Un excelente mediocre
?D¨®nde estaba esta preciosa novela? En los fondos de la no menos preciosa colecci¨®n ?ncora y Delf¨ªn, aqu¨¦lla de tapa dura, hasta que este a?o sus editores han decidido volver a imprimirla. George Orwell (Bengala, 1903-Londres, 1950) la escribi¨® justo antes de su famos¨ªsima Rebeli¨®n en la granja y un a?o despu¨¦s de publicar su admirable Homenaje a Catalu?a, historia de su experiencia en el bando republicano durante la Guerra Civil espa?ola. Hasta entonces, este hijo de una pareja que ¨¦l mismo denomin¨® como landless gentry, que destac¨® tanto por sus escasos recursos como por su brillante inteligencia durante sus estudios en Inglaterra y que perteneci¨® m¨¢s tarde a la polic¨ªa imperial india, se hab¨ªa estrenado en la literatura con un par de narraciones que dejaban ver su caldo de cultivo: la s¨¢tira; su entrada en el olimpo de la literatura se producir¨ªa gracias a la mencionada Rebeli¨®n en la granja y al alegado antidictatorial 1984. Obras imperecederas y tan caracter¨ªsticas del siglo XX.
SUBIR A POR AIRE
George Orwell
Traducci¨®n de Ester Donato
Destino. Barcelona, 2006
264 p¨¢ginas. 18 euros
Subir a por aire (?ese detesta
ble "a por", por cierto!) es la historia de un hombre mediocre. Es una de las mejores historias de hombre mediocre que yo he le¨ªdo. Orwell la organiza con notable sabidur¨ªa: la primera parte es una perfecta presentaci¨®n de contenido, tono y voz narradora. La segunda -la m¨¢s extensa y base de toda la estructura- se adentra en el pasado del personaje, su infancia, su adolescencia, la experiencia de la guerra (de 1914-1918), su matrimonio y su forma de vida hasta 1938, fecha en que sucede el relato, es decir, desde la que el personaje habla y cuenta. La tercera narra el acto de decisi¨®n de "subir a por aire". La cuarta cuenta el resultado de su aventura.
Un d¨ªa, inesperadamente, ante un est¨ªmulo, George Bowling revive el mundo de su infancia. "A veces", recapacita, "se tiene la sensaci¨®n de salir del fondo del agua. Aquella vez fue al rev¨¦s, como si al volver a 1900 hubiese respirado aire de verdad". Desde ese momento, la idea de volver a su lugar natal, abandonado veinte a?os atr¨¢s, empieza a tomar cuerpo. Cuando se decide, aprovechando una ganancia afortunada, organiza su coartada y escapa de la familia para sentirse solo en el pueblo donde transcurri¨® su infancia. "La sola idea de volver a Lower Binfield ya me hac¨ªa bien. Ya les he descrito esa sensaci¨®n. ?Subir a por aire! Como las grandes tortugas marinas cuando suben nadando a la superficie, sacan la nariz fuera y se llenan los pulmones de una gran bocanada antes de sumergirse (...) Todos nos est¨¢bamos asfixiando en el fondo de un cubo de basura, pero yo hab¨ªa encontrado el camino a la superficie. ?Volver a Lower Binfield!".
Con astucia, Orwell dedica una parte muy importante de la novela a relatar ese mundo de anta?o y lo hace porque, como un ave de presa, se dispone a caer sobre ¨¦l en el ¨²ltimo cuarto del libro. Pero el libro no es una reflexi¨®n sobre el pasado ni se libra a la nostalgia; es, al contrario, un v¨ªvido y cruel relato del presente. El pasado lo necesita, precisamente, para hablar del presente. El presente es el del gordo y casi cincuent¨®n George Bowling, un hombre sobre el que ha pasado la vida sin que ¨¦l pudiera gobernarla. Es un tipo entra?able, no es tonto sino mediocre, lo sabe y trata de asimilarlo cuando descubre, por el recuerdo, que su situaci¨®n actual no es una maldici¨®n; pero lo que tambi¨¦n descubre es el formidable peso de los actos y sus consecuencias; y el peso de la memoria, es decir, de las vivencias que le ha hecho quien es y no otra cosa. Es el retrato de un hombre mediocre zarandeado por la Historia en la primera mitad del siglo XX y nunca due?o de la suya propia. Y la novela adquiere toda su dimensi¨®n cuando comprendemos que, por encima del cuadro costumbrista ingl¨¦s posvictoriano en el que necesariamente se inscribe, y dentro del principio de incertidumbre que se instala definitivamente en esa sociedad de entreguerras, estamos ante un libro sobre la conciencia del hombre atrapado, de intenci¨®n simb¨®lica, como lo han sido todos los libros importantes de George Orwell.
Este entra?able personaje so
bre cuyo pueblo natal revisitado sobrevuelan los bombarderos que preludian la Segunda Guerra Mundial ha visto c¨®mo el viento de la Revoluci¨®n Industrial y el nuevo orden se lleva por delante a su padre, un honrado peque?o comerciante en granos; dos im¨¢genes act¨²an como leitmotiv: su dentadura postiza y la pesca.
"Si me dieran a escoger entre conseguir a cualquier mujer, a cualquier mujer, o pescar una carpa de cinco kilos, me quedar¨ªa siempre con la carpa". Y la otra confesi¨®n es que "desde los diecis¨¦is a?os, nunca he vuelto a ir de pesca". He ah¨ª el quid de esta preciosa, humor¨ªstica y c¨¢ustica novela: "Cuando miro hacia atr¨¢s, me doy cuenta de que mi vida activa, en el caso de que alguna vez la haya tenido, acab¨® a los diecis¨¦is a?os". Un personaje soberbio en manos de un autor que convierte su mediocridad en un fascinante juego de inteligencia cr¨ªtica.
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