En cueros
Tras dos meses de misterio, el enigma se ha resuelto al fin. Cuando, a principios de julio, tuvo lugar el alumbramiento de Ciutadans-Partit de la Ciutadania, caus¨® general extra?eza que el presidente y cabeza de lista de la nueva formaci¨®n pol¨ªtica no fuese ninguno de los conspicuos intelectuales o artistas que la hab¨ªan engendrado, sino un joven y desconocido abogado de nombre Alberto Carlos Rivera D¨ªaz. Ahora, despu¨¦s de que el partido haya publicado ya sus primeros y rompedores anuncios de prensa, se entiende a la perfecci¨®n el porqu¨¦: ?imaginan ustedes que, en vez del envidiable f¨ªsico del se?or Rivera -de 27 a?os, y ex campe¨®n de nataci¨®n por a?adidura- la que apareciera desnuda a toda plana fuese la anatom¨ªa de alguno de los sexagenarios o casi septuagenarios ide¨®logos del grupo? El efecto sobre el electorado pod¨ªa haber sido francamente desmovilizador...
Pero el strip-tease del Partit de la Ciutadania no ha sido, en este comienzo de curso, solamente metaf¨®rico y publicitario, sino tambi¨¦n doctrinal y estrat¨¦gico. El primer atisbo de lo que va a constituir, de cara al 1 de noviembre, la "propuesta fresca y renovadora" -as¨ª se autodefine- de Ciutadans, la tuvimos en el reciente mitin del Palau de la M¨²sica, donde el dramaturgo Albert Boadella describi¨® la pol¨ªtica catalana como "un conglomerado de cursis y capullos, con la justa proporci¨®n de mangantes y estafadores", mientras que el catedr¨¢tico Iv¨¢n Tubau proclam¨® que, a ¨¦l "la naci¨®n catalana le suda la polla". Por debajo de estos grandes principios te¨®ricos, el programa detallado del neonato partido no se hallaba a¨²n disponible en su web el pasado martes, y los mensajes que circulan a tal prop¨®sito son m¨¢s bien vagos y confusos: "una alternativa c¨ªvica, cercana y de progreso que recupere la dignidad de la pol¨ªtica" (declaraci¨®n del comit¨¦ ejecutivo con fecha 7 de septiembre), "un partido socialdem¨®crata que busca la regeneraci¨®n pol¨ªtica" (declaraciones de Antonio Robles), "recogemos la tradici¨®n socialdem¨®crata y liberal" (entrevista con Albert Rivera), etc¨¦tera.
Sin embargo, y a la espera de conocer sus "100 ideas para mejorar Catalu?a", no faltan indicios ni se?ales acerca del posicionamiento, el perfil y el target electoral del Partit de la Ciutadania. "Dime con qui¨¦n andas y te dir¨¦ qui¨¦n eres", sentencia la sabidur¨ªa popular, y, en efecto, las amistades, las simpat¨ªas y los apoyos que Ciutadans est¨¢ recibiendo en estas ¨²ltimas semanas dicen mucho sobre su naturaleza pol¨ªtica. Es de ver, por ejemplo, con qu¨¦ mimo el presidente del partido, Albert Rivera, y su secretario general, Antonio Robles, son entrevistados en la COPE, y glosados por Libertad Digital, y jaleados desde El Mundo; c¨®mo se han convertido -resumiendo- en objeto de los amorosos desvelos de la pe?a del ¨¢cido b¨®rico. El otro d¨ªa, en el mismo chat en el que acababa de afirmar que "Catalu?a es protectorado de ETA desde Perpi?¨¢n", Federico Jim¨¦nez Losantos recomend¨® a sus seguidores "unirse a Ciudadanos de Catalu?a, porque con Piquerd¨®n (sic) hay poco que hacer".
Las complicidades significativas no terminan ah¨ª. El pasado 21 de septiembre, el todav¨ªa m¨¢ximo inspirador y mascar¨®n de proa medi¨¢tico de Ciutadans, Albert Boadella, fue invitado a intervenir en la clausura de los cursos de verano que organiza la Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), la marca del Partido Popular en aquella comunidad foral. El presidente navarro, Miguel Sanz, la plana mayor de UPN y cientos de militantes aplaudieron con entusiasmo -cito de una cr¨®nica del acto- "las iniciativas que lleva acabo el artista en Catalu?a", "su descarada defensa de la identidad espa?ola", "su firme oposici¨®n al nacionalismo catal¨¢n". O sea: Boadella el ¨¢crata, el anticlerical (no s¨¦ si recuerdan su espect¨¢culo Columbi lapsus, sobre la misteriosa muerte de Juan Pablo I), el iconoclasta, el cr¨ªtico mordaz y vitri¨®lico de la Catalu?a trabucaire y montserratina... ?aclamado por los herederos sociol¨®gicos del carlismo m¨¢s reaccionario, por los descendientes biol¨®gicos y morales del requet¨¦ de 1936, por los nietos de aquellos que inspiraron a Unamuno la famosa iron¨ªa sobre El Pensamiento... Navarro! Cosas veredes...
En estas circunstancias, algunos analistas creen observar ¨²ltimamente en el Partit de la Ciutadania indicios de "moderaci¨®n". Seg¨²n eso, el presidenciable Albert Rivera ya no se proclama "antinacionalista ni antinada", aunque lo cierto es que quiere "eliminar el nacionalismo del ¨¢mbito p¨²blico", que su secretario general, Antonio Robles, sigue hablando de "la omert¨¢ pol¨ªtica catalana" y que ambos han aprobado con fervor las penosas razones del Defensor del Pueblo para recurrir el Estatuto. Dentro de su nueva fase "moderada", el se?or Rivera advierte: "que nadie se sorprenda si Ciutadans propone en el Parlament que en TV-3 se hable tambi¨¦n en castellano...". S¨ª, seguramente una cadena generalista y potente en catal¨¢n frente a seis o siete en castellano constituye un exceso provocador... Adem¨¢s, ?c¨®mo vamos a sorprendernos si el se?or Iv¨¢n Tubau ya tiene denunciado (en El Mundo del pasado 25 de abril) "el totalitarismo de Radio Nacional de Espa?a, que en la d¨¦cada de 1970 opt¨® por el uso exclusivo del catal¨¢n en R¨¤dio 4, y de TVE, que hizo lo mismo en el Circuit Catal¨¤"? Admit¨¢moslo: a la salida de cuatro d¨¦cadas de franquismo, destinar al catal¨¢n minorizado una frecuencia de radio y algunas horas de la ¨²nica televisi¨®n existente eran, en efecto, un abuso fascistizante. ?L¨²cido Tubau!
Hace aproximadamente un a?o, cuando el proyecto de Ciutadans empez¨® a dar sus primeros pasos, hubo quien temi¨® -o esper¨®- ver un remake de las antiguas gestas de Alejandro Lerroux. Pues no. El modelo inspirador del nuevo partido parece m¨¢s bien Michel G¨¦rard Joseph Colucci (1944-1986), conocido como Coluche, el payaso franc¨¦s que tambi¨¦n gustaba de aparecer desnudo y que anunci¨® su candidatura a la elecci¨®n presidencial de 1981 en su pa¨ªs. Es preciso a?adir, en favor de Coluche, que ¨¦ste, al menos, era ingenioso.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador
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