400 paracaidistas se suman al despliegue en Galicia

Un batall¨®n de 400 hombres y mujeres compuesto por paracaidistas de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) y por soldados y oficiales de la Brilat de Figueirido (Pontevedra) se unir¨¢ de inmediato al resto de militares desplegados en tierras gallegas. Ya son cerca de 2.000, "un despliegue hist¨®rico, tanto por el n¨²mero de efectivos como por el instrumental utilizado", seg¨²n dijo el ministro de Defensa,

Jos¨¦ Antonio Alonso, que ayer visit¨® la Brigada de Infanter¨ªa Ligera Aerotransportable de Figueirido.El ministro tambi¨¦n anunci¨® que cuatro helic¨®pteros del Ej¨¦rcito se van a sumar al contingente a¨¦reo, a disposici¨®n de la Guardia Civil.

Los 400 paracaidistas pondr¨¢n en marcha la operaci¨®n Centinela Galega. Su misi¨®n ser¨¢ proteger instalaciones civiles como centrales el¨¦ctricas y aeropuertos, y vigilar que los incendios no afecten a n¨²cleos urbanos. El nuevo contingente estar¨¢ a las ¨®rdenes del delegado del Gobierno.

Adem¨¢s, 550 legionarios con base en Almer¨ªa permanecen en la reserva, preparados por si fuera necesario enviarlos a Galicia de inmediato. "Si hace falta, seguiremos incorporando efectivos de las Fuerzas Armadas para acabar con esta lacra de una vez por todas", afirm¨® Alonso con rotundidad.

Agua sobre los bosques

Los aviones del Ej¨¦rcito del Aire que luchan contra el fuego en Galicia no dan abasto. Han lanzado ya cuatro millones de litros de agua sobre los bosques. En A Coru?a y Pontevedra, las provincias m¨¢s afectadas por los incendios, los militares han realizado 500 patrullas desde el pasado 8 de agosto, cuando se puso en marcha la operaci¨®n Bruxa. Los medios desplegados por las Fuerzas Armadas se componen de 10 helic¨®pteros (2 medicalizados), 117 veh¨ªculos ligeros, 26 camiones, tres aljibes de 15.000 litros y seis de 2.000 litros, dos retropalas, dos volquetes retroexcavadoras, cinco cabezas tractoras con semirremolque, 10 motobombas y cinco ambulancias. Adem¨¢s, dos aviones permanecen en Torrej¨®n de Ardoz y Getafe a la espera de recibir la orden de movilizaci¨®n.

Las misiones encomendadas al Ej¨¦rcito consisten en disuadir a los posibles pir¨®manos con su presencia, contribuir en las evacuaciones, apoyar a la polic¨ªa y apoyar en las tareas de extinci¨®n. Su misi¨®n es evitar que se reproduzcan las llamas en lugares que ya han ardido. Los militares no se adentran en los grandes incendios, ya que carecen de la preparaci¨®n necesaria en materia de incendios.

Touri?o destac¨® que ya hay 15.000 personas dedicadas a luchar contra las llamas entre voluntarios, personal de la Xunta, bomberos, polic¨ªa y Guardia Civil, Ministerio de Medio Ambiente, Defensa, comunidades aut¨®nomas y la UE.