En medio del tiempo
La editorial americana de c¨®mics DC es la de Superman. Pero ha publicado historias de personajes mucho m¨¢s misteriosos. Por ejemplo, del Bar¨®n Winter, un arist¨®crata hechicero que, con capa de ceremonias, se asomaba a las vi?etas atrapado en un gran caser¨®n antiguo. Dentro del edificio, el tiempo se mezclaba y se deten¨ªa, gener¨¢ndose para quienes se adentraban en ¨¦l una mixtura dimensional diferente a la real. En el exterior, las edades y las ¨¦pocas iban transcurriendo hacia el ma?ana, pero en el interior, se superpon¨ªa el pasado, manteni¨¦ndose vivo a trav¨¦s de objetos antiguos y valiosos.
La casa donde naci¨® en X¨¤tiva el supremo Papa Borja Alexandre VI -uno de los dos que naci¨® en esta ciudad, el otro fue su t¨ªo Calixt III- tiene un aire a la a?eja morada del tal Winter: tambi¨¦n parece perdida entre dimensiones, como un sugestivo contenedor y muestrario de distintas eras ya inalcanzables. Antes de advertirlo, uno ve el exterior, y se encuentra con una altura de planta baja y tres pisos. Tiene conservada la puerta de piedra. Se intuye que fue una casa caballeresca, no tan lujosa, sin embargo, como para albergar a alguien que, nacido en 1431, entrar¨ªa con su vida y su muerte en la categor¨ªa de mito. Algo que, como se sabe, no le vendr¨ªa s¨®lo con el impacto pol¨ªtico de sus logros, sino con la leyenda negra de vicios con la que ¨¦l y su progenie -C¨¦sar y Lucrecia, sobre todo- fueron embadurnados para siempre.
Hoy la casa es la vivienda de un anticuario que vive en la parte superior
Pero, es, no obstante, cuando uno penetra en la casa, el momento en el que se ve rodeado por un pasado de mil formas, no s¨®lo borgianas (de la ¨¦poca se ve un arco escarzano de columnas j¨®nicas). Cuadros de diferentes per¨ªodos -siglos XVI y XVII- envueltos de tenebrismo sobrenatural comparten espacio con bellos muebles valencianos del XVII (entre ellos una c¨®moda mud¨¦jar) y con restos de g¨®tico que formaban parte de la semilla del edificio. Tiene un sentido: hoy la casa del hombre que se llam¨® Roderic de Borja antes de ce?irse la mitra, es la vivienda de un particular. Se trata de Vicente Llorens, anticuario, quien hace vida familiar en la parte superior -totalmente moderna-, y quien, en la parte inferior, re¨²ne una colecci¨®n de objetos propios, habiendo intentado rescatar todo lo que ha podido de la estructura de la casa original: en esto ¨²ltimo, Llorens dice que se gast¨® seis veces m¨¢s de lo que le cost¨® la casa cuando la adquiri¨® en su momento, har¨¢ unos 17 a?os. El anticuario comenta que el edificio ha pasado cascadas de peripecias a trav¨¦s de los tiempos. El siglo XX, de hecho, fue el que caus¨® algunas de sus mayores heridas. Durante la guerra civil fue colegio, "y qued¨® toda dividida en cuartos que hac¨ªan de aulas". M¨¢s tarde, fue asolada por el efecto recalcitrante de una tuber¨ªa eternamente rota. Hoy, Vicente habla de la visita a la casa de Rodrigo de Borja -descendiente latinoamericano de la familia, que lleg¨® a ser presidente de Ecuador-, de su propio empe?o de conservaci¨®n y de que, s¨®lo quiz¨¢, alg¨²n d¨ªa, el edificio pueda contener una parte de museo. Por ahora, es morada y vivienda, con un interior inferior en el que el pasado es el presente.
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