Inmoralidad

Ni los votantes del Partido Popular ni nuestra democracia merecen el castigo que les est¨¢ infligiendo la c¨²pula dirigente de este partido, que alcanz¨® ayer a la instituci¨®n que representa la soberan¨ªa popular. Obedeciendo las ¨®rdenes de quienes han inventado y comercializado las m¨¢s escabrosas y delirantes teor¨ªas conspirativas sobre los atentados del 11-M, el portavoz parlamentario popular, Eduardo Zaplana, traslad¨® ayer el c¨²mulo de disparates fabricados por el diario El Mundo y voceados por la emisora de los obispos al Congreso de los diputados, en una interpelaci¨®n parlamentaria de la que no pudo salir muy satisfecho.

El ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, desmont¨® con argumentos racionales las teor¨ªas de la conspiraci¨®n, defendi¨® la labor y la honorabilidad de polic¨ªas y jueces, y denunci¨®, para quien todav¨ªa no se haya dado cuenta, que la iniciativa y las ¨®rdenes sobre el comportamiento parlamentario del PP las est¨¢ dando un peque?o grupo de personas interesadas en el negocio de las teor¨ªas conspirativas y dispuestas a someter al primer partido de la oposici¨®n a sus dictados. La base para sus bochornosos delirios son los testimonios de tres de los acusados en el sumario de los atentados, sin atender a toda la ingente labor realizada por polic¨ªas y guardias civiles, por la fiscal¨ªa y el juez instructor e incluso por la comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso de los Diputados. Ante los razonamientos y las pruebas, que responden al extraordinario nivel de conocimiento sobre la preparaci¨®n y la autor¨ªa de los atentados, Zaplana s¨®lo supo responder con balbuceantes protestas sin sentido.

Har¨ªan bien los dirigentes populares en hacer caso a las recomendaciones del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, en una entrevista que publica la revista Vogue, donde alerta contra los radicales que pretenden apropiarse del PP y aconseja a su partido que no convierta el 11-M en el centro de su labor de oposici¨®n. El l¨ªder de la oposici¨®n, Mariano Rajoy, no asisti¨® a la sesi¨®n parlamentaria de ayer por la tarde. Se ahorr¨® as¨ª el penoso espect¨¢culo propiciado por la deriva en la que se est¨¢ metiendo el primer partido de la oposici¨®n bajo su autoridad.