Bismilah Jan, maestro de 'shehnai'
Preconiz¨® siempre el entendimiento entre musulmanes e hind¨²es
Miles de personas desfilaron ante el cuerpo presente en un parque de Benar¨¦s, antes de que las cenizas fueran sepultadas bajo un ¨¢rbol nim, caracter¨ªstico del pa¨ªs. Los medios de comunicaci¨®n indios destacan no s¨®lo la categor¨ªa musical de Bismilah Jan (logr¨® a la vez popularizar y prestigiar el shehnai), sino tambi¨¦n su rotundo rechazo a toda discriminaci¨®n por motivos de casta o religi¨®n.
Con coherencia, Bismilah Jan, que era musulm¨¢n, adopt¨® como hogar Benar¨¦s, ciudad santa del hinduismo, y a menudo se le ve¨ªa ir en rickshaw (triciclo-taxi) a hacer ofrendas en las m¨¢rgenes del Ganges a la diosa de la sabidur¨ªa, Saraswati. Nunca rechaz¨® tocar en templos hind¨²es, sobre todo en el importante Vishwanath. En cambio, declin¨® muchas actuaciones en el extranjero, por miedo a volar.
Benar¨¦s fue su hogar y el de su familia de 60 personas (seis hijos), y aunque en los ¨²ltimos tiempos el Gobierno ofreci¨® hospitalizarle en Delhi, ¨¦l recalc¨® que quer¨ªa ser un indio m¨¢s de los que escogen morir en Benar¨¦s.
Hab¨ªa nacido en una familia dedicada tradicionalmente a la m¨²sica cl¨¢sica y de corte, en uno de los Estados m¨¢s pobres, Bihar. A los seis a?os ya era considerado una figura en ciernes, y fue a vivir a casa de su madre, en Benar¨¦s; all¨ª complet¨® su formaci¨®n bajo su t¨ªo Ali Bux, Vilayatu, que tocaba el shehnai en Vishwanath. Con el tiempo, Bismilah consigui¨® enaltecer ese instrumento, que en un principio cumpl¨ªa funciones de acompa?amiento en bodas y festividades y a cuyo sonido se atribu¨ªan propiedades beneficiosas.
En el a?o 1950 actu¨® la v¨ªspera de la independencia en el Fuerte Rojo de Delhi. A partir de entonces, cada aniversario, tocaba en la televisi¨®n estatal inmediatamente despu¨¦s del discurso del presidente.
En 1959 tuvo un enfrentamiento con la industria cinematogr¨¢fica de Bollywood, porque consider¨® que su intervenci¨®n musical en una pel¨ªcula hab¨ªa sido manipulada, con lo que el esp¨ªritu -para ¨¦l lo fundamental- se perd¨ªa. En 1966 actu¨® en el Festival de Edimburgo (eran los a?os del descubrimiento en Occidente de la m¨²sica india, con int¨¦rpretes como Ravi Shankar, Ala Rakka o Ali Ajbar Jan), pero previamente puso la condici¨®n de que se les pagara a ¨¦l y a su grupo la peregrinaci¨®n a La Meca.
"Buscamos a Dios de formas distintas", dijo una vez, en la tradici¨®n m¨ªstica suf¨ª de Ibn Arabi o Rumi. "Un m¨²sico puede aprender, puede tocar bellamente. Pero a menos que mezcle su m¨²sica con la religi¨®n, a menos que intente encontrar a Dios, s¨®lo lograr¨¢ kalaa (arte), pero no assar (uni¨®n).
Siempre se quedar¨¢ al borde del oc¨¦ano, sin alcanzar la pureza".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.