Desnudos bajo la lluvia
A los aut¨¦nticos parranderos no les para ni la tormenta ni los truenos. La plaza del Sol, ubicada en el centro de Gr¨¤cia, acogi¨® anteanoche una juerga espont¨¢nea y sin complejos, como se puede constatar en la secuencia de fotograf¨ªas que ilustra este texto. Un centenar de j¨®venes decidieron seguir la juerga despu¨¦s del cierre de los bares cercanos, que bajaron sus persianas a las 2.30 horas.
Como protesta, golpearon las persianas de los locales y varios de ellos se entregaron a una ceremonia arrebatada y picantona: les sobraba la ropa. Bailaron desnudos bajo la lluvia, posaron en cueros para inmortalizar el momento y, en fin, causaron sensaci¨®n. No se trataba de un botell¨®n improvisado, aunque alguno llevaba bebidas alcoh¨®licas. Fue simplemente un subid¨®n de alegr¨ªa amenizado con dejes nudistas. Cinco agentes de los Mossos d'Esquadra se dirigieron al lugar para poner punto final a la celebraci¨®n.
La reuni¨®n se disolvi¨® sin problemas y no se registr¨® ning¨²n tipo de altercado, ni da?os al mobiliario urbano. Por el contrario, se vivieron simp¨¢ticas escenas entre los fiesteros y los agentes de polic¨ªa, a los que invitaban a unirse al bailoteo. Un nutrido grupo de gente coreaba a los j¨®venes y sus atrevidos calvos -gesto que consiste en bajarse los calzoncillos y ense?ar el culo-. Un vendedor ambulante de cervezas que pasaba por all¨ª sali¨® corriendo al ver a la polic¨ªa, porque este a?o el control de las bebidas alcoh¨®licas es exhaustivo para poner coto al gamberrismo.
En el resto de plazas de Gr¨¤cia tambi¨¦n se concentraron otros grupos similares, pero m¨¢s minoritarios y pudorosos.
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