Promoci¨®n de alta seguridad
Evanescence presenta su nuevo disco ante un escogido grupo de 'fans'
En el Espacio Movistar del F¨°rum de Barcelona no se pod¨ªa tener un m¨®vil en el bolsillo. El grupo Evanescence, que hab¨ªa escogido a Barcelona junto a Londres y Par¨ªs como ¨²nicos puntos de encuentro con sus seguidores en Europa, tem¨ªa que un ¨¦mulo del inspector Gadget disimulase en un m¨®vil un sofisticado grabador que permitiese reventar el disco que se iba a escuchar, colg¨¢ndolo en la Red.
Evanescence es un grupo de Arkansas que gracias a su anterior ¨¢lbum, Fallen, ha vendido m¨¢s de 13 millones de copias por todo el mundo. El pr¨®ximo d¨ªa 3 se publica su nuevo trabajo, The open door, un disco que habida cuenta de las dificultades que comporta individualizarse en un mercado fragmentado en el que ya no se venden tantos discos como anta?o, requiere una presentaci¨®n singular. Dicho y hecho. Evanescence se plantaron en Barcelona, les encanta Gaud¨ª y las anchoas, y en el Espacio Movistar se citaron con dos centenares de seguidores para dejarles escuchar en primicia siete cortes del ¨¢lbum, responder a sus preguntas y hacer una peque?a actuaci¨®n ac¨²stica.
Para definir Evanescence nada mejor que pensar en una chica de voz angelical secundada por una cuadrilla de mercenarios repartiendo guitarrazos con la soltura de hoplitas en plena lucha. Los ingleses han dicho que se trata de un cruce entre Linkin Park y Tori Amos, y otros lo definen como un grupo de rock g¨®tico y "metalero".
Acomodados todos en el azul criptonita de la carpa, alguien puso en marcha un reproductor de audio dando salida a la m¨²sica de The open door, que record¨® a lo de siempre: a Enya cantando en la Seat. Sonaron siete cortes que dejaron satisfecho al promotor que traer¨¢ al grupo en concierto en noviembre. "Suena parecido a Fallen", afirm¨® feliz.
Acabado el ritual, Amy Lee, ¨²nica superviviente de la formaci¨®n original, y John LeCompt, sustituto de Ben Moody, fundador del grupo junto a Amy, comparecieron para que los seguidores les hiciesen preguntas cuyas respuestas (dadas casi todas por Amy) no difirieron demasiado de las brindadas antes a los periodistas. A saber: "No sentimos la presi¨®n de vender muchos discos; nos interesa m¨¢s la m¨²sica que el negocio; en este ¨¢lbum hay m¨¢s guitarras pero tambi¨¦n ha ganado presencia el piano; me gusta Barcelona, es la ciudad europea que m¨¢s me gusta y por eso grabamos en ella un v¨ªdeo y hoy estamos aqu¨ª; lo importante es traducir mis sentimientos en palabras; no busco que la gente se identifique conmigo, pero me alegra de que ocurra", etc¨¦tera. El ¨²nico tema diferente que trataron con los periodistas fue la impronta cristiana de la banda, uno de cuyos miembros se fue para formar un grupo de rock cristiano de esos que hacen furor en los santos Estados Unidos. Al responder a una pregunta al respecto Amy afirm¨®: "En Estados Unidos hay grupos cristianos y seculares, nosotros somos seculares, pero cristianos. El hecho de ser cristiana influye en mi manera de ser y en mi m¨²sica". ?Qui¨¦n dijo que el rock era demoniaco?
Luego el d¨²o, acompa?ado por un chelista, interpret¨® cuatro piezas del nuevo disco. Amy, ataviada como es de rigor con un traje negro al que hab¨ªa dado vida con unas campestres vueltas de color, para marcar distancias con la est¨¦tica Morticia Adams.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.