'All my loving'
- 1992. Religiones -tema importante a partir de ahora-: a) JuanPablo 0.2 retira el juicio sumar¨ªsimo a Galileo Galilei; b) la Iglesia ortodoxa rusa, con permiso del Estado, interpreta varias misas con ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico; c) la Iglesia anglicana permite el sacerdocio femenino. Muchos anglicanos se pasan con todo su armamento a las filas cat¨®licas, confesi¨®n que, si bien se ha rajado y acaba de reconocer que la Tierra es redonda, a¨²n no reconoce un hueco laboral femenino. Territorialidad -otro tema importante a partir de ahora-: los serbo-bosnios, un 30% de los bosnios, ocupan el 70% de Bosnia. En Sarajevo, francotiradores serbios aumentan la estad¨ªstica. Se celebran la Expo de Sevilla -su gran atracci¨®n internacional fue su cuadre de balances- y los JJ OO de Barcelona, una forma de construir edificios que renov¨® el g¨¦nero. Se construye con participaci¨®n p¨²blica que, en un momento dado, desaparece, para ser s¨®lo privada. Adem¨¢s, es legal. La legalidad, snif, empieza a ser el l¨ªmite de la pol¨ªtica. Y deja de serlo la ¨¦tica. El precio de la vivienda, por cierto, se dispar¨® hace un a?o y desde entonces va dibujando la paradoja espa?ola de la oferta y la demanda: en construcci¨®n, a mayor oferta, mayores precios. Pese a todo ello, la canci¨®n de verano fue All my loving, de Los Manolos, una canci¨®n tan pegadiza que, socorro, no se me ir¨¢ ya de la cabeza en todo el d¨ªa.
- LOS MANOLOS PARA SIEMPRE. Los Manolos eran un grupo de gitanos y rostros p¨¢lidos de Hostafrancs, barrio que, junto a Gr¨¤cia y el Carrer de la Cera, es uno de los tres accesos cl¨¢sicos de la rumba catalana. En un periodo en el que se reintroduc¨ªan en el biotopo din¨¢micas est¨¦ticas de los setenta -como, por ejemplo, la recalificaci¨®n urban¨ªstica y la demolici¨®n de ciudades, tal y como fueron formulados ambos g¨¦neros por el franquismo o Pol-Pot-, Los Manolos reintrodujeron el pantal¨®n de pata de elefante. Sus uniformes de trabajo, de hecho, introspeccionaban tanto el lujo en los setenta que, cuando los ve¨ªas, parec¨ªan el Consejo de Ministros en los copones de la boda de Carmencita Rossi. O como se llame esta ma?ana. El do de pecho de Los Manolos fue su participaci¨®n la ceremonia de clausura de los JJ OO. Para aquella ocasi¨®n, Peret, en lo que ya era una din¨¢mica planetaria, cogi¨® una canci¨®n suya que se titulaba Cristo tiene poder y la adapt¨® hasta que acab¨® titul¨¢ndose Barcelona tiene poder. Los Manolos se descolgaron con Amigos para siempre -bella canci¨®n que opt¨®, a la vez, por ser dos himnos oficiosos: el de los JJ OO del 92 y el del Gremio de Constructores y Pol¨ªticos-, y con All my loving / Ol mailovin, canci¨®n con la que hicieron el agosto y ten¨ªan que comerse el mundo. Pero cuando est¨¢ en trance de comerse el mundo, hay un momento en el que no se sabe qui¨¦n come a qui¨¦n. Los Manolos, chorrocientos tipos encima de un escenario -parec¨ªan los ni?os cantores de Viena el d¨ªa fat¨ªdico en el que les cambi¨® la voz-, al a?o siguiente fueron menos. Y al otro, pues menos. Como le suced¨ªa a la cocina catalana, Los Manolos se fueron deconstruyendo hasta acabar siendo uno -se llamaba El Manolo-, pero muy caro.
- NO S? USTED. Tengo 27 tacos. Pillo un traje de mi padre y voy a una entrevista laboral. Llueve. Llego hecho un pollo. Pese a ello, empiezo a trabajar en un diario de segunda divisi¨®n. Trabajo a las ¨®rdenes de un jefe de secci¨®n jud¨ªo y centroeuropeo. Lleva poco tiempo en Espa?a, por lo que se cree que esto de aqu¨ª es una cultura europea. Me exige tratarla de esa manera. Es decir, con tesis, valoraci¨®n y opini¨®n personal, que el lector puede discutir. Llego a creer que eso es lo normal. Por eso creo que la ausencia de informaci¨®n mangui sobre las construcciones ol¨ªmpicas, esa cosa que tiene el Estado detr¨¢s, es un hecho puntual, y no el resultado de una cultura que tiene como objetivo la estabilidad desde hace diecipico 20 a?os. Vivo en un piso divertido. Me suben el alquiler a niveles nepal¨ªs. Hablo de altura, no del IPC del Nepal, que ya firmar¨ªa.
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