Salarios y super¨¢vit

Los datos m¨¢s interesantes de la semana pasada, dejando aparte la aprobaci¨®n por el Gobierno del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2007 (PGE-2007), han sido la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ETCL) y las cifras de ejecuci¨®n del presupuesto del Estado (excluida la Seguridad Social) hasta agosto.

Los costes laborales por trabajador aumentaron en el segundo trimestre un 3,5% respecto al mismo periodo del a?o anterior, pr¨¢cticamente la misma tasa registrada en el primero y aproximadamente medio punto m¨¢s que en el a?o 2005 en su conjunto (v¨¦ase gr¨¢fico izquierdo). Este repunte se explica por el que registr¨® el IPC en la segunda mitad del pasado a?o, pues ambas variables est¨¢n estrechamente unidas por el mecanismo de las cl¨¢usulas de salvaguardia que caracteriza nuestro sistema de negociaci¨®n colectiva.

Los presupuestos de las administraciones p¨²blicas cerrar¨¢n el a?o con un super¨¢vit mayor que el previsto

El concepto de coste laboral no se corresponde, sin embargo, exactamente con las ganancias (brutas o netas) que percibe el trabajador en su n¨®mina, y por tanto, no sirve para compararlo con la inflaci¨®n y deducir de ello si los asalariados pierden o ganan poder adquisitivo, como han hecho muchos medios de comunicaci¨®n. Entre otras cosas, hay que tener en cuenta que las horas trabajadas no son siempre las mismas y que se produce un efecto composici¨®n que sesga los c¨¢lculos: el aumento del coste medio por trabajador se ve afectado por el hecho de que el empleo crece m¨¢s en sectores donde el salario medio es inferior (servicios y construcci¨®n), lo que hace disminuir dicho salario medio. Aunque parezca lo contrario, con las estad¨ªsticas disponibles no es tan f¨¢cil calcular si los asalariados, individualmente considerados, ganan o pierden poder adquisitivo. Mi impresi¨®n es que en los ¨²ltimos a?os ni ganan ni pierden. El verdadero avance de las rentas salariales ha sido el aumento del empleo, lo cual est¨¢ estrechamente relacionado con la moderaci¨®n salarial que se ha observado, que, por cierto, es mayor que la que se deduce de comparar los aumentos de los salarios con los de los precios de consumo. La comparaci¨®n relevante, a estos efectos, es la de los costes laborales por unidad producida, que han crecido un 2,5% en el primer semestre del a?o, seg¨²n la contabilidad nacional, con los precios (deflactor) del PIB, que lo ha hecho un 4,1%.

Los datos de ejecuci¨®n presupuestaria del Estado muestran una situaci¨®n de partida para los PGE-2007 favorable. Como se ve en el gr¨¢fico central, el super¨¢vit registrado hasta agosto (que no cabe extrapolar al conjunto del a?o por su elevada estacionalidad) es notablemente superior al del a?o anterior por las mismas fechas. Ello, m¨¢s la buena marcha de los ingresos de la Seguridad Social (crecimiento del 9,5% hasta julio), permite prever que los presupuestos del conjunto de las administraciones p¨²blicas cerrar¨¢n el a?o con un super¨¢vit mayor que el previsto (0,7% del PIB) y mayor que el de 2005, que fue del 1,1% del PIB.

Las causas de que las cuentas p¨²blicas vayan mejor que lo presupuestado son las mismas que en los ¨²ltimos a?os: los ingresos desbordan las previsiones porque la econom¨ªa, tanto en t¨¦rminos reales como, sobre todo, en t¨¦rminos nominales, por la elevada inflaci¨®n, crece m¨¢s de lo previsto; y, por el lado de los gastos, disminuye la carga de intereses de la deuda p¨²blica, lo que modera el crecimiento de los gastos totales. Sin embargo, el resto de gastos crecen m¨¢s que el PIB (v¨¦ase gr¨¢fico derecho).

?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).