De la cama al marat¨®n

Existen dos factores claves en el rendimiento de un maratoniano. El primero es tener un elevado consumo m¨¢ximo de ox¨ªgeno, para que los m¨²sculos puedan utilizar todo el ox¨ªgeno que demandan durante esfuerzos intensos. Algo que s¨®lo es posible con un coraz¨®n muy fuerte, capaz de bombear m¨¢s de 30 litros de sangre oxigenada por minuto. (Para hacerse una idea de la capacidad del coraz¨®n de un maratoniano, prueben a intentar llenar en un minuto, con el grifo de su ba?era abierto a tope, tres o cuatro cubos de agua, cuya capacidad suele ser de unos 10 litros).

El segundo factor, si acaso m¨¢s importante que el primero, es la econom¨ªa de carrera. Es decir, la capacidad de correr a ritmo de competici¨®n, alrededor de 20 Km./h, con el menor gasto energ¨¦tico posible. Solo as¨ª se puede llegar al final del marat¨®n con algo de gluc¨®geno en los m¨²sculos. El gluc¨®geno, a diferencia de las grasas, es la ¨²nica reserva energ¨¦tica que le permite al corredor acelerar su ritmo en los ¨²ltimos kil¨®metros para intentar ganar. Lo malo es que, en el mejor de los casos, los m¨²sculos apenas son capaces de almacenar medio kilo de gluc¨®geno antes de una competici¨®n. Y eso s¨®lo a base de descansar mucho y de comer muchos hidratos de carbono (pasta, etc.) en los d¨ªas previos a la misma.

La econom¨ªa de carrera depende de diversos factores. Por ejemplo, la arquitectura del tejido muscular (un entramado de alargadas prote¨ªnas que forman el esqueleto de las c¨¦lulas musculares) debe estar intacta. As¨ª, los corredores bajan much¨ªsimo sus cargas de entrenamiento en los 7 ¨® 10 d¨ªas previos a la carrera. Algo que no ha podido hacer el bravo Chema Mart¨ªnez, ya que el martes gan¨® la medalla de plata en los 10.000 metros. Un esfuerzo que supone un enorme desgaste para los gemelos, pues en esta carrera se corre con zapatillas de clavos y se pisa con el metatarso (parte delantera de la planta del pie). En principio son necesarios hasta siete d¨ªas de recuperaci¨®n para que el tejido muscular se reconstruya por completo tras una prueba tan exigente.

Tampoco lo tendr¨¢n f¨¢cil Julio Rey y Jos¨¦ R¨ªos. El primero apenas se ha recuperado de una gastroenteritis, un proceso que deja muy mermado a cualquier deportista pues se pierden muchos l¨ªquidos corporales (indispensables para la termorregulaci¨®n y para que el coraz¨®n bombee con fuerza) y tambi¨¦n electrolitos (necesarios para la contracci¨®n muscular). El segundo ha sufrido un proceso inflamatorio, algo que siempre exige mucho trabajo al sistema inmunol¨®gico, y por ende un importante gasto de energ¨ªa al organismo durante unos d¨ªas en los que precisamente deber¨ªa descansar a tope.

Alejandro Luc¨ªa es catedr¨¢tico de la Universidad Europea de Madrid