Nadal dice adi¨®s a Nueva York
Inc¨®modo, nervioso, impaciente, el espa?ol pierde en cuatro 'sets' ante el ruso Yuzhny
Roto, desanimado, sin evitar en su rostro una mueca de decepci¨®n, se quit¨® la cinta roja del pelo, salud¨® a Mijail Yuzhny y le felicit¨®. Rafael Nadal, el n¨²mero dos del tenis mundial, no pudo cumplir su sue?o de ser por primera vez semifinalista del Open de Estados Unidos al caer derrotado inesperadamente ante el 52?. Yuzhny cuaj¨® un partido espl¨¦ndido y acab¨® con la ilusi¨®n del espa?ol en tres horas y 16 minutos: 6-3, 5-7, 7-6 (7-5) y 6-1. El torneo perdi¨® as¨ª uno de sus principales atractivos y vio desvanecerse la posibilidad de reeditar el duelo de Nadal con el suizo Roger Federer, el uno, ya visto este a?o en Par¨ªs, sobre tierra, y Londres, sobre hierba. Nueva York tendr¨¢ que esperar.
El 'n¨²mero dos' desperdici¨® tres bolas para anotarse la tercera manga
Nadal ha mejorado en las pistas duras, pero a¨²n se le atragantan. Rey de la tierra batida, el manacorense ha progresado en la hierba, pero est¨¢ lejos de dar su mejor versi¨®n sobre el cemento. Dijo el martes que estaba satisfecho de c¨®mo ven¨ªa jugando, pero reconoci¨® que no estaba realizando su mejor juego. Nada hac¨ªa prever, sin embargo, que Yuzhny le echara precipitadamente. Nadal, que se hab¨ªa preparado a conciencia para esta cita, se qued¨® a un paso de su objetivo de estar entre los cuatro aspirantes al t¨ªtulo.
La historia ya empez¨® mal porque a Nadal le cost¨® un mundo entrar en el estadio Louis Armstrong. No se le vi¨® c¨®modo desde el principio. Pareci¨® nervioso, impaciente, y cometi¨® errores impropios de ¨¦l. El saque no le entraba. Tiraba corto. Encima, se top¨® con un rival al que le sal¨ªa todo redondo. Yuzhny ha alcanzado en este curso las semifinales de Dubai y Austria y ante s¨ª ten¨ªa al campe¨®n de Roland Garros y subcampe¨®n de Wimbledon. No ten¨ªa nada que perder. Ha ganado pocas cosas, pero no se asusta por casi nada. Est¨¢ curado de espantos: en 2002, Kafelnikov fue baja para el partido y el punto decisivo en la final de la Copa Davis contra Francia, en Par¨ªs. Le sustituy¨®. Y venci¨®.
Con esa misma mentalidad ganadora sali¨® Yuzhny. Su primer servicio fue inapelable y se fue creciendo a medida que avanzaba el partido. Gan¨® el primer juego en blanco y exhibi¨® su mejor tenis ante un Nadal que jug¨® muchas veces con excesiva precipitaci¨®n. Su cara era un poema mientras desde las gradas se ve¨ªa a sus fans con pancartas: "Vamos, Rafa" o "?quieres casarte conmigo?". Los ¨¢nimos no le sirvieron. El ruso dominaba por 4-3 y el balear desperdici¨® tres pelotas de break.Impensable. Justo lo que no hizo Yuznhy, que no derroch¨® su ocasi¨®n. En 47 minutos, 6-3.
Pero Nadal tiene una gran virtud: pese a no jugar bien y estar descentrado, planta cara al m¨¢s pintado. En el segundo set se fue con un 3-0. Su adversario le igual¨®, pero a¨²n le quedaban fuerzas: lleg¨® a desperdiciar dos pelotas para 6-5, pero gan¨® por 7-5.
Despu¨¦s pareci¨® resurgir el Nadal de siempre, m¨¢s concentrado, m¨¢s atento, con un juego mucho m¨¢s agresivo. Pero estaba escrito que Yuznhy, verdugo de David Ferrer y Tommy Robredo iba a aguantar. Nadal se coloc¨® con 5-4 y 0-40 a su favor, pero desperdici¨® tres bolas de set. Ese error fue capital. Yuznhy forz¨® la muerte s¨²bita. Ni siquiera tuvo Nadal la suerte de los campeones: la cinta no estuvo con ¨¦l. Yuznhy acab¨® imnponi¨¦ndose por 7-6.
La cuarta manga fue un paseo para Yuzhny. Rompi¨® dos veces el servicio de Nadal y se situ¨® 5-0. S¨®lo le quedaba al mallorqu¨ªn salvar el honor. Logr¨® un juego y nada m¨¢s. Y Yuzhny, que hizo en global el doble de puntos ganadores (49 por 23), se llev¨® el duelo ante la decepci¨®n de Nadal.
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