C¨®mo tener cien caras en en cien minutos
Arturo Brachetti se transmuta en Madrid en Superman, Mois¨¦s o Carmen Miranda
Arturo Brachetti es Mois¨¦s, un cowboy del Oeste, la Dorothy del Mago de Oz, la Escarlata de Lo que el viento se llev¨®, James Bond, Carmen Miranda, Charles Chaplin, Superman, la enamorada Giulieta de Fellini, un ni?o igualito que Tint¨ªn... Todos los personajes, asumidos en cambios vertiginosos, pasan ante el p¨²blico -de todas las edades- en un abrir y cerrar de ojos.
"Me gusta ver la cara de sorpresa de la gente, con la boca abierta, concentrada, en silencio", comentaba ayer un "entusiasmado" Arturo Brachetti, el llamado Hombre de las Mil Caras, tras aterrizar en Madrid, en el Nuevo Teatro Alcal¨¢ (Jorge Juan, 62), con un espect¨¢culo inusual de magia, transformismo, cabaret, teatro, baile, poes¨ªa, canto, mimo... Un c¨®ctel art¨ªstico que ha viajado/evolucionado desde 1999 por Canad¨¢, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, B¨¦lgica...
"Puedo ser vegetal, animal o cosa", dice este inquieto artista italiano, de "m¨¢s o menos 40 a?os; no tengo edad, como mis personajes", dice Brachetti.
En algunos pa¨ªses ya es conocido del p¨²blico, pero esos silencios del estreno espa?ol son valorados por el artista italiano tanto o m¨¢s que los aplausos recibidos en Francia o en Italia, seg¨²n confesaba al d¨ªa siguiente del estreno en el hotel de la Gran V¨ªa donde se aloja, y contempla desde la ventana el traj¨ªn teatral del Broadway madrile?o.
?l permanecer¨¢ en el Nuevo Alcal¨¢ hasta el 19 de noviembre, y luego -del 22 de noviembre al 10 de diciembre- estar¨¢ en el teatro T¨ªvoli de Barcelona. Y a final de a?o le espera en Italia la direcci¨®n art¨ªstica de "dos grandes espect¨¢culos", m¨¢s una colaboraci¨®n en 2007 en Montreal con el director del Circo del Sol. De momento, el plan de su primera estancia en Espa?a se ajusta a la agenda, pero podr¨ªa pasar lo que en Par¨ªs, que lleg¨® para tres semanas y se qued¨® tres a?os. "Espero que aqu¨ª suceda lo mismo", dice entre risas.
Cien personajes en cien minutos. Mil espect¨¢culos y un mill¨®n de espectadores son las cifras que salpican la exitosa carrera de un hombre que ha convertido en profesi¨®n un juego que empez¨® a los 15 a?os, cuando estudiaba interno en un seminario de Tur¨ªn. La atm¨®sfera gris que recuerda en su infancia, donde combat¨ªa el aburrimiento con un "teatrino" de su padre, cambi¨® a tecnicolor por las ense?anzas de un cura mago. "Ten¨ªa un cuarto que era como un bazar de fantas¨ªa", recuerda el artista. "Y no era raro. Durante muchos siglos, la Iglesia ha sido depositaria de los secretos de los magos y la explicaci¨®n a los milagros", comenta. Con respecto al ejercicio del humor y la transgresi¨®n art¨ªstica en estos tiempos de sensibilidad y radicalismo religioso, Brachetti asegura: "Vivimos tiempos extra?os y complicados. A lo largo de la historia ha habido extremismos religiosos, pero luego ha llegado la calma". En lo que ¨¦l se muestra vehemente es en el rechazo "a la basura y la superficialidad que invade la televisi¨®n. Basta ya con la superficialidad cultural".
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