Sin prisa, pero sin pausa

El embarazo de la princesa Letizia de su segundo hijo o hija ha vuelto a abrir el debate sobre la necesidad y conveniencia de reformar el art¨ªculo 57 de la Constituci¨®n a fin de eliminar el principio discriminatorio de la prevalencia sucesoria del var¨®n sobre la mujer en la Corona. Y es l¨®gico, puesto que el tema no fue resuelto hace un a?o y medio cuando se anunci¨® que los Pr¨ªncipes de Asturias esperaban su primer hijo ni tampoco cuando, hace ahora 11 meses, naci¨® la infanta Leonor. El sexo del nuevo descendiente no presenta a corto plazo un problema jur¨ªdico constitucional porque el hecho sucesorio s¨®lo se plantear¨¢ cuando el pr¨ªncipe Felipe se convierta en Rey tras la muerte o abdicaci¨®n de su padre. Sin embargo, eso no quita para hacer hincapi¨¦ en la conveniencia de modificar, sin atolondramientos, ese anacronismo que representa en la actualidad el art¨ªculo de marras. M¨¢s si cabe cuando los partidos pol¨ªticos se muestran totalmente de acuerdo en abrogarlo en sinton¨ªa con lo expresado el pasado enero por el Consejo de Estado y sobre todo con el sentir ciudadano. La abrogaci¨®n, que sobre el papel no presenta dificultades, conlleva en la pr¨¢ctica obst¨¢culos legislativos -el respaldo de dos tercios del Parlamento, la disoluci¨®n de las C¨¢maras y el refer¨¦ndum- y trampas peligrosas para la estabilidad y raz¨®n de ser de la Monarqu¨ªa si se somete como ¨²nica pregunta en una consulta popular. Zapatero quer¨ªa incluirla por eso en un plebiscito junto a la reforma del Senado, la nominaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas y la adecuaci¨®n de nuestra Carta Magna a la abortada Constituci¨®n europea. Que PSOE y PP consens¨²en una reforma constitucional es impensable en la presente legislatura. Pero eso no justifica que se deba demorar por mucho tiempo el asunto sucesorio.