Divertimentos
Pere Formiguera, como Joan Fontcuberta, pertenece a esa generaci¨®n de fot¨®grafos a los que se les ha hecho peque?o el medio. Llegaron tarde a las grandes conquistas de la fotograf¨ªa, pero no por ello dejaron de circular por ellas, perfeccionarlas y hasta subvertirlas. Su proyecto m¨¢s complejo y ambicioso, Cronos (1991-2000), en el que el autor barcelon¨¦s (1952) retrat¨® a?o a a?o a personas de sus c¨ªrculos m¨¢s pr¨®ximos, con el mismo encuadre y la misma iluminaci¨®n -al igual que Ulls clucs (19972000), primer¨ªsimos planos de conocidos personajes con los ojos cerrados-, se acerca s¨®lo en apariencia al modelo m¨¢s puramente fotogr¨¢fico, pero no entendido desde el virtuosismo, sino desde esa actitud est¨¦tica que nunca desliga completamente conocimiento, percepci¨®n y sensaci¨®n. Cuestionar las m¨¢scaras de la "objetividad" fotogr¨¢fica y sus poco enigm¨¢ticos fines ha sido una de las constantes en su trabajo. La exposici¨®n de Caja Madrid da fe del bamboleo de Formiguera por los diferentes procedimientos, desde las instant¨¢neas con la Polaroid hasta la seriaci¨®n e hibridaci¨®n fotograf¨ªa-pintura (apropiaci¨®n de im¨¢genes de cuadros de Picasso, Matisse, Bonnard). Su ¨²ltimo viaje por las derivas fotogr¨¢ficas se dirige al interior secreto de las cajas. Cualquiera le sirve de excusa para retratar los potenciales m¨¢s decorativos de la intimidad. Acumulaciones de ceras de colores, costureros, juguetes, llaveros, posavasos o cascabeles se comportan ahora como abstracciones, exaltaciones perfeccionistas del medio. La t¨¦cnica de reproducci¨®n -la impresi¨®n digital o gicl¨¦e- sublima el resultado hasta el punto de privar a estas cajas del polvo de la memoria.
PERE FORMIGUERA
'Revisions, 1974-2006'
Obra Social Caja Madrid Pla?a de Catalunya, 9 Barcelona
Hasta el 19 de noviembre
'Capses'
Galer¨ªa Fidel Balaguer Consell de Cent, 315 Barcelona
Hasta el 31 de octubre
Conceptualmente, las capses de Formiguera son un divertimento, comparadas con la visi¨®n shopenhaueriana de sus retratos en blanco y negro. Pero tienen la virtud de no pretender nada m¨¢s; son ingenuas, el efecto de las obsesiones creativas de un exuberante plagiario de Joseph Cornell que ha decidido cambiar la magdalena de Proust por la arquitectura plana de una caja de zapatos.
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