El Azkena Rock consolida su apuesta con 44.100 espectadores
Pearl Jam y Wolfmother triunfaron en el cierre del festival de Vitoria
Vitoria asumi¨® hace cuatro a?os el dif¨ªcil reto de consolidar en la capital vasca con menos actividad musical un festival centrado en la vertiente m¨¢s cl¨¢sica y guitarrera del rock. La apuesta, el Azkena Rock, parece confirmarse como un ¨¦xito, ya que en su quinta edici¨®n ha vuelto a batir su r¨¦cord de espectadores. Un total de 44.093 personas han seguido las tres jornadas en las que la m¨²sica no ha dejado de sonar durante m¨¢s de 40 horas en la campa de Mendizabala de la capital alavesa.
El espaldarazo definitivo se lo dieron durante la noche del s¨¢bado y la madrugada de ayer los casi 20.000 aficionados que acudieron al recinto, en su mayor¨ªa atra¨ªdos por los ¨¦xitos y las nuevas composiciones de Pearl Jam. El grupo de Eddie Vedder abord¨® viejas piezas como Daughter, Even flow o Better man y dio a conocer temas de su nuevo ¨¢lbum, como World wide suicide, Severed hand, Marker in the sand y Gone. La banda de Seattle ha sumado letras sombr¨ªas y bien surtidas de alusiones a la muerte, el dolor y la locura a su conocida ¨¦pica rockera.
La adaptaci¨®n del I believe in miracles de los Ramones, dedicada al difunto Johnny Ramone, y la interpretaci¨®n del conocido Rockin' in the free world, de Neil Young, como antesala del fin de fiesta que supuso Yellow ledbetter, fueron otros dos momentos destacados de una velada en que hubo espacio para el lucimiento de todos los m¨²sicos. Ni siquiera falt¨® un solo de bater¨ªa. Vedder, enfundado en una camiseta de Misfits, se mostr¨® c¨®mplice, cercano, se esforz¨® en dirigirse en castellano a sus seguidores y, pese a que hace tiempo que quedaron atr¨¢s los d¨ªas dorados del grunge, demostr¨® que la suya no es una propuesta anacr¨®nica.
Los m¨¢s solventes
Los suecos The Nomads, grupo de referencia para muchos seguidores del rock musculoso y del rock and roll sin fisuras, tambi¨¦n homenajearon a otro rockero fallecido, Kike Turmix, aunque los otros triunfadores de la noche fueron Wolfmother. El power trio australiano exhibi¨® hard rock y carnoso rock setentero, logr¨® retrotraerse a los or¨ªgenes del heavy metal y no eludi¨® sus influencias progresivas ni psicod¨¦licas.
Floje¨® el rock pantanoso de Kim Salmon, mientras que los estadounidenses Supagroup, sin sorpresas, cumplieron con el gui¨®n previsto con una generosa raci¨®n de movilidad, actitud, poses de guitar hero, solos incisivos de Gibson SG y un sonido entre el hard rock, el rock and roll seg¨²n AC/DC y el hard boogie. Hicieron lo que saben hacer. Sus compatriotas My Morning Jacket intentaron aproximarse con sus ambientaciones a Wilco, mientras que el rugido de Mondo Generator puso punto final al festival.
Wolfmother y Pearl Jam sumaron as¨ª sus nombres a los de Iggy & The Stooges, Redd Kross, Marah y Big Star como grupos m¨¢s solventes en el festival. No pueden presumir de lo mismo artistas como Buckcherry, paladines del hard rock m¨¢s efectistas y exhibicionistas que efectivos, o New York Dolls, que relegaron a un sorprendente segundo plano sus enormes cl¨¢sicos entre el glam y el rock and roll m¨¢s desenfado, aut¨¦nticos incunables adorados por la parroquia rockera.
La respuesta del p¨²blico ha supuesto la definitiva confirmaci¨®n del Azkena Rock Festival como un encuentro singular e imprescindible en el saturado panorama festivalero espa?ol. Lo que empez¨® en 2002 como una discreta cita rockera en una sala con capacidad para poco m¨¢s de mil personas, ocupa ahora un espacio con cabida para 30.000 espectadores diarios, atrae a 400 periodistas acreditados desde varios pa¨ªses y abarrota los hoteles de la capital alavesa y localidades cercanas. Su presupuesto asciende a 2.800.000 euros.
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