"La experiencia del dolor fue obsesiva para m¨ª"
En poco tiempo, la autora norteamericana Joan Didion (Sacramento, 1935) vio morir a su marido, el tambi¨¦n escritor John G. Dunne, y a su hija Quintana. Fruto de esas devastadoras p¨¦rdidas escribi¨® El a?o del pensamiento m¨¢gico, un libro sobre la muerte, un tema tab¨² en Estados Unidos.
"La novela y el ensayo son como la noche y el d¨ªa. Escribir ensayo es una actividad racional, mientras que escribir una novela es algo muy parecido a so?ar"
En diciembre de 2003, tras visitar a su hija, que se encontraba en coma en un hospital neoyorquino, el escritor John Gregory Dunne ca¨ªa fulminado por un ataque al coraz¨®n delante de su esposa, la tambi¨¦n escritora Joan Didion, cuando la pareja se dispon¨ªa a cenar. Didion se?ala que aunque desde ni?a se hab¨ªa acostumbrado a buscar refugio en la literatura cuando se sent¨ªa asediada por las dificultades, tard¨® diez meses en iniciar la redacci¨®n de El a?o del pensamiento m¨¢gico. El libro es un intento de trascender el estupor y sinsentido en que nos deja sumidos el dolor cuando experimentamos la muerte de alguien muy cercano. Ochenta y ocho d¨ªas despu¨¦s pon¨ªa punto final a un texto cuya escritura le permiti¨® comprender lo cerca que hab¨ªa estado, literalmente, de la locura. La historia tiene una coda cruel. Cuando su hija recuper¨® la consciencia, Joan Didion pas¨® por el doloroso trance de comunicarle la noticia de la muerte de su padre. Aparentemente recuperada, Quintana Dunne asisti¨® a una ceremonia funeraria celebrada en la catedral de Saint Patrick y al cabo de unos d¨ªas se desplaz¨® en avi¨®n a California, su lugar de residencia habitual. Pero poco despu¨¦s de tomar tierra en el aeropuerto de Los ?ngeles le sobrevino una embolia pulmonar que exigi¨® su internamiento en cuidados intensivos. Muri¨® unos meses despu¨¦s, con 39 a?os, uno menos de los que hab¨ªa durado el matrimonio de sus padres. El a?o del pensamiento m¨¢gico estaba ya redactado cuando falleci¨® su hija y aunque su tema es el poder devastador de la muerte, Didion no alude en ¨¦l a esta circunstancia. "Creo que mi visi¨®n de la muerte no cambi¨® tan radicalmente con la p¨¦rdida de John como con la de Quintana; ahora son muy pocas las cosas negativas que me pueden suceder", afirm¨®. Son palabras que ponen de relieve la impresionante fortaleza interior de Joan Didion, una mujer de aspecto f¨ªsico sumamente fr¨¢gil, que movida por la urgencia de comunicar su experiencia a otros, acept¨® someterse a los rigores de una gira de promoci¨®n que ten¨ªa muy poco que ver con razones comerciales.
PREGUNTA. Su libro rompe con uno de los grandes tab¨²es de la sociedad norteamericana, atrevi¨¦ndose a abordar de manera frontal el tema de la muerte.
RESPUESTA. De hecho, la actitud de los norteamericanos ante la muerte fue uno de los motivos que me llevaron a escribir El a?o del pensamiento m¨¢gico. Yo misma hab¨ªa rehuido siempre encararme con el tema de la muerte, hasta que un d¨ªa no me qued¨® m¨¢s remedio que hacerlo y cuando sucedi¨®, me di cuenta de que no estaba preparada. La muerte era terra incognita. No hab¨ªa mapas para adentrarse en ella. Comprend¨ª que mi obligaci¨®n era romper el sortilegio y entrar, aunque fuera a ciegas.
P. ?Por qu¨¦ "pensamiento m¨¢gico"?
R. Los antrop¨®logos y los psiquiatras hablan de "pensamiento m¨¢gico" para referirse a una actitud mental que nos hace sentirnos firmemente convencidos de que tenemos poderes para influir en el curso de los acontecimientos. El pensamiento m¨¢gico es caracter¨ªstico de los ni?os. Cuando una pareja se divorcia es frecuente que los hijos se sientan culpables; tienden a creer que la causa de la separaci¨®n es su mal comportamiento. Los ritos propiciatorios que buscan provocar la lluvia son un ejemplo muy caracter¨ªstico de pensamiento m¨¢gico entre adultos. Cuando perd¨ª a mi marido me aferr¨¦ al pensamiento m¨¢gico con una intensidad que despu¨¦s me caus¨® asombro. Me negaba a tirar sus zapatos porque estaba convencida de que si los conservaba, John volver¨ªa a por ellos.
P. En el libro habla de experiencias muy ¨ªntimas, ?le result¨® dif¨ªcil escribirlo?
R. Fue una experiencia dif¨ªcil y dolorosa, pero tambi¨¦n reconfortante. La verdad es que El a?o del pensamiento m¨¢gico fue un libro inevitable, no estaba en mi mano no escribirlo. Cuando le puse punto final, me di cuenta de que hab¨ªa sido una experiencia luminosa.
P. ?Le cost¨® trabajo dar con una estructura adecuada?
R. Tuve muchas dificultades para encontrar una estructura adecuada. De hecho no me result¨® posible empezar el libro hasta que comprend¨ª que ten¨ªa que reproducir con toda fidelidad la manera en que viv¨ª la experiencia de la muerte de John. Reviv¨ªa de manera incesante los momentos m¨¢s dolorosos, el impacto de la muerte, pero cada vez que volv¨ªa a los hechos mi visi¨®n de los mismos cambiaba levemente, y eso es lo que hice al escribir el libro, volver una y otra vez sobre lo mismo, con variaciones. La estructura de El a?o del pensamiento m¨¢gico es obsesiva, porque la experiencia del dolor y la p¨¦rdida fue obsesiva. En el libro regreso incesantemente a los acontecimientos clave, intentando ver alguna salida diferente, como si las cosas hubieran podido discurrir por otro cauce. Todo giraba en torno a mi obsesi¨®n, y en el libro tambi¨¦n hago que todo vuelva sobre s¨ª mismo de manera obsesiva.
P. ?Por qu¨¦ le da tanta importancia a la poes¨ªa?
R. La poes¨ªa ha sido siempre fundamental para m¨ª, desde que era ni?a, y lo sigue siendo. La poes¨ªa me ha acompa?ado y consolado en todo momento. En mi cabeza escucho constantemente retazos de poemas.
P. Cuando termin¨® El a?o del pensamiento m¨¢gico dijo que estaba segura de que habr¨ªa reacciones adversas de la cr¨ªtica. ?Ha sido as¨ª?
R. Para asombro m¨ªo, la respuesta de la cr¨ªtica ha sido sumamente positiva. Aunque tambi¨¦n es cierto que a algunos lectores les result¨® inc¨®modo que abordara un tema tab¨² y ahondara en cierto tipo de sentimientos de manera tan abierta.
P. Desde los comienzos de su carrera ha alternado el ensayo y la ficci¨®n, aunque hace alg¨²n tiempo que no publica una novela. ?Qu¨¦ g¨¦nero le plantea m¨¢s dificultades? ?Tiene intenci¨®n de volver pronto a la novela?
R. La novela y el ensayo son como el d¨ªa y la noche, mejor dicho, como la noche y el d¨ªa. Escribir una novela es como adentrarse en una noche muy larga y oscura. El ensayo es luminoso, su escritura tiene lugar a pleno sol. No quiero decir con esto que el ensayo sea un g¨¦nero f¨¢cil, no lo es ni mucho menos, s¨®lo que escribir ensayo es una actividad racional, mientras que escribir una novela es muy parecido a so?ar. En estos momentos no me siento inclinada a entrar en ese largo sue?o, pero no descarto hacerlo m¨¢s adelante.
P. Siempre ha dicho que le interesaban m¨¢s las im¨¢genes que las ideas. ?Le ha ayudado eso en su labor como guionista?
R. Curiosamente, mi predilecci¨®n por las im¨¢genes no me ha servido para escribir guiones. La satisfacci¨®n que me ha dado escribir guiones tiene que ver con aspectos t¨¦cnicos. Es algo que se me da bien, como cocinar. No tiene nada que ver con la escritura, propiamente dicha. Los guiones no contemplan la figura del lector. No est¨¢ previsto que se lean. Son una herramienta al servicio del director.
P. ?Qu¨¦ nos puede decir del proyecto teatral que lleva a cabo con su amiga Vanessa Redgrave?
R. Trabajo en un mon¨®logo dram¨¢tico que empieza a partir de los hechos que narro en El a?o del pensamiento m¨¢gico. S¨®lo habr¨¢ un personaje, representado por Vanessa Redgrave. La obra se estrenar¨¢ en marzo de 2007, en Nueva York. Me est¨¢ encantando hacer este trabajo.
P. ?Cu¨¢l es su ideal de estilo?
R. Econom¨ªa, claridad, sencillez. No hay nada m¨¢s dif¨ªcil que la aparente facilidad. Una vez efectu¨¦ un examen minucioso del principio de Adi¨®s a las armas, de Hemingway. Cont¨¦ las comas, los adjetivos, las frases, las cl¨¢usulas... y me di cuenta de lo complej¨ªsima que era su manera de estructurar el trabajo. Sin embargo, cuando se lee la prosa de Hemingway se tiene la sensaci¨®n de que se est¨¢ delante de un arroyo cristalino que discurre por un cauce de granito.

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