Estados Unidos promociona la zona
Alemania, pese al mal d¨ªa de Nowitzki, hace sudar al equipo de Wade, que muestra sus defectos
EEUU ya est¨¢ en semifinales. Nada nuevo bajo el sol. Aunque Alemania aguant¨® m¨¢s de lo esperado, la cantidad de efectivos con los que cuenta el equipo norteamericano unida al mal d¨ªa que tuvo Dirk Nowitzki termin¨® por hacer imperar la l¨®gica. Pero bajo la apariencia de gran poder¨ªo que trasmiten sus destacadas individualidades, su juego mostr¨® alg¨²n que otro agujero que si bien ante un equipo menor como el alem¨¢n no tuvo mayor trascendencia, alg¨²n d¨ªa muy cercano les puede costar caro. El m¨¢s llamativo fue su incapacidad para atacar con criterio una zona de lo m¨¢s normalita que desde el inicio plante¨® el entrenador alem¨¢n. Grecia observaba con atenci¨®n lo que ocurr¨ªa, lo mismo que Argentina y Espa?a, uno de los cuales ser¨¢ la m¨¢s que probable ¨²ltima estaci¨®n del periplo de las estrellas de la NBA.
ESTADOS UNIDOS 85 - ALEMANIA 65
Estados Unidos: Paul (9), Carmelo Anthony (19), LeBron James (13), Battier (1), Brand (6); Wade (3), Hinrich (3), Bosh (10), Johnson (11), Howard (8) y Jamison (2).
Alemania: Hamann (8), Greene (9), Okulaja (15), Nowitzki (15), Femerling (4); Demirel (0), Schultze (7), Garrett (2), Herber (3), Roller (2), Grunheld (0) y Jagla (0).
?rbitros: Mike Homsy (Can.), Juan Carlos Arteaga (Esp.) y Guerrino Cerebuch (Ita.). Sin eliminados.
Unos 14.000 espectadores en el Saitama Super Arena.
1? CUARTO 23-21
2? CUARTO 17-18
3? CUARTO 27-13
4? CUARTO 18-13
Los norteamericanos sufren en dos aspectos: las transiciones r¨¢pidas y los ataques pacientes
Es lo que tienen estos torneos tan largos. Los equipos m¨¢s avispados van sacando conclusiones de lo que ven, lo que posibilita encontrar recetas t¨¢cticas para crear problemas a los contrarios. El cap¨ªtulo de agujeros que sin duda tiene el equipo estadounidense est¨¢ m¨¢s o menos estudiado. Adem¨¢s del ataque contra zona, una de las especialidades que necesita una mayor conjunci¨®n y sentido en los movimientos colectivos, Estados Unidos sufre cuando un equipo conjuga dos situaciones. Una, las r¨¢pidas transiciones. Dos, un ataque paciente.
Su balance defensivo es defectuoso y la defensa resulta m¨¢s llamativa que efectiva, pues una vez que alguno de los jugadores atacantes adquiere ventaja, lo de las ayudas no va con ellos. Tampoco son expertos en la guardia de los jugadores que no tienen el bal¨®n. Mientras Alemania cumpli¨® con las tres reglas, zona, contraataque y trabajar bien el ataque est¨¢tico, Estados Unidos encontr¨® problemas para plasmar su superioridad (40-39 en el descanso). Y eso que Nowitzki no estaba para casi nada.
Empe?ados en ir de tres en tres a pesar de su paup¨¦rrimo porcentaje y muy poco solidarios en lo que se refiere a tapar huecos en defensa, Alemania aguantaba. No le iba mejor porque desde el principio tuvo un d¨¦ficit absoluto en la salvaguardia de su rebote defensivo. Los errores en el lanzamiento eran subsanados por la captura, una y otra vez, de rechaces por parte de cualquier jugador con muelles de Estados Unidos. O sea, de casi todos. Nada menos que 22 rebotes cayeron en las manos de Brand, Wade o cualquiera que pasase por all¨ª. Si a esto unimos que los alemanes perdieron 24 balones, el resultado fue que mientras Alemania hizo 54 tiros en todo el partido, EEUU se fue hasta los 85. Una diferencia escandalosa que termin¨® por encontrar consecuencias en el marcador (67-52, final del tercer cuarto).
Agotado el equipo alem¨¢n, el resto fue pura rutina. No ganaron pero quiz¨¢s echaron una mano a los que vendr¨¢n a partir de ma?ana. Se van a hartar Lebron James y compa?¨ªa en atacar zonas de todos los colores.
![Chris Paul intenta encestar ante el alem¨¢n Greene.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DGVBX56L5SDHIVS6QIXU3H2UHM.jpg?auth=7e8998f6948d2487a61335dea1bf981eb1abe0d113f6a94d9531429c789e1363&width=414)
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