Tres a?os de espanto

"Dejadle que hable. Que lo saque fuera. Dejadle que diga lo que ya no tiene fuerzas para sentir". La autora se refiere a uno de los protagonistas de "estas estampas de la Guerra Civil espa?ola" que reconstruye y recrea literariamente desde M¨¦xico, donde reside. Pero podr¨ªa aplicarlas a s¨ª misma. Que hable la memoria, que salga lo escondido. Sobre mis escombros es el relato vibrante de tres a?os cruciales en la vida de Tere Medina-Navascu¨¦s, los que abarcan el periodo de la Guerra Civil espa?ola. Hija de un militar leal a la Rep¨²blica, la narradora ten¨ªa 12 a?os cuando empez¨® la contienda y la revive en los diversos escenarios por los que transit¨® con su familia hasta tener la fortuna de encontrar un lugar donde vivir en M¨¦xico. ?ste es un libro emocionante y transversal en el que la escritura se hace narraci¨®n, pero partiendo de hechos reales que se avistan desde el presente, fundi¨¦ndolos con ¨¦ste.

Tere Medina-Navascu¨¦s no es una figura de primera fila del exilio ni forma parte de las voces femeninas consagradas que han dejado escrita su experiencia vital, pero su libro no es uno m¨¢s sobre las desdichas de la poblaci¨®n civil durante aquel funesto periodo de guerra. "Que cada uno nos cuente la historia con su verdad", escribe la autora, "porque esas verdades, juntas" har¨¢n que la historia sea tal vez m¨¢s verdadera. En estas estampas de expresi¨®n intencionadamente contenida, late una historia fragmentada escrita desde el dolor y el desconcierto de una ni?a republicana que en algunas l¨ªneas vuelve a recuperar aquella edad ingenua e insobornable de sus doce a?os. Pero no excluye que haya otras miradas sobre la Guerra Civil capaces de completar la suya. Por esta obra que podr¨ªa ser una autobiograf¨ªa novelada o contada con la agilidad del reportero y la capacidad para la elipsis del poeta, desfilan personajes familiares e hist¨®ricos. El lector siente c¨®mo cambia la vida de la narradora cuando el churrero ya no es el hombre que pasa a la hora del desayuno con su ristra de churros ensartados en juncos, sino un avi¨®n que despierta con bombas a los madrile?os. El lector ve a esta ni?a que madura en tres a?os de espanto. Pero el testimonio novelado de Medina-Navascu¨¦s va m¨¢s all¨¢ del odio y de la melancol¨ªa. Siendo terrible lo que recuerda, derrocha lucidez y cierto humor liberador. Con mezcla de fe y escepticismo en el ser humano, reivindica una memoria no traicionada y no excluyente.