"Europa nos deja abandonados a nuestra suerte con la inmigraci¨®n"
Javier Galparsoro (Valladolid, 1956), presidente de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Euskadi desde 1989, acaba de vivir una semana muy ajetreada. La llegada de cuatro polizones subsaharianos en un mercante al Puerto de Santurtzi el pasado d¨ªa 22 interrumpi¨® de forma brusca sus vacaciones y desde entonces se ha volcado en el caso. Uno de los cuatro polizones consigui¨® que se admitiese a tr¨¢mite su petici¨®n de asilo. Los otros tres se encuentran en tierra de nadie en el puerto desde el pasado jueves, aunque su situaci¨®n puede quedar despejada esta semana.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se admite a tr¨¢mite la petici¨®n de un poliz¨®n y no de los otros tres?
Respuesta. Proceden de pa¨ªses distintos. Ese cuarto poliz¨®n es de Burundi, un pa¨ªs de los tres que para Naciones Unidas y para el Gobierno espa?ol est¨¢ considerado de mayor convulsi¨®n. ?l ten¨ªa un relato m¨¢s consistente que el resto y unas pruebas m¨ªnimas, pero no le han concedido el asilo; ha sido aceptada su petici¨®n para ser estudiada.
"El Gobierno central nos ha pedido a las ONG que acojamos a inmigrantes de Canarias 15 d¨ªas. ?Y qu¨¦ integraci¨®n se puede hacer en 15 d¨ªas?"
"Hace seis a?os, Espa?a ten¨ªa unos 500.000 inmigrantes y hoy tenemos cuatro millones. Y ello ha sido buen¨ªsimo para Espa?a"
P. ?C¨®mo llega una persona a pedir asilo?
R. No tienen que pedirlo necesariamente, porque posiblemente no conocen esa figura. Al relatar sus circunstancias, que temen por su vida, ya est¨¢n expresando una de las causas previstas en la Convenci¨®n de Ginebra. Hay aproximadamente 40 millones de refugiados en el mundo, seg¨²n Naciones Unidas. Al asilo todo el mundo le a?ade el calificativo de pol¨ªtico, pero la definici¨®n del asilo es m¨¢s amplia. Se trata de una petici¨®n de personas que temen ser perseguidas por causa de raza, etnia, religi¨®n, nacionalidad, pertenencia a un grupo determinado o ideolog¨ªa pol¨ªtica.
P. ?Qu¨¦ ha pasado para que estos cuatro polizones embarcasen el 16 de abril y hasta el 22 de agosto no se tenga noticia de ellos, aunque su barco haya pasado por distintos puertos?
R. No tengo ni idea. Eso es un bochorno, especialmente para los pa¨ªses por los que ha pasado este barco, firmantes de la Convenci¨®n de Ginebra, que en teor¨ªa estar¨ªan en disposici¨®n de hacer lo que ha hecho Espa?a. Tengo la constancia de que el buque ha estado en G¨¦nova, en Gibraltar, en un puerto griego y en Lisboa. Que no hayan recibido ning¨²n tipo de asistencia jur¨ªdica, ninguna presencia de ONG, ning¨²n reconocimiento m¨¦dico, es un bochorno. Dicen que aqu¨ª, en Espa?a, damos muchas facilidades. No es as¨ª. Simplemente aplicamos la ley; otros no lo hacen.
P. ?C¨®mo es posible que pa¨ªses avanzados den la espalda a estas cuatro personas?
R. ?sta es la Europa que tenemos, desgraciadamente, la misma Europa a la que la vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, le est¨¢ diciendo que no ofrece suficiente colaboraci¨®n en la crisis de los cayucos. Espa?a es la frontera sur de Europa. Es inconcebible que nos dejen abandonados a nuestra suerte. Se han desentendido de este problema. Parece que nos advierten de que la inmigraci¨®n africana es un problema de Espa?a, pero toda persona que entra en este momento en Espa?a est¨¢ entrando en un espacio com¨²n europeo. Luego que no se lamente nadie.
P. ?Cu¨¢ntos inmigrantes procedentes de Canarias va a acoger Euskadi?
R. No lo sabemos. Las cifras no se han concretado, pero ser¨¢n pocos, como ha indicado el consejero Javier Madrazo. Y debe ser as¨ª, pues tambi¨¦n son pocos los inmigrantes legales en esta comunidad Hay que hacer una acogida de los 18.000 de Canarias, pero proporcional a la capacidad, al volumen de inmigraci¨®n y a los dispositivos para ese acogimiento.
P. ?Qui¨¦n se encargar¨¢ de esa acogida?
R. Las ONG. Ya hemos elaborado un plan. El Gobierno central nos ha pedido que les acojamos 15 d¨ªas, no nos pide m¨¢s. ?Y qu¨¦ integraci¨®n se puede hacer en 15 d¨ªas? ?Qu¨¦ hacen ellos despu¨¦s? Se conforma con muy poco el Gobierno.
P. ?Por qu¨¦ no se les puede repatriar?
R. Algunos porque vienen sin documentos y no se sabe de d¨®nde proceden.
P. Y en otros casos no existen convenios de repatriaci¨®n con sus pa¨ªses de origen.
R. Eso dicen, pero no es necesario que haya convenio para repatriar a una persona. Yo soy espa?ol y si me pillan en Nueva Zelanda, con quien no hay convenio, haciendo algo raro y me expulsan, Espa?a me acepta. ?ste es otro invento que no se corresponde con la realidad. Lo que hace falta es constatar que uno es de un pa¨ªs.
P. ?Qu¨¦ les pasa a esos inmigrantes llegados en cayuco a Canarias cuando ya no se les puede retener por m¨¢s tiempo?
R. Malviven por las calles. Vienen con un estigma que se llama orden de expulsi¨®n, que les impide trabajar. Muchos de estos inmigrantes est¨¢n pasando hambre, porque no entran en los programas de acogida, y muchos duermen en la calle. ?ste es el cuarto mundo, el tercer mundo en el primero. Su situaci¨®n es dram¨¢tica. Son muertos en vida. No se les puede expulsar y aqu¨ª no pueden vivir como otra persona cualquiera.
P. ?Qu¨¦ se puede hacer?
R. Me consta que el Gobierno vasco est¨¢ presionando al central para que, si vienen estos inmigrantes, lo hagan con alguna documentaci¨®n. Si el Gobierno no les puede expulsar, tendr¨¢ que darles alguna documentaci¨®n, un permiso por razones humanitarias. Si no, flaco servicio se hace a la causa.
P. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n a esta avalancha de inmigrantes?
R. No la hay. Hace seis a?os, Espa?a ten¨ªa aproximadamente unos 500.000 inmigrantes y hoy tenemos cuatro millones. Y, contra quienes pronosticaban una cat¨¢strofe, ha sido buen¨ªsimo para Espa?a.
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