"He destacado lo mejor del islam"
Fernando Colomo se adentra en el barrio multi¨¦tnico de Lavapi¨¦s con 'El pr¨®ximo oriente', una comedia sobre dos hermanos enfrentados por una chica bengal¨ª.
Fernando Colomo se adentra de nuevo en Lavapi¨¦s, el coraz¨®n multi¨¦tnico de Madrid, para tomar el pulso a un barrio que bulle con la presencia de chinos, peruanos, indios y otras decenas de nacionalidades. Su pel¨ªcula El pr¨®ximo oriente, que se estrena el pr¨®ximo viernes, es un cuento sobre Ca¨ªn (Javier Cifri¨¢n), un tipo inseguro y bonach¨®n que se ve obligado a responsabilizarse de las trastadas de su hermano, Abel (Asier Etxeandia), un donju¨¢n desalmado. Abel deja embarazada a una vecina bengal¨ª (Nur Al Levi) pero se niega a hacerse cargo del ni?o. Para que la chica no sea rechazada por su familia, musulmanes practicantes
estrictos, Ca¨ªn asume la paternidad y se casa con ella. La trama tambi¨¦n sirve para dar a conocer el islam, una religi¨®n que ha despertado la curiosidad del cineasta. Colomo
"Rodamos en la calle con c¨¢mara oculta. Era adrenal¨ªnico. Cifri¨¢n improvisaba y aportaba cantidad de ocurrencias"
(Madrid, 1946) vuelve al vecindario con una comedia casi 20 a?os despu¨¦s de Bajarse al moro, cuando Lavapi¨¦s empezaba a ser lo que es hoy.
Pregunta. ?C¨®mo ha cambiado Lavapi¨¦s en este tiempo?
Respuesta. Yo soy de Madrid pero no lo conoc¨ªa bien. Cuando rodamos Bajarse al moro me sorprend¨ª mucho. Me di cuenta de que el barrio, el cogollo, es como una isla y tiene una identidad muy definida. Entonces conviv¨ªan las se?oras trabajadoras de toda la vida, con los heroin¨®manos, y ya empezaban a llegar algunos inmigrantes. No ha cambiado mucho.
P. ?C¨®mo fue rodar en plena calle?
R. Todos los paseos est¨¢n rodados con c¨¢mara oculta, con un teleobjetivo a 500 metros. Los actores iban hablando y no d¨¢bamos se?al de acci¨®n. As¨ª que capt¨¢bamos las cosas que les iban sucediendo. Cada toma era un momento adrenal¨ªnico: empez¨¢bamos, ?Venga, venga, venga, que va bien, ya est¨¢, ya est¨¢!
P. ?Si improvisaban quedaba en el metraje?
R. S¨ª, de hecho, Javier [Cifri¨¢n] ha aportado cantidad de ocurrencias. Es muy bueno. Y adem¨¢s estaba todo el rato de cachondeo. Cuando rod¨¢bamos en la mezquita la situaci¨®n se prestaba para hacer muchas bromas. Entonces, ¨¦l me miraba y me dec¨ªa: ?Ahora, en serio, en serio? Y le respond¨ªa: en serio, en serio.
P. ?Y los viandantes c¨®mo reaccionaban?
R. Hay una escena en la que el protagonista se pone a llorar en medio de la calle. Hubo unas japonesas que se sorprendieron mucho, pero los espa?oles parec¨ªan acostumbrados a ver ese tipo de cosas en plena v¨ªa.
P. Espa?oles, indios, bengal¨ªes. ?C¨®mo se entend¨ªan los actores?
R: En ingl¨¦s. Ash Varrez, el actor que da vida a Shakir [el padre de la chica bengal¨ª en la pel¨ªcula, y que ha intervenido en Quiero ser como Beckham]
ten¨ªa que aprenderse los textos de memoria. Hab¨ªa muy buen rollo con Javier. Cuando Ash se equivocaba, Javier le daba una palmada en la espalda y le soltaba: "?Abuelooo!"
P. ?C¨®mo se tomaron el rodaje los musulmanes de Lavapi¨¦s?
R. Lo que ten¨ªamos claro es que aunque fuera una comedia, no ¨ªbamos a hacer bromas, porque se banalizar¨ªa. Lo hemos tratado con mucho cuidado. Todos los que aparecen en la mezquita bengal¨ª son musulmanes de verdad. Y las oraciones y los c¨¢nticos de la boda son reales. Todos accedieron sin problemas.
P. ?C¨®mo naci¨® el gui¨®n?
R. El primero que escribimos Joaqu¨ªn Oristrell y yo en 2002 estaba situado en Barcelona y en La Latina, y trataba sobre dos chicas feas y un chico. Despu¨¦s se uni¨® In¨¦s Par¨ªs y las chicas pasaron a ser dos chicos que trabajaban en un locutorio de Lavapi¨¦s y que conoc¨ªan a una joven musulmana. Entonces vi que el tema del islam, que me parec¨ªa que estaba oculto, era lo que me interesaba contar.
P. Al final, el protagonista es carnicero y su hermano, empleado de banco. ?Los atentados del 11-M afectaron el rodaje?
R. El atentado, terrible, cambi¨® los planes. Cuando pocos d¨ªas despu¨¦s informaron de que los autores eran musulmanes y que trabajaban en un locutorio de Lavapi¨¦s, nos quedamos acojonados. Decidimos dejarlo. Todo el asunto era muy complejo, nos dio miedo y lo aparcamos.
P. ?C¨®mo lo retomaron?
R. Despu¨¦s de seis meses lo fui madurando. Es cierto que al principio nos asust¨® pero despu¨¦s del primer paso atr¨¢s vi que la historia que hab¨ªa que contar era ¨¦sta.
P. ?Quiso dar a conocer c¨®mo es el islam en Occidente?
R. Me di cuenta de que no hab¨ªa ninguna informaci¨®n a favor del islam. Era impresionante. S¨®lo encontr¨¦ un libro, El Islam explicado a los ni?os, de un musulm¨¢n dem¨®crata, que argumentaba que no ten¨ªa por qu¨¦ asociarse el islam con el terrorismo de una manera inevitable. Era el primer libro que empezaba a hablar del islam sin prejuicios.
P. ?Cree que se vincula islam y terrorismo demasiado a menudo?
R. Empec¨¦ a intuir que ten¨ªa que haber algo bueno en el islam, o por lo menos que ten¨ªa que haber gente que practicara el islam y que estuviera en contra de esto, que seguro que es una mayor¨ªa, pero parec¨ªa que no afloraba.
P. ?C¨®mo se document¨® sobre el islam?
R. Fui a la mezquita de Lavapi¨¦s, habl¨¦ con su im¨¢n, con miembros de la comunidad de Bangladesh, que eran posibles shakires. Conoc¨ª incluso a un espa?ol converso, Crist¨®bal, que nos asesor¨®. Nos cont¨® cosas como que San Isidro se llamaba Isaidris y era suf¨ª. Me parec¨ªa interesante introducir estas cosas, dentro de un tono de comedia.
P. ?La visi¨®n que da del islam no es demasiado benevolente?
R. La pel¨ªcula sobre todo es un cuento, una f¨¢bula. Joaqu¨ªn dec¨ªa que lo que est¨¢bamos haciendo era el cuento del patito feo. He destacado lo mejor del islam. He intentado sacar las partes buenas, por ejemplo, el sufismo [una tradici¨®n m¨ªstica musulmana], y tambi¨¦n dar un poco de informaci¨®n.
P. ?C¨®mo cree que se ve el islam en Espa?a?
R. Aqu¨ª parece que es algo que empieza en ?frica y que nosotros descendemos de don Pelayo, pero hemos estado mezclados durante siglos. Se trata de ver que podemos convivir con otras culturas. Imponer el estandarte judeocristiano y decir que fuera no hay salvaci¨®n es una barbaridad.
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