Respuesta insuficiente
Ir¨¢n est¨¢ dispuesto a "negociar seriamente" sobre su programa nuclear, seg¨²n su Consejo Supremo de Seguridad, encabezado por Al¨ª Larijani. Las 21 densas p¨¢ginas de la respuesta confidencial a la tambi¨¦n confidencial propuesta de incentivos de la comunidad internacional (que se supone inclu¨ªa ciertas garant¨ªas de seguridad y territoriales, apertura comercial y tecnol¨®gica, y un enfoque regional, entre otras cosas) indican que no se trata de un mero portazo. Sin embargo, el resumen hecho p¨²blico por el citado Consejo no menciona la renuncia a proseguir el programa de enriquecimiento de uranio que Naciones Unidas le exigi¨® el pasado 31 de julio.
La contrapropuesta puede contener algunas ideas nuevas. Teher¨¢n dijo ayer estar dispuesto a abordar la cuesti¨®n nuclear y la cooperaci¨®n tecnol¨®gica y sobre seguridad en la regi¨®n, lo que incluir¨ªa Israel. Pero una primera impresi¨®n en capitales de los pa¨ªses m¨¢s involucrados (los cinco permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, m¨¢s Alemania, adem¨¢s de la UE como tal) es que el r¨¦gimen iran¨ª no renuncia a ninguno de sus planes nucleares, tal como hab¨ªa
anunciado la v¨ªspera el l¨ªder espiritual y verdadero mandam¨¢s del r¨¦gimen, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei.
Aunque Larijani se mostrara ayer dispuesto a negociar "con mucha seriedad" sobre su propuesta a partir de hoy mismo, el asunto volver¨¢, previsiblemente, al Consejo de Seguridad despu¨¦s del plazo l¨ªmite del 31 de agosto. All¨ª se empezar¨¢ a discutir la posibilidad de sanciones econ¨®micas contra Ir¨¢n, como ha anunciado el presidente George W. Bush. Sin embargo, Washington sabe que no tiene garantizada una mayor¨ªa suficiente para sacar adelante estas sanciones, y que de lograrlo ser¨¢n m¨¢s simb¨®licas que efectivas.
El momento es muy complicado. Ir¨¢n es uno de los pa¨ªses que mueven peones, entre ellos Hezbol¨¢, en el tablero de L¨ªbano y juega sus bazas cuando se est¨¢ negociando con muchas dificultades el env¨ªo de una fuerza multinacional para intentar transformar en permanente el precario alto el fuego entre la milicia chi¨ª e Israel. Ir¨¢n, que ha salido reforzado de las guerras de EE UU en Afganist¨¢n y en Irak, y ahora de este ¨²ltimo conflicto, ha sabido hasta ahora usar los tiempos en la cuesti¨®n nuclear y confundir el justificable programa de energ¨ªa at¨®mica civil con el supuesto plan para hacerse con la bomba.
De momento, lo m¨¢s positivo es que Teher¨¢n no se retira del Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear. T¨¦cnicamente, sigue en la legalidad, aunque haya dificultado la entrada de inspectores internacionales a la central de Natanz. La opci¨®n de un ataque contra sus instalaciones nucleares, dispersas y subterr¨¢neas, ha perdido fuelle ante el fracaso de Israel para desalojar a Hezbol¨¢ del sur de L¨ªbano. Al final, la soluci¨®n a la cuesti¨®n nuclear iran¨ª s¨®lo llegar¨¢, si llega, tras un proceso largo y complejo de negociaci¨®n que requiere restablecer previamente una cierta confianza mutua.
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