Urgencia absoluta
La decisi¨®n israel¨ª de aplazar una masiva ofensiva terrestre en L¨ªbano, aprobada por su Gabinete de Seguridad hace dos d¨ªas, representa una tenue esperanza para que Naciones Unidas irrumpa al fin en la guerra, un mes despu¨¦s de comenzada, con una resoluci¨®n que ponga fin a los combates. Previsiblemente, Jerusal¨¦n no esperar¨¢ mucho antes de ordenar a sus tropas profundizar hasta el rio Litani, 20 kil¨®metros al interior de L¨ªbano, para intentar neutralizar definitivamente los cohetes de Hezbol¨¢. En este corto suspense se inscribe el viaje urgente de un enviado estadounidense a Jerusal¨¦n ayer.
El escollo fundamental que retrasa un acuerdo en el Consejo de Seguridad son las discrepancias entre EE UU y Francia -patrocinadores de un borrador que pide el fin de las hostilidades y establece las condiciones para un alto el fuego permanente- sobre c¨®mo y cu¨¢ndo Israel debe retirarse de L¨ªbano. Par¨ªs, en l¨ªnea con el Gobierno de Beirut, quiere que el repliegue se produzca en cuanto se desplieguen los 15.000 soldados del Ej¨¦rcito liban¨¦s. Washington apoya la posici¨®n israel¨ª de mantener en L¨ªbano sus 10.000 soldados mientras no haya sobre el terreno unidades de combate internacionales capaces de enfrentarse a Hezbol¨¢ llegado el caso.
La continuaci¨®n de la guerra un mes despu¨¦s muestra la falta de m¨²sculo de la ONU. El m¨¢ximo organismo mundial de arbitraje, bajo la gran sombra estadounidense, no ha sido capaz de parar el sangriento conflicto -con m¨¢s de un millar de muertos, cientos de miles de desplazados y una devastaci¨®n a gran escala- ni de abrir cauces de interlocuci¨®n, por oblicuos que fuesen, con pa¨ªses tan determinantes como Siria e Ir¨¢n. La consecuencia es una inestabilidad agravada en el arco m¨¢s explosivo del planeta.
Sea cual fuere su redacci¨®n final, la resoluci¨®n que vote el Consejo de Seguridad debe constituir un pronunciamiento cre¨ªble y factible. Su urgencia es, a estas alturas, absoluta, porque tan perniciosa es la prolongaci¨®n del sufrimiento y la destrucci¨®n como sus consecuencias geopol¨ªticas. El desenlace de la guerra entre Israel y Hezbol¨¢ va a perfilar m¨¢s los contornos pol¨ªticos e ideol¨®gicos de Oriente Pr¨®ximo. Y a nadie debe caber duda de que L¨ªbano, que ha inflamado hasta extremos alarmantes los ¨¢nimos en el mundo isl¨¢mico, est¨¢ incubando ya siniestros designios de venganza en otros ¨¢mbitos.
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