Cambio de discurso
El Gobierno ha modificado radicalmente su discurso sobre la manera de abordar el fen¨®meno de la inmigraci¨®n irregular. El masivo desembarco de sin papeles en las costas canarias durante todo el verano ha sido, sin duda, el motivo de este giro repentino, que se produce cuando el cambio en las condiciones meteorol¨®gicas, ya pr¨®ximo el oto?o, hace prever una dr¨¢stica disminuci¨®n en el n¨²mero de embarcaciones que podr¨¢n aventurarse en una traves¨ªa de por s¨ª larga y peligrosa. Urge que el Ejecutivo ofrezca una explicaci¨®n que desmienta que se trata de un cambio forzado por las encuestas, en las que la inmigraci¨®n irregular aparece como la primera preocupaci¨®n de los ciudadanos. La improvisaci¨®n en esta materia, si no el electoralismo, ser¨ªa la peor de las soluciones, puesto que impedir¨ªa repensar las causas de lo sucedido.
La regularizaci¨®n llevada a cabo al principio de la legislatura fue una medida necesaria y acertada, aunque ahora el Gobierno parezca haber interiorizado que se trat¨® de un error. Con independencia de sus positivos efectos sobre la econom¨ªa, exist¨ªa una raz¨®n de principio sobre la que no cabe transigir: ante la imposibilidad material de repatriar a miles de trabajadores extranjeros en situaci¨®n irregular, los fundamentos del Estado de derecho se ver¨ªan afectados si se les condenase a vivir indefinidamente al margen de la ley, convirti¨¦ndolos en los nuevos parias de nuestro tiempo. Cuesti¨®n diferente es que el Gobierno espa?ol obviase en su d¨ªa, por ignorancia o por suficiencia, la obligaci¨®n de acordar la medida con los socios y las instancias europeas, puesto que, en virtud de la normativa comunitaria, todos se ver¨ªan involucrados. Este mismo argumento, vuelto del rev¨¦s, es el que permite censurar la pasividad europea ante una crisis que Espa?a ha debido capear a solas este verano. Un error de procedimiento no justifica la tibieza de la respuesta comunitaria.
Las razones para oponerse a las regularizaciones son de oportunidad, no de principio, y de ah¨ª que resulte desaconsejable la pretensi¨®n de basar un eventual pacto de Estado sobre inmigraci¨®n en el compromiso de no emprender ninguna otra en el futuro; y m¨¢s desaconsejable a¨²n que se sugiera prohibirlas mediante ley. Las regularizaciones son cl¨¢usulas de cierre del sistema democr¨¢tico para circunstancias extremas, y, como tales, de naturaleza excepcional. Se trata de que esas circunstancias extremas no lleguen a darse, no a prescindir del mecanismo ¨²ltimo para hacerles frente y corregirlas. La ingenuidad del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fue recurrir a la regularizaci¨®n sin acompa?arla de las medidas necesarias para evitar que la ilegalidad se reprodujera, de manera que el n¨²mero de trabajadores extranjeros en situaci¨®n irregular ha tendido a aproximarse desde entonces al que exist¨ªa con anterioridad a la medida. Pero de nada sirve el intento de corregir aquella ingenuidad con un nuevo discurso de firmeza que, en realidad, se limita a proferir amenazas imposibles de cumplir. Mientras el Gobierno lleva a cabo la repatriaci¨®n de 60 senegaleses, otros cayucos siguen llegando a las costas canarias, adem¨¢s de un barco fantasma con unos 200 asi¨¢ticos a bordo.
El crecimiento de la econom¨ªa espa?ola, superior al de los pa¨ªses de nuestro entorno, se ha traducido durante estos a?os en un aumento de la demanda de empleo, y ah¨ª radica en lo sustancial el efecto llamada sobre los trabajadores extranjeros. Pero conviene no llamarse a enga?o y reconocer que una parte de esa demanda se est¨¢ satisfaciendo en la ilegalidad, sobre todo en sectores como la construcci¨®n, la agricultura intensiva y los servicios. Existe una l¨ªnea subterr¨¢nea que une la inmigraci¨®n ilegal con el desbocado boom inmobiliario que est¨¢ devastando nuestras costas, los invernaderos que proliferan sin control en el sureste espa?ol y el ingente n¨²mero de mujeres empleadas sin ninguna cobertura legal en las tareas del hogar, la hosteler¨ªa e, incluso, la prostituci¨®n. Sin un acuerdo entre partidos, sin un decidido pacto de Estado que permita sanear esta situaci¨®n por la v¨ªa de reforzar la inspecci¨®n laboral y fiscal, entre otras medidas que apunten en la misma direcci¨®n, inmigrar de manera legal o ilegal ser¨¢ una simple cuesti¨®n de detalle para los trabajadores de los pa¨ªses pobres. Una vez en Espa?a, siempre existe un empleador poco respetuoso con las normas y con las personas que les ofrecer¨¢ trabajo, con o sin papeles.
La pol¨ªtica de inmigraci¨®n tiene que establecerse, por ¨²ltimo, en el ¨¢mbito de la Uni¨®n Europea. Pero no s¨®lo para reforzar unas fronteras que, por ser comunes, exigen que se aseguren con la participaci¨®n de todos. El proteccionismo agr¨ªcola que practica la Uni¨®n, refrendado por el fracaso de la Ronda de Doha en el seno de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, es uno de los factores que m¨¢s poderosamente est¨¢ influyendo en que el equilibrio de la econom¨ªa mundial se est¨¦ llevando a cabo a trav¨¦s del mercado laboral internacional y de las corrientes migratorias. El gigante econ¨®mico que es Europa no puede permanecer indiferente ante unos procesos que, en ¨²ltimo extremo, est¨¢n contribuyendo a reproducir las condiciones del capitalismo en el siglo XIX, con los trabajadores extranjeros convertidos en ej¨¦rcito de mano de obra de reserva. No es s¨®lo un modelo de prosperidad lo que est¨¢ en juego, sino la fibra moral de unas sociedades que se recrean en su opulencia y que cierran los ojos ante una explotaci¨®n inhumana en su propio suelo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Regularizaci¨®n inmigrantes
- Opini¨®n
- Redes ilegales
- VIII Legislatura Espa?a
- Polizones
- Tr¨¢fico inmigrantes
- Residentes legales
- Gobierno de Espa?a
- Presidencia Gobierno
- Inmigrantes
- Inmigraci¨®n irregular
- PSOE
- Pol¨ªtica migratoria
- Legislaturas pol¨ªticas
- Tr¨¢fico personas
- Inmigraci¨®n
- Delincuencia
- Trata de seres humanos
- Partidos pol¨ªticos
- Migraci¨®n
- Demograf¨ªa
- Gobierno
- Delitos
- Administraci¨®n Estado