Gran tarde de El Cid
Pen¨²ltimo de los dos muy atractivos carteles con que se cierra la temporada barcelonesa. El Cordob¨¦s no pudo acudir a la cita por estar herido, pero su sustituci¨®n por El Cid fue un aut¨¦ntico lujo. El primero de la tarde comenz¨® falto de fijeza, pero acab¨® entregado a la muleta de Finito de C¨®rdoba, que estuvo muy torero por ambos pitones, con su consabido buen corte art¨ªstico; enterr¨® el estoque al segundo intento, pero fall¨® lamentablemente el puntillero siete veces. El cuarto lleg¨® muy flojo de remos a la muleta y Finito le dio muchos muletazos, pero ayunos de emoci¨®n, y la res dobl¨® las manos con frecuencia. Premioso y precavido con los aceros, fall¨® repetidamente con ¨¦stos.
Valdefresno / Finito, El Cid, Jim¨¦nez
Toros: seis de Valdefresno, noblones, pero andarines, sosos y descastados. Finito de C¨®rdoba, aplausos tras aviso y pitos tras aviso. El Cid, ovaci¨®n y dos orejas, con salida a hombros por la puerta grande. C¨¦sar Jim¨¦nez, aplausos tras aviso y silencio tras aviso. Plaza Monumental. Barcelona, 17 de septiembre. M¨¢s de un tercio de entrada.
El Cid recibi¨® su primero con unas excelentes ver¨®nicas y protagoniz¨® con Jim¨¦nez un buen tercio de quites. Alcalare?o se luci¨® en banderillas y El Cid comenz¨® su faena por estatuarios en el centro del ruedo y enseguida se puso a torear con la zurda, con las dificultades de que el toro acomet¨ªa como andando en la corta distancia, pero ello permiti¨® que el diestro lo torease muy despacio, lo que dio una emoci¨®n que el astado no ofrec¨ªa. Pinch¨® arriba dos veces antes de recitar una entera. Volvi¨® a torear a la ver¨®nica con muy buen aire al quinto, pareado por Boni con valor. El Cid se acopl¨® inteligentemente a las no muy boyantes condiciones del astado, toreando con lentitud, temple y mando, y acab¨® su excelente actuaci¨®n con una gran estocada, por lo que recibi¨® el justo premio de las dos orejas.
El tercero fue a m¨¢s durante el muleteo de C¨¦sar Jim¨¦nez, que tambi¨¦n fue creciendo en belleza y profundidad, hasta que la res volvi¨® a cambiar a peor y finalmente no hubo acierto con los aceros. El sexto era tan soso y deslucido como la mayor¨ªa de sus hermanos, y Jim¨¦nez estuvo muy voluntarioso, arriesgando mucho en pos de un lucimiento pr¨¢cticamente imposible, y tambi¨¦n encontr¨® dificultades a la hora de matar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.