Tony Blair dejar¨¢ el poder antes de un a?o
El primer ministro brit¨¢nico no da fecha para su dimisi¨®n, pero la prensa asegura que ser¨¢ en mayo
Tony Blair anunci¨® ayer p¨²blicamente lo que ya hab¨ªan dicho estos d¨ªas sus aliados: que abandonar¨¢ el poder antes de que se celebre el congreso laborista del a?o que viene, en septiembre de 2007. Pero el primer ministro se neg¨® ayer a fijar una fecha concreta para dimitir y se reserv¨® el derecho a anunciarlo en el momento que a ¨¦l le parezca m¨¢s oportuno. Pese a las acusaciones de traici¨®n y golpe de Estado lanzadas la v¨ªspera por colaboradores de Blair por la actuaci¨®n de su gran rival y m¨¢ximo favorito para sucederle, el ministro del Tesoro, Gordon Brown, la prensa brit¨¢nica apuntaba ayer por la tarde que ambos han llegado al acuerdo de que Tony Blair se vaya el pr¨®ximo 4 de mayo, al cumplirse 10 a?os de su llegada al poder.
Aunque algunos aliados de Gordon Brown se quejaron de que el anuncio no supone una novedad, el ambiente de crispaci¨®n en el seno del Partido Laborista ha empezado a calmarse, con numerosas y aliviadas apelaciones a "volver al trabajo".
Brown, de viaje en Escocia, empez¨® la escenificaci¨®n del anuncio al comparecer unos instantes ante la prensa, a las dos de la tarde, para pronunciarse por primera vez sobre la crisis. Lo hizo con las palabras conciliadoras a las que recurre siempre en estos casos a la hora de hablar en p¨²blico: subray¨® la situaci¨®n excepcional de que el primer ministro haya dejado claro que no piensa presentarse a las pr¨®ximas elecciones, pero admiti¨® que le corresponde a ¨¦l elegir el momento de abandonar el poder. "Le he dicho, y quiero dejarlo claro hoy otra vez, que le apoyar¨¦ en la decisi¨®n que tome, que esto no es ni puede ser una cuesti¨®n de acuerdos privados, sino algo que es de la m¨¢xima importancia para nuestro partido y, m¨¢s a¨²n, para nuestro pa¨ªs".
Apenas media hora despu¨¦s, Blair aprovechaba una visita a un colegio del norte de Londres para declarar en p¨²blico lo que sus portavoces ya hab¨ªan anunciado por la ma?ana y sus pr¨®ximos hab¨ªan adelantado dos d¨ªas antes: que se ir¨¢ antes de un a?o, aunque sin especificar cu¨¢ndo. "Preferir¨ªa hacer esto a mi manera, pero es obvio por lo que bastantes de mis compa?eros de Gabinete han dicho antes esta semana", reflexion¨® antes de pronunciar la frase m¨¢gica: "El pr¨®ximo congreso del partido, dentro de un par de semanas, ser¨¢ mi ¨²ltimo congreso como l¨ªder del partido".
Humillaci¨®n
Si hubiera dicho eso hace tan s¨®lo unos meses, los laboristas se habr¨ªan ahorrado una profunda crisis que les ha puesto en evidencia ante la opini¨®n p¨²blica, y los seguidores de Brown habr¨ªan tenido menos argumentos para forzar su marcha antes de la fecha tope anunciada ayer. Pero la declaraci¨®n supone una inmensa humillaci¨®n para Tony Blair porque hace tan s¨®lo una semana se neg¨® a dar ning¨²n tipo de fecha sobre su retirada. Ha tenido que haber una revuelta p¨²blica para que diera marcha atr¨¢s.
El anuncio fue recibido con alivio por numerosos parlamentarios, no s¨®lo en el campo de los blairistas. Pero la crisis se habr¨ªa cerrado en falso si el tiempo no confirma que hay un pacto privado entre Blair y Brown sobre el calendario definitivo.
Jack Straw -antiguo ministro de Exteriores, hombre de aparato, que fue muy cercano a Blair pero se ha ido moviendo hacia las posiciones de Brown, y aspira a ser viceprimer ministro cuando el canciller del Exchequer llegue al poder- reforz¨® ayer esa impresi¨®n de pacto al referirse a la posibilidad de que Blair deje el poder "a mitad de una legislatura normal de cuatro a?os". Es decir, en mayo de 2007.
El vespertino The Evening Standard aseguraba ayer por la tarde que el pacto implica que Tony Blair anunciar¨¢ en febrero su decisi¨®n de dejar el poder el 4 de mayo de 2007. Eso le permitir¨ªa cumplir 10 a?os consecutivos en el n¨²mero 10 de Downing Street, Gordon Brown podr¨ªa ser primer ministro el 15 de junio -varias semanas antes de las vacaciones parlamentarias de verano- y todo ello podr¨ªa actuar como freno a la sangr¨ªa de votos que se espera que sufra el Partido Laborista en las elecciones locales, escocesas y galesas de mayo pr¨®ximo.
Pero han sido muchos los pactos privados que o no se han cumplido o nunca existieron y que han llevado al deterioro de las relaciones entre los dos gallos del laborismo. Si no ha habido pacto, la calma puede dar paso a nuevas tempestades en los pr¨®ximos meses, en la medida en que Gordon Brown tema que ha de esperar a¨²n todo un a?o para acceder al liderazgo.
Las relaciones entre el primer ministro y el canciller del Exchequer son tan malas que los ayudantes de Blair en Downing Street acusaron a Brown de "chantajista" y de "haber organizado un golpe de Estado contra el primer ministro". La pelea recuerda el ambiente de crispaci¨®n y navajazos por la espalda que rode¨® la marcha de Margaret Thatcher en 1990. La gran diferencia es que el Partido Conservador estaba entonces dividido ideol¨®gicamente, sobre todo acerca de la cuesti¨®n europea. Pero, como subray¨® el mi¨¦rcoles el propio Blair en su carta al subsecretario de Defensa, que dimiti¨® para forzarle a ¨¦l a hacer lo propio, no hay ahora ninguna divisi¨®n ideol¨®gica en el laborismo, a diferencia de lo que ocurr¨ªa en los a?os ochenta.
Hay, sobre todo, una guerra personal por el poder: Blair ya s¨®lo lucha por mantenerse en ¨¦l y Brown siempre ha luchado por conseguirlo. Pero, aunque hay matices que les diferencian, nada ser¨ªa muy distinto en el Reino Unido si gobernara el uno en vez del otro. Y eso es precisamente lo que m¨¢s aburre de esta pelea a la opini¨®n p¨²blica.
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