El Bernab¨¦u avisa a Capello
El Madrid acaba perdiendo el bal¨®n ante el Anderlecht y el estadio le dedica una pitada
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El Madrid no pudo zarandear al Anderlecht, un peso mosca del f¨²tbol que se present¨® en el Trofeo Bernab¨¦u para ejercer de sparring. El equipo belga opuso escasa resistencia, muy metido en su papel. Se mostr¨® t¨ªmido y complaciente, y, visto lo visto, el Madrid se dispuso a exhibir su nueva versi¨®n de equipo aplastante. Aplast¨® al Anderlecht, que no es mucho. Lo hizo durante el primer tiempo, mientras sus titulares tuvieron autonom¨ªa. Cuando se les acab¨® el combustible y Capello improvis¨® con el banquillo, el Madrid expuso algunas miserias. El p¨²blico pas¨® entonces de la fiesta a los pitos. Lo hizo con una velocidad asombrosa. Con la misma rapidez con que el Madrid perdi¨® la pelota.
Diarra no necesit¨® entrenarse ni una vez con el equipo para cumplir sus nuevos cometidos. El maliense debut¨® y ofreci¨® una parte indicativa de su repertorio. Capello le declar¨® imprescindible hace semanas y lo normal ser¨¢ verle convertido en un jugador omnipresente de aqu¨ª al final de temporada. Contra el Anderlecht hizo una labor ingente que habla de su funci¨®n en el equipo. Si el Madrid perd¨ªa la pelota, se met¨ªa entre los centrales. Si la recuperaba, acompa?aba la jugada. A veces quiso dar el ¨²ltimo pase, sin ¨¦xito. Pero estuvo para lo grueso y para lo fino y nunca perdi¨® la soltura. Es la clase de futbolista que tiene presencia y le gusta hacerla sentir. El Bernab¨¦u no lo intimid¨®. Al menos en la noche del Trofeo Bernab¨¦u.
Si Diarra acaba siendo importante para el Madrid el mayor beneficiario ser¨¢ Emerson. Mientras el maliense va y viene, el brasile?o conserva la posici¨®n axial. No se mueve del c¨ªrculo central m¨¢s que en casos de urgencia. De ¨¦l depender¨¢n los biorritmos del equipo. Por algo Capello le llev¨® del Roma al Juventus, y del Juventus al Bernab¨¦u. Es su mayoral. El t¨¦cnico italiano dise?a sus propias jerarqu¨ªas y de eso se vio algo ayer: Salgado va primero que Cicinho, por muchos cuerpos. Robinho es el suplente de Cassano por otro tanto. Woodgate es el tercer central por detr¨¢s de Ramos y Cannavaro. Y Van Nistelrooy es la sustancia de la que est¨¢ hecho el ataque. M¨¢s all¨¢ de los dos goles acrob¨¢ticos que hizo. Si el holand¨¦s desaparece el Madrid pierde la referencia. Baptista no es ese tipo de jugador y Robinho parece demasiado desmoralizado como para asumir el peso de desequilibrar y definir. No se trata esta vez de un problema de adaptaci¨®n. El hombre est¨¢ ante la temporada que marcar¨¢ su verdadera categor¨ªa. La empieza en el banquillo.
El plan de Capello funcion¨® hasta que comenzaron los cambios. Con el 2-0 en el marcador situ¨® a Javi Garc¨ªa junto a Emerson y quit¨® a Ra¨²l de la izquierda para poner a Mej¨ªa, un central diestro, como volante izquierdo. A Ra¨²l Bravo, que es zurdo, lo coloc¨® como lateral derecho. A Cicinho, que es lateral derecho, lo adelant¨® como extremo. El resultado fue el hundimiento. El Madrid perdi¨® el bal¨®n y el Anderlecht comenz¨® a dominar el partido en medio de una pitada ruidosa y desagradable que se mezcl¨® con el zumbido de miles de trompetas de pl¨¢stico. El efecto del trompeteo fue inhumano. Como el de un gigantesco enjambre de abejas met¨¢licas en poder de una multitud de aficionados reci¨¦n llegados de la playa. De momento, nada m¨¢s que eso. Ma?ana, tal vez, un instrumento de protesta.

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