El escal¨®n m¨¢s peligroso

Raimundo Saporta propag¨® en el decenio de los 60 la idea de que es preferible concluir un campeonato en el tercer puesto que en el segundo. La raz¨®n que esgrim¨ªa el antiguo dirigente del Madrid y de la Federaci¨®n Internacional de Baloncesto es que se cerraba el torneo ganando el ¨²ltimo partido, los jugadores transmit¨ªan buenas sensaciones a la afici¨®n y se desped¨ªan hasta la pr¨®xima de forma positiva, con buen sabor de boca. Han pasado los a?os y los objetivos de los espa?oles son cada vez m¨¢s ambiciosos. Que no les vayan con espejismos de ese tipo a la generaci¨®n de Gasol y compa?¨ªa. No se consuelan con tan poca cosa. Cuando van a por el primero, el segundo puesto les sabe a cuerno quemado. O, si pueden quedar cuartos, ?por qu¨¦ conformarse con ser quintos? Eso, a pesar de que en el ¨²ltimo Europeo, en Belgrado, el partido de despedida, ante Francia, concluy¨® de tan mala manera que no s¨®lo se perdi¨® la medalla de bronce, sino que cost¨® el relevo del seleccionador, Mario Pesquera.

La selecci¨®n espa?ola de baloncesto no sufre un s¨ªndrome tan evidente como la de f¨²tbol cuando afronta los cuartos de final, pero en los Mundiales ha tropezado dos veces en esa piedra. Precisamente, en los dos ¨²ltimos. En el de 1998, en la capital griega, donde, pese al espl¨¦ndido momento de Herreros, el m¨¢ximo anotador del torneo, Grecia fue su verdugo. Y en el de 2002, en Indian¨¢polis, donde la Alemania de Nowitzki le cerr¨® el camino.

"Todos saben lo que nos jugamos, pero los jugadores poseen una sensatez que nos permite buscar un equilibrio entre las presiones y las necesidades", explica el seleccionador, Pepu Hern¨¢ndez, ante el partido que enfrenta hoy a Espa?a y Lituania; "si est¨¢bamos un pel¨ªn nerviosos era en los octavos. No es ¨¦ste un momento para nervios o dudas".

La ¨²ltima vez que Lituania jug¨® contra Espa?a fue en la final del Europeo de 2003. Los lituanos vencieron por 93-84. Desde entonces, ambos equipos han cambiado, especialmente el lituano, que, sin Jasikevicius, est¨¢ liderado por Macijauskas, ex del Tau y de los Hornets de Nueva Orleans. Destaca tambi¨¦n la fortaleza de los p¨ªvots Lavrinovic y Javtokas, as¨ª como Songaila, de los Wizards de Washington.

Curiosamente, la ¨²nica ocasi¨®n en que Espa?a estuvo en las semifinales y alcanz¨® su mejor clasificaci¨®n hasta ahora en un Mundial, hace 24 a?os en Colombia, no disput¨® los cuartos. El motivo es que el sistema de competici¨®n llevaba directamente a las semifinales a los dos primeros de una liguilla. En Cali, Espa?a se benefici¨® de su inesperada e hist¨®rica victoria sobre Estados Unidos: 109-99. Entonces, las diferencias eran abismales y los estadounidenses, que reclutaban a jugadores universitarios, tambi¨¦n fueron sorprendidos por la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica en la final. Aquel a?o, Fernando Mart¨ªn, Epi, Corbal¨¢n y compa?¨ªa superaron a un equipo en el que destacaban Rivers, Carr y Pinone, el p¨ªvot que despu¨¦s hizo historia en Estudiantes.

Dos veces m¨¢s ha quedado Espa?a en la quinta posici¨®n de unos Mundiales. Pero en ambas sucedi¨® lo mismo que en 1982: el sistema de competici¨®n no preve¨ªa el cruce de los cuartos, sino que clasificaba directamente para las semifinales en funci¨®n de dos liguillas previas. En 1974, en Puerto Rico, pag¨® caras sus derrotas ante Estados Unidos y Yugoslavia y, sobre todo, ante Cuba. En 1986, actuando como anfitri¨®n, el equipo que dirig¨ªa Antonio D¨ªaz Miguel tropez¨® en la primera fase, disputada en Zaragoza, ante el de Brasil, liderado por Schmidt.

La quinta de Gasol y compa?¨ªa tambi¨¦n sufri¨® otro tropez¨®n especialmente infausto en unos cuartos de final. Fue en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004. Hab¨ªan ganado los seis partidos anteriores y quedado los l¨ªderes de su grupo, pero les toc¨® enfrentarse a Estados Unidos. Marbury les acribill¨® con seis triples y 31 puntos y clasific¨® al conjunto norteamericano para las semifinales.