M¨¢s iberoamericana

La creaci¨®n de una nueva Secretar¨ªa de Estado para Iberoam¨¦rica en el Ministerio de Asuntos Exteriores es una apuesta sobradamente justificada por una regi¨®n con la que Espa?a tiene cruciales lazos sociales, hist¨®ricos, culturales y econ¨®micos. M¨¢s a¨²n en un momento especialmente delicado en su evoluci¨®n, desde los problemas con Bolivia a la nueva etapa que se abre para Cuba con la enfermedad de Fidel Castro, o las nuevas dimensiones multilaterales que requieren una especial atenci¨®n.

Trinidad Jim¨¦nez pasa a ocupar el nuevo cargo y deja la oposici¨®n en el Ayuntamiento de Madrid sin cabeza a menos de siete meses de las elecciones. La nueva secretaria de Estado se form¨® en la buena escuela iberoamericana de Felipe Gonz¨¢lez. Como responsable de Relaciones Internacionales del PSOE, cargo que conviene que deje pues ahora representa al Gobierno y no al partido, matiz¨® mucho la pol¨ªtica de simpat¨ªa oficial hacia Ch¨¢vez y se ha manifestado a favor de muchos disidentes en Cuba, por lo que no ser¨¢ bien vista como interlocutora por el r¨¦gimen cubano en esta nueva fase.

La pol¨ªtica exterior espa?ola deber¨ªa con este nuevo esquema recuperar peso y capacidad en Iberoam¨¦rica, aunque dif¨ªcilmente suceder¨¢ si falta el empuje personal del propio presidente del Gobierno. Espa?a cuenta con un abanico de frentes exteriores realmente serios, desde ?frica y la inmigraci¨®n hasta Oriente Pr¨®ximo, donde Espa?a tiene ahora soldados e intereses vitales en juego. El secretario de Estado de Pol¨ªtica Exterior, Bernardino Le¨®n, y el propio ministro, Miguel ?ngel Moratinos, ya no daban abasto para atenderlos, y la encargada de Cooperaci¨®n, Leire Paj¨ªn, est¨¢ dedicada a la potenciaci¨®n de la ayuda al desarrollo, en la que el Gobierno de Zapatero est¨¢ cumpliendo con su compromiso de aumentarla significativamente.

Todo esto obliga a un esfuerzo de coordinaci¨®n extrema en el ministerio y en el Gobierno -la pol¨ªtica de inmigraci¨®n la coordina la vicepresidenta del Gobierno-, pero debe conducir tambi¨¦n a una reforma en profundidad, en una zona de la acci¨®n gubernamental donde ya no hay compartimentos estancos. La ayuda al desarrollo es un instrumento de pol¨ªtica interior, al igual que la introducci¨®n de visados forma parte de la pol¨ªtica europea de extranjer¨ªa. M¨¢s secretarios de Estado, sin embargo, no equivalen necesariamente a m¨¢s eficacia si no hay una transformaci¨®n tanto del aparato administrativo como de las mentalidades de los responsables pol¨ªticos y de los diplom¨¢ticos.