La cara de la globalizaci¨®n

La lealtad es clave para escalar puestos en la pir¨¢mide de mando de una gran empresa. El ascenso de Indra Nooyi en PepsiCo, donde a partir del 1 de octubre ejercer¨¢ como consejera delegada, es un buen ejemplo. Pero en su caso se da adem¨¢s la rara coincidencia de que posee ese gen que la hace especial para los negocios y que le permite tomar decisiones clave. Y el hecho de ser de una mujer, y de origen indio, le convierte en la imagen perfecta de las figuras de la globalizaci¨®n en el mundo empresarial.

Nooyi, de 50 a?os, se cri¨® en Chennai (India), la antigua Madras, en una familia de clase media. Est¨¢ casada, tiene dos hijas y le gusta cantar. La ejecutiva se form¨® en la Universidad Cristiana de Madras e hizo un Master en Administraci¨®n de Empresas (MBA) por el Instituto de Gesti¨®n en India. Despu¨¦s se traslad¨® a EE UU para completar sus estudios en Yale. Entr¨® en PepsiCo en 1994 y desde mayo de 2001 ocupa un asiento en su consejo de administraci¨®n como presidenta y directora financiera. Ser¨¢ la primera mujer en dirigir la compa?¨ªa en sus 41 a?os de historia.

Con anterioridad, Nooyi sirvi¨® a la empresa como responsable de planificaci¨®n estrat¨¦gica y desarrollo. Esto le convirti¨® en una pieza indispensable en las operaciones que permitieron a la multinacional hacerse con el control de las marcas Tropicana, Gatorade y Quaker Oat, e introducir un cambio de imagen. Su contribuci¨®n fue decisiva cuando PepsiCo tuvo que decidir el futuro de su divisi¨®n de restauraci¨®n, que ahora integra bajo el paraguas Yum! las cadenas de comida r¨¢pida KFC, Taco Bell y Pizza Hut.

Estas operaciones permitieron a la empresa ir tapando agujeros en su estrategia de expansi¨®n internacional. Antes de sumarse a PepsiCo, trabaj¨® para las firmas Asea Brown Boveri, Motorola y Boston Consulting, donde ejerci¨® las funciones de estratega. Los que la conocen o trabajaron con ella dicen que es meticulosa, que estudia todos los aspectos antes de tomar cualquier decisi¨®n. Por eso se le considera como una de las directivas m¨¢s "finas" y respetadas del universo corporativo. Una dif¨ªcil rival.

Con su nombramiento, el grupo se convierte en la mayor compa?¨ªa dirigida por una mujer y en una incubadora de ejecutivas. Irene Rosenfeld, antigua responsable de Frito-Lay, es hoy la consejera delegada del gigante alimentario Kraft. Y Brenda Barnes, que durante los a?os 90 lider¨® la filial de Norteam¨¦rica, lleva las riendas de Sara Lee. En el caso de Nooyi se espera que su ejemplo sirva para que otras mujeres de etnias diferentes a la blanca sigan sus pasos para ascender sin complejos.