Ente sentimental

Los sentimientos afloran en TVE-1, mientras en otros lugares del Ente se completa la reconversi¨®n del personal y el director de programaci¨®n, se?or Carrasco, insiste, para inquietud de los que somos espectadores solteros, verdes o monoparentales, en que la parrilla de La 1 va a primar el blanco y los espacios para la gran familia. De momento -en un ejemplo no s¨¦ si de coherencia ideol¨®gica pero s¨ª de cohesi¨®n at¨¢vica- tenemos ya a casi toda la familia Mart¨ªnez-Bord¨ªu en n¨®mina.

La octava temporada de Cu¨¦ntame tuvo un excelente arranque en el cap¨ªtulo titulado 'Lisboa era una fiesta'. Mientras otra serie culebrona que tambi¨¦n ha vuelto esta semana, Amar en tiempos revueltos, explora la negra posguerra de 1945 (con su solvencia dram¨¢tica y sus buenos actores, y parece que en esta nueva entrega con algo m¨¢s de medios), Cu¨¦ntame ha llegado en su cuenta al a?o 1974, gracias a lo cual el cap¨ªtulo tuvo una parte muy h¨¢bilmente trenzada entre el documental y la ficci¨®n, narrando la Revoluci¨®n de los Claveles y el amor de paso entre el joven hijo de los Alc¨¢ntara y una periodista portuguesa: magn¨ªficos Pablo Rivero y Mar¨ªa de Medeiros. Y de trasfondo, los iconos del desarrollismo: el destape, el primer pub, la compra del utilitario. Al final del cap¨ªtulo, un breve homenaje a uno de los creadores de la serie, el reci¨¦n fallecido Tito Fern¨¢ndez. Cuando, en la fase de consolidaci¨®n, ¨¦l mismo dirig¨ªa alg¨²n episodio se notaba: mayor elegancia formal, actores m¨¢s inspirados.

Para presentar La imagen de tu vida, una antolog¨ªa de los archivos de los 50 ¨²ltimos a?os, TVE-1 ha llamado a Jes¨²s Hermida, que sigue con su aplomo habitual, su dicci¨®n redicha y una mirada que taladra; dif¨ªcil zapear con esos ojos delante. El programa, como todas las evocaciones de la memoria, resulta deliciosamente agridulce, pero fatiga que tambi¨¦n se le aplique el formato concursante. ?Veremos pronto un telediario con premios a quien acierte la llegada de un tif¨®n o la nueva trama inmobiliaria? Estupenda la imagen de Lola Flores buscando, en el torbellino de su danza, el pendiente perdido.