La carga oculta
El nombre de Judy Budnitz no resultar¨¢ desconocido para quien est¨¦ atento a la ¨²ltima literatura norteamericana traducida al castellano. Su novela Si yo te dijera fue publicada por Alfaguara en 2001, y uno de los relatos de esta colecci¨®n de cuentos, 'Con el agua de la cisterna', hab¨ªa sido incluido, aunque con otro t¨ªtulo, en Generaci¨®n Quemada, la antolog¨ªa de la nueva ficci¨®n norteamericana que Siruela public¨® en 2005, sin duda uno de los mejores de aquel volumen. Los once relatos que completan American baby no hacen sino confirmar con rotundidad lo que tales precedentes hab¨ªan permitido entrever: Judy Budnitz es una escritora magn¨ªficamente dotada; due?a de una imaginaci¨®n sin complejos y de un universo literario inusitadamente personal. Esta ¨²ltima apreciaci¨®n no es, como pudiera parecer, una frase hecha. La literatura norteamericana, pese al momento feliz que est¨¢ viviendo de la mano de un grupo consolidado de buenos escritores nacidos en los sesenta, es una literatura especialmente proclive, por la competencia que se da en ella, a la repetici¨®n de f¨®rmulas; en la que basta que un escritor acierte en la definici¨®n de una est¨¦tica para que de inmediato sea seguido, con m¨¢s o menos fortuna, por decenas de sus colegas.
AMERICAN BABY
Judy Budnitz
Traducci¨®n de M. Antol¨ªn Rato
Alfaguara. Madrid, 2006
344 p¨¢ginas. 17,95 euros
Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n en primera instancia de estos cuentos de Budnitz es, por eso, su radical singularidad, su f¨¦rtil soledad en un campo dominado mayoritariamente por el experimentalismo posmoderno de gusto pop. Budnitz comparte no pocos de los rasgos posmodernos de sus compa?eros de generaci¨®n (el eclecticismo, por ejemplo, perceptible en la diversidad de intenciones que se entrecruzan en sus relatos), pero la experimentaci¨®n, el juego, est¨¢n encauzados por una mirada n¨ªtidamente cr¨ªtica que en no pocas ocasiones cabe calificar de pol¨ªtica y que, incluso cuando no lo es, como en aquellos que se centran en la exploraci¨®n de universos privados de tipo sentimental, est¨¢ guiada por una concienzuda voluntad de indagaci¨®n. La unidad que despiden es as¨ª manifiesta a pesar de la diversidad de procedimientos empleados: f¨¢bulas sobre la emigraci¨®n protagonizadas por espaldas mojadas mexicanos y por novias rusas ofertadas por cat¨¢logo; par¨¢bolas acerca del mal uso del poder en las que se advierte la huella de los acontecimientos posteriores al 11 de septiembre; utop¨ªas negativas, ambientadas en inconcretas islas, que denuncian los efectos nocivos de las sociedades cerradas; alegor¨ªas fant¨¢sticas, aparentemente inocuas, que esconden en su interior una densa carga contra el racismo hip¨®crita que no se reconoce como tal; c¨®micos enredos familiares que acaban erigi¨¦ndose en agridulces met¨¢foras de la condici¨®n humana
Casi todos los cuentos de
Budnitz tienen una doble lectura. La historia que transcurre en la superficie y la ense?anza que cabe deducir al final. Son relatos po¨¦ticos y a menudo atroces, por la incomodidad de muchas de las respuestas que buscan. Su mecanismo no se conf¨ªa al desarrollo de una trama convencional sino a un entretejido de ecos e im¨¢genes que poco a poco configuran algo as¨ª como una atm¨®sfera moral. Ciertamente a algunos de ellos (los menos) puede reproch¨¢rseles un final demasiado abrupto que desdibuja su efecto, pero no es ¨¦ste un defecto que deba tenerse en cuenta ante la abundancia de aciertos. Hay que estar atentos a los pr¨®ximos libros de Judy Budnitz.
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