El mundo de Morientes

Con los cascos en las orejas, atento a una pel¨ªcula de DVD durante el vuelo de regreso de Atenas, Fernando Morientes celebr¨® encerrado en su mundo su primer hat trick en la Liga de Campeones y la primera victoria de un equipo espa?ol en Grecia en la competici¨®n. Mientras otros daban rienda suelta a la euforia, Morientes mastic¨® su ¨¦xito en solitario, pensativo. Su gesto al cielo en las celebraciones fue para su cu?ado, fallecido hace pocas semanas en un accidente de tr¨¢fico cuando regresaba de verle entrenar con el Valencia. El triplete goleador, el s¨¦ptimo de su carrera, fue para ¨¦l y le situ¨® con 30 goles en la Champions en 76 partidos entre el Madrid, el M¨®naco, el Liverpool y el Valencia, convertido en el s¨¦ptimo mejor goleador tras Ra¨²l (51 tantos), Shevchenko y Van Nistelrooy (43), Henry (41), Del Piero (37) e Inzaghi (34), y por delante de Kluivert (29), precisamente a quien ha sustituido en Mestalla.

Morientes est¨¢ acostumbrado a vivir en un sube y baja continuo. En el Bernab¨¦u vivi¨® entre el desprecio de la directiva y su buen rendimiento en el campo, brill¨® en el M¨®naco dirigido por Deschamps -"me dio una segunda oportunidad, una segunda carrera, con ¨¦l renac¨ª", asegura-, perdi¨® fuelle en el Liverpool por sus problemas f¨ªsicos y ahora vuelve al estrellato. En el c¨¦sped encadena periodos de depresi¨®n con otros de ¨¦xtasis goleador. Puede que por su extrema sensibilidad al entorno y la dependencia de sus estados de ¨¢nimo. En Liverpool, por ejemplo, sufri¨® porque deb¨ªa jugar y entrenarse en Navidad, distanciado de su mujer Victoria y de sus dos hijos, para los que acostumbraba a disfrazarse. Y se deprimi¨® cuando descubri¨® la frialdad inglesa en torno a los equipos. Sin ruedas de prensa, sin presi¨®n. A?oraba el f¨²tbol espa?ol. "Ten¨ªa mucha ganas de empezar con buen pie porque es una Liga que conozco, el idioma, las costumbres, el ambiente... Parece f¨¢cil pero hay que trabajar mucho", explica, "llevo mucho tiempo en esto y s¨¦ que no es oro todo lo que reluce. Hay momentos buenos y malos y hay que estar a las duras y las maduras. Es importante tener los pies en el suelo, no siempre todo va a ser igual de bonito".

Con 30 a?os, el Moro las ha visto de todos los colores. Ha ganado cuatro finales de la Liga de Campeones, tres con el Madrid y una con el Liverpool, aunque no jug¨® con los reds por haber participado ya ese curso con el club blanco, y perdi¨® la de 2004 con el M¨®naco ante el Oporto. Ese a?o fue el m¨¢ximo goleador del torneo con nueve goles en 12 partidos. Despu¨¦s de contribuir a la eliminaci¨®n del Madrid, Ra¨²l y Figo le dieron una fiesta sorpresa de cumplea?os en su propia casa, preparada por su mujer sin que ¨¦l sospechara nada.

En el Valencia se ha reencontrado con su mejor versi¨®n. Y han llegado los goles, cinco en cuatro partidos oficiales. Fue el delantero de consenso entre el t¨¦cnico, Quique, y el director deportivo, Carboni, y encabeza una revoluci¨®n ofensiva en Mestalla. El equipo no s¨®lo defiende, sino que ataca de muchas maneras diferentes, con Morientes y Villa como punto final. "Los goles sirven para quitarte presi¨®n cuando llegas a un equipo nuevo y en una demarcaci¨®n en la que todos se fijan en los goles que metes m¨¢s que en otra cosa. Los tantos te permiten trabajar m¨¢s tranquilo", dice Morientes. La presi¨®n de acabar con la maldici¨®n del 9 en Mestalla, un dorsal que ni siquiera se utiliz¨® cuando el Valencia gan¨® la Liga de 2004, es enorme. "Es una responsabilidad, pero no creo en maldiciones. Siempre ha sido mi dorsal preferido, junto al 10", cuenta. Siempre ha llevado uno de esos dos, excepto en el Liverpool, cuando visti¨® el 19.

Morientes marc¨® el primer gol de la Liga y sum¨® tres de golpe en Europa despu¨¦s de haber conseguido un doblete en otras siete ocasiones. Incluso la puerta de la selecci¨®n parece abierta para ¨¦l tras 43 veces internacional. "No me quita el sue?o por ahora, pero s¨¦ que debo hacer un buen trabajo en mi club", asegura. En el Valencia, de momento, disfrutan de su buena racha.