Los j¨®venes llegan antes al sexo, pero igual de mal
Ni los padres, ni la escuela, ni el sistema sanitario acaban de cubrir las carencias de informaci¨®n sexual
Los j¨®venes espa?oles se inician en las relaciones sexuales a edades cada vez m¨¢s tempranas, el n¨²mero de abortos voluntarios en menores de 19 a?os se ha incrementado de 5,5 casos por cada por cada 1.000 chicas en 1995 a 8,8 en 2003, y adem¨¢s aumentan algunas infecciones de transmisi¨®n sexual. Algo falla. La escasa formaci¨®n impartida en los colegios, la falta de coordinaci¨®n entre las administraciones en planificaci¨®n familiar y la poca comunicaci¨®n entre padres e hijos contribuyen a que todav¨ªa muchos j¨®venes lleguen a los 18 o 19 a?os sin apenas formaci¨®n en educaci¨®n sexual.
En 2003 hab¨ªa en Espa?a unos dos millones y medio de j¨®venes entre 15 y 19 a?os. La edad media del primer coito de los de 18 y 19 a?os era de 16,5 a?os, y de ¨¦stos el 24% de los chicos y el 19% de las chicas iniciaron sus relaciones sexuales antes de los 16 a?os, seg¨²n la encuesta Salud y h¨¢bitos sexuales del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y el Ministerio de Sanidad y Consumo de ese a?o.
La informaci¨®n sexual a los j¨®venes es muy desigual y var¨ªa mucho en cada comunidad
Cerca del 60% de los chicos de 14 a 19 a?os declaran haber tenido relaciones sexuales
Los datos de la encuesta Anticoncepci¨®n siglo XXI, realizada con 755 j¨®venes de 14 a 19 a?os en 2004 por el instituto Gallup y auspiciada por la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n, revelan que el 82,3% de los j¨®venes han recibido la primera informaci¨®n sobre anticoncepci¨®n antes de los 15 a?os. Cerca del 60% de los entrevistados declara haber tenido relaciones sexuales, y de los que tuvieron relaciones sexuales el 94,2% utiliz¨® el preservativo masculino, mientras que el 5,8% no us¨® ning¨²n m¨¦todo de protecci¨®n.
El colegio o el instituto son la principal fuente de informaci¨®n para los j¨®venes sobre anticoncepci¨®n, pero en ellos apenas se aborda la sexualidad. A diferencia de pa¨ªses como Suecia, donde la educaci¨®n sexual est¨¢ reglada desde 1956, el sistema educativo espa?ol s¨®lo la considera como ¨¢rea transversal. La mayor¨ªa de las veces esta formaci¨®n depende de la motivaci¨®n del equipo de orientaci¨®n del centro educativo, del tutor de la clase o de la suerte que tenga el chico de que en su colegio se realicen talleres, charlas o campa?as educativas.
"La atenci¨®n de la sexualidad de los j¨®venes es desigual y var¨ªa seg¨²n la comunidad aut¨®noma donde residan. Hasta hace unos a?os la mayor parte de los servicios de planificaci¨®n familiar la realizaban los Centros de Orientaci¨®n Familiar (COF) y los servicios municipales. Hoy, casi la mitad de los COF han desaparecido. En algunas comunidades todav¨ªa se mantienen, como Extremadura, Galicia y la Comunidad Valenciana; en otras han mejorado, como en Catalu?a, con la creaci¨®n de Centros de Salud Sexual y Reproductiva y, en otras, han empeorado. Los servicios municipales de planificaci¨®n familiar dan prioridad a la salud p¨²blica", explica Isabel Ferrer, ginec¨®loga de la Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar Estatal (FPFE).
Seg¨²n ella, la tendencia generalizada en las comunidades donde han desaparecido estos centros ha sido traspasar la atenci¨®n de planificaci¨®n familiar a los centros de salud. Pero, "la pr¨¢ctica diaria demuestra que esto no sucede en la realidad, porque el m¨¦dico no dispone de medios ni de tiempo. En otras comunidades, como Murcia, el m¨¦dico de familia tiene el apoyo de un ginec¨®logo", apunta.
Para Mat¨ªas Mir, m¨¦dico de familia del Centro de salud de Fuencarral de Madrid, "el abordaje de los temas sexuales en atenci¨®n primaria en adolescentes contin¨²a siendo un tema delicado y adem¨¢s influye sobremanera el sexo del m¨¦dico. Cuando es hombre, las chicas tienen menos confianza, y entonces consulta la madre. En el caso del chico, que sexualmente es m¨¢s activo, tampoco se plantea el tema. Lo m¨¢s normal es que vaya con el padre cuando surge alg¨²n problema, como fimosis. Mi misi¨®n es aprovechar estos momentos para introducir la informaci¨®n sobre anticoncepci¨®n o los riesgos de mantener relaciones sexuales sin medidas de protecci¨®n", declara.
En 1990, la FPFE, que agrupa a siete asociaciones de planificaci¨®n familiar y cuatro centros j¨®venes de anticoncepci¨®n y sexualidad (CJAS) en Albacete, Barcelona, Madrid y Santiago de Compostela, cre¨® el programa de Atenci¨®n a j¨®venes en salud sexual y reproductiva (SSR) para menores de 29 a?os. El programa ofrece atenci¨®n directa en los centros j¨®venes, actividades educativas y consultas telef¨®nicas y a trav¨¦s de la p¨¢gina web www.fpfe.org. Tambi¨¦n dispone de un tel¨¦fono los fines de semana (608 10 23 13).
"Nuestro modelo de trabajo se basa en tres pilares, la intervenci¨®n psicol¨®gica, la m¨¦dica y la educativa. La confidencialidad, el anonimato, encontrarse con personas que hablan con un lenguaje sencillo o el poder venir sin cita previa incluso los fines de semana da confianza y seguridad a los j¨®venes", dice Ana Garc¨ªa, coordinadora del CJAS de Madrid.
A juicio de Ferrer, que forma parte del comit¨¦ ejecutivo de la Federaci¨®n Internacional de Planificaci¨®n Familiar (IPFF, en sus siglas en ingl¨¦s), "hay una disociaci¨®n entre lo que dicen los responsables de la salud y lo que dicen las personas a pie de calle, que demandan centros de atenci¨®n espec¨ªficos en esta materia. La alternativa ser¨ªa crear centros de salud sexual y reproductiva y de atenci¨®n a la sexualidad juvenil en todas las comunidades en los que se diera m¨¢s peso a la sexualidad, a los j¨®venes y a la prevenci¨®n de las infecciones de transmisi¨®n sexual, como establece la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y la Federaci¨®n Internacional de Planificaci¨®n Familiar", sostiene.
De los resultados de la encuesta Anticoncepci¨®n siglo XXI tambi¨¦n se desprende que el 45% de los j¨®venes creen que los padres deber¨ªan ser los primeros en dar a sus hijas informaci¨®n sobre m¨¦todos anticonceptivos; sin embargo, el 40% reconoce que tiene problemas para hablar de m¨¦todos anticonceptivos con sus progenitores y el 49% admite que les cuesta hablar con ellos de sexualidad.
"Todos los padres est¨¢n preparados para educar a sus hijos en sexualidad desde que nacen en el afecto, en las emociones, en la tolerancia o en el autocuidado. El objetivo es que los chavales aprendan a conocerse, a aceptarse, a disfrutar de la sexualidad y sobre todo que no sufran consecuencias no deseadas como el embarazo", dice Teresa Vaquero, psic¨®loga, y miembro del comit¨¦ de expertos de Anticoncepci¨®n siglo XXI.
El comit¨¦ de expertos de esta campa?a elabor¨® el programa Habla con ellos para mejorar la comunicaci¨®n entre padres e hijos. El material informativo (folletos, CD y cortometraje), que se distribuy¨® a las asociaciones de madres y padres de los colegios (AMPAS) y directores y profesores de colegios e institutos de educaci¨®n secundaria la pasada primavera, se puede descargar o solicitar en las p¨¢ginas www. anticonceptivoshoy.com y www.sec.es.
"Los padres deben responder a las preguntas de los adolescentes con naturalidad, anticiparse a los problemas que preocupan a los chavales o en algunas etapas darles ciertos tiempos, no forzar las situaciones y mostrarse accesibles al di¨¢logo", apunta Vaquero.
Un modelo para la ESO
Mar¨ªa Lameiras, profesora de Psicolog¨ªa de la Universidad de Vigo (Pontevedra), ha desarrollado con otros cuatro especialistas un programa de educaci¨®n sexual para ni?os de 12 a 16 a?os, que se puede aplicar en horas de tutor¨ªa en cualquier colegio o instituto de educaci¨®n secundaria obligatoria (ESO) y por cualquier docente no especializado en esta materia.
"El proyecto se centra en dos ejes que vertebran toda la educaci¨®n, el cuerpo y el g¨¦nero. Pretende, entre otros, romper las cadenas que la sociedad actual impone al cuerpo, como la est¨¦tica; eliminar ciertos condicionantes que todav¨ªa imperan en la sociedad seg¨²n sea hombre o mujer; aclarar determinados conceptos emocionales, puesto que los j¨®venes son muy vulnerables a estas edades y destacar que la sexualidad es un placer y no un problema, que debe practicarse sin riesgos", explica Lameiras.
El programa, denominado Agarimos (palabra gallega que significa ternura), se desarroll¨® con unos 120 ni?os de primero de ESO durante cuatro cursos siguiendo el modelo de investigaci¨®n-acci¨®n (observando lo que funciona y lo que no). Incluye 140 actividades y se puede impartir parcial o totalmente, por ¨¢reas o por trimestres, y tambi¨¦n en ense?anza primaria y en bachillerato. "Escogimos esos a?os porque s¨®lo existe acci¨®n tutorial durante la ESO", apostilla.
Hacia la doble protecci¨®n
En Espa?a, el acceso de los j¨®venes a los m¨¦todos conceptivos est¨¢ limitado por la escasez de servicios espec¨ªficos de atenci¨®n a la sexualidad juvenil y por el coste de los m¨¦todos, que no est¨¢n financiados por la sanidad p¨²blica. La gran mayor¨ªa de j¨®venes desconoce los nuevos m¨¦todos anticonceptivos, seg¨²n la encuesta Anticoncepci¨®n siglo XXI realizada en j¨®venes de 14 a 19 a?os.
Los resultados revelan que el 61% de los j¨®venes desconocen que existe un preservativo femenino vaginal. El preservativo es el m¨¦todo anticonceptivo m¨¢s conocido y el que ofrece m¨¢s fiabilidad a los j¨®venes (95%), seguido de la p¨ªldora (89%).
El uso de la p¨ªldora poscoital, considerado como un m¨¦todo anticonceptivo de emergencia, se ha triplicado en los ¨²ltimos cinco a?os. Casi un tercio de las mujeres que la tomaron en 2005 ten¨ªan entre 16 y 19 a?os. En la I Encuesta Shering sobre sexualidad y anticoncepci¨®n en la juventud espa?ola de 2002, la mayor¨ªa de j¨®venes ya dec¨ªan conocer la p¨ªldora, y el 73% de las mujeres que la hab¨ªan tomado lo hab¨ªan hecho por rotura del preservativo.
Los expertos recomiendan ahora la doble protecci¨®n: un anticonceptivo hormonal para la chica y el preservativo para el chico. As¨ª ambas partes se responsabilizan de la anticoncepci¨®n y se refuerza la protecci¨®n frente a las infecciones de transmisi¨®n sexual.
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