Millones sin alma
La irrupci¨®n de multimillonarios comprando equipos crea desconfianza en el f¨²tbol ingl¨¦s
Hace cuatro a?os, el ruso Roman Abramovich compr¨® el Chelsea y a base de millones lo ha convertido en campe¨®n de Inglaterra. La temporada pasada, el lituano-americano Malcolm Glazer compr¨® el Manchester United y lo primero que hizo fue sacarlo del mercado y convertirlo en empresa familiar y opaca. Este verano, otro americano, Rany Lerner, compr¨® el Aston Villa. Ahora, un anglo-iran¨ª, Kia Joorbachian, est¨¢ en negociaciones con el West Ham tras el oscuro fichaje de las estrellas argentinas T¨¦vez y Mascherano y hay rumores de que el Arsenal est¨¢ en la ¨®rbita de un comprador. ?Es todo eso bueno para el f¨²tbol ingl¨¦s?
En principio s¨ª porque demuestra que es un sector atractivo para los inversores, pero por otro lado plantea serios interrogantes sobre la equidad de la competici¨®n y sobre las consecuencias que estas operaciones tienen sobre los clubes de f¨²tbol: ?qu¨¦ es m¨¢s importante, lo econ¨®mico o lo deportivo?
"Ha llegado el momento de discutir si los clubes son empresas o algo m¨¢s", dice un experto
A juicio de John Williams, director del Centro de Sociolog¨ªa del Deporte de la Universidad de Leicester, el modelo de propiedad privada de los clubes "ha tenido una gran influencia en t¨¦rminos de rendimiento". "El caso m¨¢s claro es del Chelsea, un equipo que no hab¨ªa ganado la liga desde hace 50 a?os", explica. "Otros tres o cuatro clubes, ahora de segunda fila, pueden convertirse en figuras dominantes. Dominantes en el sentido de que distorsionen el mercado. De eso se quejan clubes como el Bayern de M¨²nich cuando dicen que el Chelsea es capaz de perder 140 millones de libras (312 millones de euros) en un a?o sin que tenga ninguna importancia", explica John Williams.
Eso plantea la "interesante cuesti¨®n" de si es necesario que se aplique una legislaci¨®n que preserve la libre competencia. "Ha llegado el momento de discutir si los clubes de f¨²tbol son empresas o algo m¨¢s", sostiene el experto. "Quiz¨¢s deber¨ªamos poner en marcha otras normas para asegurar la competencia en Europa. Ese es el problema: los clubes ya no juegan en un ¨²nico mercado, juegan en mercados m¨²ltiples. Y las regulaciones dom¨¦sticas de unos son vistas por otros como una restricci¨®n a la libre competencia a nivel internacional. La gran pregunta es: ?Podemos y debemos imponer restricciones a nivel europeo sobre c¨®mo se gestionan los clubes, c¨®mo se compran y, sobre todo, como deben ser sus estructuras econ¨®micas? En especial deber¨ªamos estudiar la situaci¨®n del Chelsea, cuyo propietario no tienen inter¨¦s en obtener beneficios; su inter¨¦s parece ir en otra direcci¨®n: protegerse de las autoridades rusas, crear una plataforma de respetabilidad y ver c¨®mo transforma su perfil p¨²blico".
La posici¨®n de Abramovich contrasta con la de los Glazer, los propietarios del United, que parecen buscar rentabilidad econ¨®mica. Eso genera angustia entre los hinchas. Los defensores de este modelo argumentan que para ganar dinero en el f¨²tbol hay que conseguir triunfos, por lo que los propietarios deben invertir en jugadores si quieren tener beneficios. "Esa ambivalencia se ve en los hinchas del West Ham, que se preguntan qui¨¦n es esa gente que quiere comprar el club, si est¨¢n interesados en el equipo o en ganar dinero, pero saben que sin ellos nunca tendr¨¢n grandes jugadores", dice Williams,
En oposici¨®n al modelo ingl¨¦s est¨¢ el representado por Barcelona y Madrid, sociedades sin ¨¢nimo de lucro. La ausencia de un objetivo de rentabilidad no les impide ser dos de los m¨¢s ricos, con la ventaja de que pueden destinar sus ingresos a sueldos y fichajes, sin desviar una parte a los accionistas. Williams opina que el modelo ingl¨¦s "es m¨¢s igualitario" porque se reparte entre todos el dinero de la televisi¨®n, aunque teniendo en cuenta las veces que aparece cada uno en televisi¨®n. En Espa?a, los clubes negocian directamente.
"Pero dada la irrupci¨®n de multimillonarios que toman el control de un club con gran facilidad, el f¨²tbol ingl¨¦s se pregunta si no ser¨ªa m¨¢s conveniente el modelo espa?ol, que parece m¨¢s democr¨¢tico porque se ha de votar por la persona que controla el club. Sin embargo, el sistema espa?ol tambi¨¦n tiene sus flaquezas porque las elecciones son muy imperfectas. No se presentan con un programa para mejorar el club sino con la promesa de fichar a jugadores que en realidad no puede fichar. Est¨¢n mintiendo", concluye Williams.

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