la llegada de trabajadores a nuestro pa¨ªs sin condiciones legales present¨® en 2005 las cifras m¨¢s bajas desde 1999. Segunda conclusi¨®n: una mentira repetida mil veces sigue siendo una mentira.
Tercer indicador: las relaciones con los pa¨ªses emisores. Espa?a ha pasado de tener relaciones regulares con Latinoam¨¦rica, malas con Marruecos y nulas en el ?frica subsahariana, a relaciones excelentes con los primeros, buenas con los segundos y de presencia con los terceros. El Plan ?frica potenciar¨¢ el control fronterizo y reforzar¨¢ la repatriaci¨®n inmediata. Tercera conclusi¨®n: si Zapatero hubiese gobernado hace unos a?os no habr¨ªamos visto la foto de las Azores; si Rajoy gobernase ahora ?frica seguir¨ªa siendo el continente olvidado.
Cuarto indicador: Europa. Las personas que llegan a nuestro pa¨ªs no quieren venir a Espa?a, quieren trabajar en este continente. No estamos ante un problema ¨²nicamente espa?ol sino ante un verdadero reto para toda la UE. Pero para poder involucrar a Europa es necesario creer verdaderamente en ella. Desgraciadamente, el PP nunca se ha distinguido por su europe¨ªsmo. Afortunadamente, este Gobierno es profundamente europe¨ªsta, por eso ha podido impulsar el compromiso pol¨ªtico y econ¨®mico de todos nuestros socios. Cuarta conclusi¨®n: s¨®lo quienes creen en Europa pueden liderar el dise?o y la puesta en marcha de la futura pol¨ªtica com¨²n europea de inmigraci¨®n.
Quinto indicador: capacidad de reacci¨®n. Aqu¨ª ya nadie se va de cacer¨ªa cuando hay problemas. El Gobierno est¨¢ llevando a cabo un despliegue en el que est¨¢n involucrados cinco ministerios (Trabajo, Exteriores y Cooperaci¨®n, Presidencia, Interior y Defensa), movilizando los mejores recursos con los que cuenta nuestro pa¨ªs. Quinta conclusi¨®n: si hay algo que tranquiliza a la ciudadan¨ªa es que, en caso de crisis, no ser¨¢ el PP quien dirigir¨¢ el barco.
Sexto y fundamental indicador: la integraci¨®n. Los problemas de integraci¨®n surgen cuando se abandona lo p¨²blico y se obliga a los ciudadanos con menos recursos a competir por miseria. Por eso es imprescindible reforzar la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos poniendo ¨¦nfasis en las zonas m¨¢s sensibles. Sexta conclusi¨®n: el Gobierno del PP destinaba cero euros a integraci¨®n social, ahora con el Plan Estrat¨¦gico Ciudadan¨ªa e Integraci¨®n se van a destinar 2.000 millones.
Dije al principio que al observar las migraciones basculamos entre la compasi¨®n y el miedo. La compasi¨®n supone caminar junto a quien sufre, pero s¨®lo la solidaridad puede acabar con el sufrimiento. La guerra, las dictaduras y el hambre son las tres causas de los movimientos migratorios. Tambi¨¦n en estos tres aspectos fracas¨® el PP; ahora vamos por buen camino. Las comparaciones personales son odiosas pero las pol¨ªticas son necesarias: Rajoy fracas¨® como m¨¢ximo responsable de las pol¨ªticas migratorias, enturbia el presente al alentar el racismo y, respecto al futuro, s¨®lo ofrece est¨¦riles profec¨ªas. Zapatero fue un l¨ªder de la oposici¨®n responsable, y con esa misma responsabilidad y valent¨ªa hace hoy honor a la esperanza. Y por eso podemos mirar el futuro con confianza.
Pedro Zerolo es responsable de Inmigraci¨®n del PSOE
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