Soberan¨ªa alimentaria
Cuando se habla de lucha contra el hambre, hasta ahora se ha venido utilizando el concepto promovido por la FAO de seguridad alimentaria, es decir, una estrategia que pretende asegurar para mujeres y hombres una cantidad suficiente de alimentos todos los d¨ªas. El mismo t¨¦rmino es tambi¨¦n utilizado habitualmente en pa¨ªses en que la alimentaci¨®n est¨¢ asegurada, para definir las medidas y pol¨ªticas necesarias para asegurar, no la cantidad de alimentos, sino su salubridad e higiene. Volviendo al grave problema de la falta de alimentos para muchas personas (cada d¨ªa m¨¢s de 100.00 mueren por ello), el t¨¦rmino seguridad alimentaria no contempla qui¨¦n produce los alimentos, ni c¨®mo, ni d¨®nde. Como estrategia de combate es muy simplista, de forma que podr¨ªamos dar por v¨¢lida cualquier medida que asegure la alimentaci¨®n de las personas: desde dejar caer botes de leche en polvo en paraca¨ªdas hasta favorecer con subvenciones la exportaci¨®n de alimentos de nuestras agroindustrias. Y desde luego, ejemplos como ¨¦stos en muy pocos casos son ideas acertadas.
Recordemos que la poblaci¨®n m¨¢s afectada por la pobreza, y en consecuencia con una deficiente nutrici¨®n, es precisamente la rural. Por ello los propios campesinos de los pa¨ªses empobrecidos propusieron en 1996 una nueva estrategia mucho m¨¢s amplia que la seguridad alimentaria. Desde entonces ellos hablan de "soberan¨ªa alimentaria", consigna capaz de incluir a millones de familias campesinas de todos los rincones del planeta.
La definici¨®n formal de soberan¨ªa alimentaria la adoptamos un foro de organizaciones, con los representantes del peque?o campesinado de todo el mundo al frente, agrupados en la plataforma V¨ªa Campesina, reunidos en Roma en junio de 2002. "La soberan¨ªa alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y pa¨ªses a definir sus propias pol¨ªticas agr¨ªcolas, pastoriles, laborales, de pesca, alimentarias y agrarias que sean ecol¨®gica, social, econ¨®mica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias exclusivas". Es decir, se reconoce el derecho de las poblaciones campesinas a la producci¨®n de alimentos y al acceso a los recursos necesarios para producirlos: tierra, agua y semillas, que aseguren las capacidades propias de alimentarse y vivir del medio rural. Porque la falta de acceso a las tierras f¨¦rtiles o al agua de riego y la invasi¨®n de las semillas comerciales son seguramente las tres causas principales de la pobreza en el medio rural.
Este nuevo paradigma contrasta con otra tendencia actual promovida por la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, las agroindustrias y algunas ONG, que colocan el comercio internacional de alimentos como la soluci¨®n para los pa¨ªses empobrecidos. Pero ya son muchos los a?os y experiencias que demuestran que el comercio internacional de alimentos s¨®lo tiene sentido cuando la alimentaci¨®n local est¨¢ asegurada. La soberan¨ªa alimentaria defiende en primer lugar el derecho a producir localmente para la poblaci¨®n de la zona, potenciar el autoconsumo y los mercados locales a partir de sistemas agr¨ªcolas no pensados en la producci¨®n de bienes econ¨®micos (como los monocultivos), sino en la producci¨®n de alimentos. Una agricultura que requiere de muy pocos insumos externos, sustentada en el uso de semillas locales (con gran variaci¨®n y adaptabilidad a cada ecosistema) y diversificada. Sistemas agr¨ªcolas que se demuestran m¨¢s capaces de producir mayor cantidad de alimentos y dinamizar las econom¨ªas rurales que los sistemas industrializados, capaces s¨®lo de generar m¨¢s beneficios econ¨®micos para las pocas personas que los controlan.
Gustavo Duch Guillot es director de Veterinarios sin Fronteras.
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