Descamisados
Finalmente se emiti¨® ayer por televisi¨®n el anuncio de la plataforma Pro Seleccions Esportives Catalanes cuya presentaci¨®n, la semana pasada, suscit¨® dudas sobre su legalidad: por su contenido pol¨ªtico, que la legislaci¨®n proh¨ªbe, y por la utilizaci¨®n de ni?os para transmitir ese contenido.
El spot representa a un ni?o con la camiseta de la selecci¨®n espa?ola impidiendo participar en el juego a otro que lleva la de la catalana. Al final, la mitad de los chavales se quita la camiseta y juegan descamisados frente al resto. El mensaje, subrayado por otros elementos ic¨®nicos, es que los espa?oles impiden a los catalanes ser lo que son: una naci¨®. Plantear en esos t¨¦rminos la pol¨¦mica sobre las selecciones subestatales, cuya participaci¨®n en competiciones internacionales proh¨ªbe la FIFA -con algunas excepciones justificadas por razones hist¨®ricas-, trasluce una mentalidad maniquea (y algo pueril).
El episodio ha coincidido con el boicot del grupo municipal de ERC al preg¨®n de las fiestas de la Merced, de Barcelona, le¨ªdo por la escritora Elvira Lindo, por el hecho de hacerlo en castellano. Una actitud que recuerda a la de un sector de los asistentes al recital celebrado en 1997 en la plaza madrile?a de Las Ventas en homenaje a Miguel ?ngel Blanco, asesinado por ETA, que abuchearon a Raimon por cantar en catal¨¢n.
El idioma castellano reserva una palabra para quienes se empe?an en desacreditar, dando la nota, cualquier causa que defiendan: cantama?anas. La libertad de expresi¨®n ampara su derecho a hacerlo, pero no les da bula frente al derecho de los dem¨¢s a criticarles.
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