Las v¨ªctimas del metro acuerdan presentarse unidas como acusaci¨®n particular en el juicio

Las v¨ªctimas del accidente de metro del 3 de julio acordaron ayer presentarse unidas como acusaci¨®n particular en el proceso judicial. Fue una de las pocas decisiones que pareci¨® quedar clara en la primera reuni¨®n que celebraban, que result¨® dif¨ªcil por el n¨²mero de participantes (un centenar) y porque la mayor¨ªa no se conoc¨ªa. Casi todas las voces que intervinieron en la asamblea censuraron al Consell por no haber puesto medidas de seguridad antes del accidente o por su actitud tras el siniestro. Hubo quien reclam¨® dimisiones y quien apost¨® por crear una asociaci¨®n despolitizada.

Las v¨ªctimas reunidas ayer en la Casa de la Cultura de Torrent eran tan heterog¨¦neas como deb¨ªan serlo las 43 personas que perdieron la vida en el convoy de la l¨ªnea 1 del metro de Valencia. El encuentro de ayer, que se extendi¨® m¨¢s de tres horas, fue la primera toma de contacto para fundar una asociaci¨®n. ?Con qu¨¦ objetivo? ?sa fue una de las preguntas que m¨¢s veces se repiti¨® en la asamblea.

En lo que no hubo dudas fue en la opini¨®n que los afectados por el siniestro y sus familiares se han formado de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana y del propio Consell. A la reuni¨®n, convocada por algunas de las v¨ªctimas, y amparada por el Ayuntamiento de Torrent, se present¨® Enrique de Francisco, director general de Coordinaci¨®n. El papel no era f¨¢cil. De Francisco dijo nada m¨¢s llegar que estaba all¨ª para ayudarles, y para escuchar lo que creyeran que el Gobierno valenciano hab¨ªa hecho mal. "?Que si hab¨¦is hecho algo mal?", le dijo un hombre que ten¨ªa enfrente, "50.000 cosas", a?adi¨®, "as¨ª que fuera". El director general no se march¨® finalmente. Permaneci¨® de pie y en silencio durante dos horas.

Las asambleas no resultan sencillas. Y no lo result¨® la de ayer, integrada por un centenar de personas cuyo dolor era evidente. No hab¨ªa orden del d¨ªa. Tampoco moderador. Hasta que un abogado del Ayuntamiento de Torrent y luego un joven, cuyo padre falleci¨® en el metro, asumieron el papel.

En las intervenciones qued¨® clara la enorme confusi¨®n en la que dos meses despu¨¦s del accidente siguen inmersos los afectados en cuanto a tr¨¢mites, v¨ªas procesales, recursos e indemnizaciones. Casi todos los intervinientes criticaron la falta de informaci¨®n ofrecida por la Generalitat. Algunas voces acusaron al Consell de acelerar la entrega de dinero para mantenerlos "callados". Otras rechazaron los intentos de todos los partidos por utilizarlos. Las hubo que criticaron a la prensa y tambi¨¦n quienes la defendieron. Se pidieron dimisiones, que los responsables fueran a la c¨¢rcel o "al menos a la cola del paro". Una pregunta se repiti¨®, formulada de diversas formas, en muchas ocasiones: "?Qu¨¦ ocurri¨®?". "?Hizo el convoy un recto?", es decir, ?se sali¨® de las v¨ªas antes de chocar? "?Hubiera bastado una baliza para evitarlo?" Todos cuantos se pronunciaron en este caso dijeron que s¨ª.

Simplificando, porque la mayor parte de los asistentes no intervino en la asamblea, se intuyeron dos l¨ªneas de proceder en lo que ser¨¢ la asociaci¨®n de v¨ªctimas del accidente. Una apost¨® por mantenerla estrictamente fuera del campo pol¨ªtico, dejar que los tribunales sigan su curso y concentrarse en unificar las acusaciones penales y en obtener una voz coherente que sirva para expresar su tragedia. La otra, sin ser contraria ni necesariamente incompatible con la primera, pareci¨® querer articular, adem¨¢s, una oposici¨®n m¨¢s marcada contra los responsables t¨¦cnicos y pol¨ªticos del accidente.