La bebida enciende la llama
Los problemas con el alcohol marcan el perfil de tres de los detenidos como presuntos autores de incendios en Galicia
Nieves Tob¨ªo defiende a su hijo contra viento y marea. No cree que Jos¨¦, de 41 a?os, detenido por agentes de la Guardia Civil del Seprona como presunto autor de al menos tres incendios, sea un pir¨®mano. Admite que bebe m¨¢s de la cuenta -"sobre todo cuando se enfada"- y que ha estado bajo tratamiento psiqui¨¢trico por enfermedad. Pero rechaza que sea el autor del fuego que el domingo tuvo en jaque a la diminuta aldea de A Figueira, en la parroquia de Cures, donde apenas viven tres familias.
La mujer tiene una coartada para su hijo Jos¨¦ Manuel, que ayer permanec¨ªa encerrado en las dependencias del instituto armado del concello de Boiro. "El s¨¢bado se larg¨® de fiesta y volvi¨® de madrugada. Cuando empez¨® el incendio, ¨¦l estaba en casa, durmiendo", insiste Nieves desde la puerta de su domicilio, una peque?a casa de piedra custodiada por ¨¢giles perros de caza. Y apunta a una revancha: "Hace un a?o, otro chico le raj¨® la cara con una navaja y mi hijo le denunci¨®. Ahora le han delatado para vengarse", sostiene. La versi¨®n de los vecinos es muy distinta. Para ellos, Jos¨¦ Manuel Lei?o Tob¨ªa, m¨¢s conocido como o paxaro (el p¨¢jaro, en gallego), es un verdadero pir¨®mano.
"Es para atarlos a un ¨¢rbol y hacerles de todo", dice una vecina de Boiro
Los vecinos de A Ba?a dicen de un sospechoso que era problem¨¢tico y empinaba el codo
Pese a sus 65 a?os, Mar¨ªa Bri¨®n sube y baja las rocas como una jovenzuela y muestra la tierra negra a escasos cinco metros de casa. Como no hab¨ªa nadie que les ayudara y ni siquiera ten¨ªan agua, ella, su marido y sus dos hijos tuvieron que ahuyentar las llamas "a base de ramazos". Animado por el viento, el fuego quem¨® pinos, robles y eucaliptos. La familia perdi¨® tres ferrados de ma¨ªz (unos 1.200 metros cuadrados de superficie). "Tenemos ganas de llorar; estamos con el coraz¨®n en un pu?o", dice Mar¨ªa.
Hace dos semanas, asegura Mar¨ªa, vieron c¨®mo O Paxaro echaba mano de un mechero y lo acercaba, con la llama encendida, al suelo. "?Pero qu¨¦ haces?, le gritamos. Es mala gente, naci¨® rebelde. A los que queman el bosque es para cogerlos, amarrarlos a un ¨¢rbol y hacerles de todo", opina Mar¨ªa. La madre del detenido explica que, aunque cobraba una pensi¨®n por invalidez, Jos¨¦ Manuel trabajaba ocasionalmente con una cuadrilla "cortando madera y preparando le?a" en una zona cercana.
Nieves repite que, al enterarse del incendio del domingo, ella y su esposo corrieron a ayudar al resto de vecinos, que a duras penas y sin material adecuado lograron extinguirlo. Pero lamenta que, en el peque?o incendio que anteayer volvi¨® a amenazar los entornos de A Figueira, nadie le avis¨®. La rivalidad entre familias en la peque?a aldea es patente: "Est¨¢ claro que mi hijo no pudo ser el causante porque ya estaba detenido. Pero yo no voy por ah¨ª denunciando a nadie sin saber, como hacen otros", explica.
Los problemas de alcoholemia tambi¨¦n marcan, seg¨²n los vecinos, el perfil de otro de los detenidos por su tendencia patol¨®gica a provocar incendios: Ricardo Silva Castro, de 36 a?os y vecino de la parroquia de Suevos, en el municipio de A Ba?a. Resguardada por las paredes de su casa, mientras las columnas de humo se levantan un poco por todos lados, la familia de Ricardo prefiere no hacer comentarios. Quienes s¨ª hablan, y mucho, son los vecinos. Con la azada firmemente sujeta en su diestra, Jos¨¦ Allo sostiene que Ricardo era un hombre problem¨¢tico y con tendencia a inclinar el codo: "Hab¨ªa tenido varios accidentes de tr¨¢fico y sus relaciones con la familia eran malas". Otros vecinos se?alan que no ten¨ªa demasiadas luces. La fiscal ha ordenado su ingreso en prisi¨®n.
Preguntado sobre si los incendios podr¨ªan obedecer a intereses especulativos, Jos¨¦ Allo responde con una indirecta: "Trabajaba como obrero de la construcci¨®n en Negreira. Lo ¨²nico que puedo decir es que, dinero, no ten¨ªa". Su hija Carmen, dedicada en cuerpo y alma a las tareas del campo, a?ade que la familia ha perdido "unas tres hect¨¢reas de plantaci¨®n de ma¨ªz" en un peque?o incendio que se propag¨® anteayer. Al fuego le faltaron apenas 50 metros para penetrar en las diez casas que integran la aldea de Regueiro.
Jos¨¦ Albor Rilo, de 59 a?os y capturado tambi¨¦n como presunto causante de los incendios de San Lourenzo, Rueiro y Toxeira, era, seg¨²n los vecinos, un tipo solitario que frecuentemente paseaba rodeado de perros. En el caso de Jos¨¦, vecino de Santiago de Compostela, vuelve a emerger id¨¦ntico trastorno de la personalidad: el alcoholismo. Desde hac¨ªa un a?o estaba en tratamiento.
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