'Blues' del Katrina
Un a?o despu¨¦s de que el Katrina empezara a devastar Luisiana y otros territorios de EE UU, la zona no se ha recuperado, ni se han adoptado medidas suficientes que garanticen que no volver¨¢ a repetirse una tragedia similar, en la que murieron casi 2.000 personas y 800.000 tuvieron que abandonar sus hogares. El hurac¨¢n, adem¨¢s, dej¨® al descubierto una bolsa de pobreza impensable: los miles de negros que no se hab¨ªan podido ir de Nueva Orleans y otras ciudades porque no dispon¨ªan de medios para ello. Hoy, la que fuera la Meca del Jazz no se ha repoblado, y tiene la mitad de habitantes que los 460.000 que all¨ª viv¨ªan antes del desastre, es decir, como estaba en 1880.
El hurac¨¢n puso al descubierto una realidad escondida en la primera potencia del mundo
: la de la pobreza, la del racismo, la de servicios p¨²blicos que no funcionaban debido a a?os de recortes presupuestarios. El presidente Bush se lanz¨® a una guerra contra la pobreza y obtuvo del Congreso 109.000 millones de d¨®lares. Pocos de ¨¦stos han llegado a¨²n a la zona.
El ?ndice Katrina, elaborado por la prestigiosa Instituci¨®n Brookings, refleja que la demolici¨®n y la rehabilitaci¨®n de viviendas se ha acelerado en los ¨²ltimos meses, pero a la vez han subido los precios. El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Alphonso Jackson, acept¨® ayer haberse equivocado al no dejar a los habitantes volver a sus hogares destruidos, y anunci¨® por sorpresa la apertura de viviendas p¨²blicas y un plan para ayudar a regresar a los antiguos residentes. No es seguro que lo hagan. El paro es mayor que antes, tal vez porque la labor de reconstrucci¨®n no est¨¢ ya en manos de los negros que no han regresado o de los que se quedaron, sino de hispanos llegados despu¨¦s. Las infraestructuras y los servicios p¨²blicos est¨¢n m¨¢s retrasados. Los suministros de gas y electricidad est¨¢n, respectivamente, al 41% y 60% de los niveles anteriores al desastre. Se ha restablecido s¨®lo la mitad de las rutas de autobuses y tranv¨ªas. Pese a que en el Barrio Franc¨¦s se vuelva a tocar jazz, el turismo no ha vuelto.
Poco se ha aprendido. Cuando se acerca otra amenaza como el hurac¨¢n Ernesto, los servicios federales aseguran ser capaces de evacuar a 140.000 personas por autob¨²s, tren o avi¨®n. Pero el gigantesco Departamento de Seguridad Interna, creado a ra¨ªz del 11-S, considera que s¨®lo un 27% de los Estados y un 10% de las ciudades que ha examinado est¨¢n adecuadamente preparadas para afrontar "un acontecimiento catastr¨®fico". Estas cifras hablan por s¨ª solas. Lo que ha fallado es todo un sistema, y las lecciones no se han aprendido con la suficiente rapidez y fuerza.
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