Melvin Schwartz, premio Nobel de F¨ªsica
Desarroll¨® un m¨¦todo para generar un haz de neutrinos de alta energ¨ªa
Melvin Schwartz, quien en 1988 gan¨® el premio Nobel de F¨ªsica, falleci¨® el ¨²ltimo lunes de agosto en su casa de Twin Falls (Idaho). Ten¨ªa 73 a?os y la causa de su muerte fue hepatitis C y la enfermedad de Parkinson, seg¨²n confirm¨® su hijo. "Era un pensador original", declar¨® en The New York Times, Nicholas P. Samios, uno de sus compa?eros de universidad.
Schwartz consigui¨® el premio Nobel, compartido con los estadounidenses J. Steinberger y L. Lederman, por los trabajos en el desarrollo de un m¨¦todo para generar un haz de neutrinos de alta energ¨ªa. Los neutrinos son part¨ªculas subat¨®micas sin apenas masa ni carga el¨¦ctrica. Se producen de forma natural en algunos procesos de desintegraci¨®n radioactiva pero en bajo n¨²mero, lo que hace muy dif¨ªcil su estudio. De ah¨ª que Schwartz revolucionara la f¨ªsica al conseguir reproducirlos en un laboratorio para estudiar sus interacciones con la materia s¨®lida. El experimento, llevado a cabo en el Brookhaven National Laboratory de Long Island en 1966, confirm¨® adem¨¢s la existencia de dos tipos de neutrinos diferentes (a?os m¨¢s tarde se descubrir¨ªa un tercero).
Hasta entonces, a nadie se le hab¨ªa ocurrido tratar de recrear los neutrinos en un ambiente artificial por lo que resultaba imposible entender una de las fuerzas fundamentales que rigen en el universo.
Schwartz era conocido entre sus amigos por ser un esp¨ªritu libre, seg¨²n recordaba Samios. Naci¨® en Nueva York en 1932, en 1958 obten¨ªa el doctorado en Ciencias F¨ªsicas por la Universidad de Columbia. Poco despu¨¦s se convert¨ªa en profesor en la Universidad de Stanford. Le gustaba la docencia pero tambi¨¦n la investigaci¨®n. Sin embargo, a finales de los sesenta la f¨ªsica adquir¨ªa cada vez m¨¢s importancia. "Llegaron los comit¨¦s, formales, grandes. No era el estilo de Mel", asegura Samios.
En 1970 Schwartz fundaba su propia empresa inform¨¢tica, Digital Pathways, dedicada a la seguridad digital y en la que trabajar¨ªa hasta principios de los noventa, cuando su colega Samios le convenci¨® para que regresara al mundo de la investigaci¨®n, que hab¨ªa abandonado al convertirse en empresario. Junto a ¨¦l trabaj¨® en la Universidad de Columbia y en el laboratorio de Brookhaven supervisando diferentes proyectos.
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