El gran salto americano de De Agostini
Marco Drago, socio de Planeta en Antena 3, ha convertido a la empresa familiar en un gran grupo internacional
El grupo De Agostini acaba de protagonizar la mayor inversi¨®n italiana en Estados Unidos, la compra de Gtech Holdings, el primer fabricante de equipos de loter¨ªa del mundo, realizada a trav¨¦s de su filial Lottomatica. Gtech es una compa?¨ªa que se ha visto envuelta con frecuencia en el esc¨¢ndalo y de la que Richard Branson dijo que ser¨ªa "la ¨²ltima empresa del mundo que comprar¨ªa". Pero Marco Drago, el patr¨®n de De Agostini, aspira a repetir el ¨¦xito de anteriores operaciones que han permitido a su familia ganar miles de millones de euros en los ¨²ltimos a?os, entre ellas la compra de una importante participaci¨®n en Antena 3 junto a su socio espa?ol, Planeta.
De Agostini y sus socios usaron un c¨®mic en el que La Masa y los Cuatro Fant¨¢sticos expon¨ªan sus argumentos para vender Panini a Marvel
"Los ejecutivos con talento no fichan por una empresa familiar si ven que el due?o va a tomar todas las decisiones", asegura Drago
De Agostini vendi¨® sus empresas de Internet antes del estallido de la burbuja. Con los fondos que logr¨® se compr¨® la loter¨ªa italiana
All¨¢ por los a?os cincuenta, cuando era un ni?o, Marco Drago cre¨ªa que ten¨ªa pocas posibilidades de imponerse a sus primos para dirigir la empresa editora propiedad de la familia de su madre, De Agostini SpA. "Algunos de mis primos viv¨ªan al lado del trabajo e iban a visitar a su padre al taller", recuerda Drago al rememorar su infancia en Novara, al sur de los Alpes italianos. "Nuestra casa estaba lejos de all¨ª y mi padre no trabajaba en la empresa".
Hoy, no hay duda de qui¨¦n manda. Drago, de 60 a?os, ha transformado a la compa?¨ªa editora de mapas y enciclopedias gracias a su entrada a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada en negocios como los seguros, la loter¨ªa o la televisi¨®n, sector en el que controla junto a Planeta la cadena espa?ola Antena 3. Drago ha hecho una serie de compras y ventas que han permitido ganar a su familia m¨¢s de 3.000 millones de euros en met¨¢lico y multiplicar los ingresos de la empresa hasta 4.930 millones en 2005, casi cinco veces el tama?o que ten¨ªa cuando asumi¨® la presidencia en 1997.
Ahora, el editor convertido en mago de las finanzas ha culminado su m¨¢s ambiciosa (y arriesgada) compra hasta la fecha. Est¨¢ apostando un buen pedazo de la fortuna familiar en la adquisici¨®n por unos 3.600 millones de Gtech Holdings, el mayor proveedor de equipos de loter¨ªa. La compra es la mayor adquisici¨®n jam¨¢s realizada por una empresa italiana en Estados Unidos.
Una firma familiar
En un pa¨ªs dominado por grandes empresas familiares y famoso por flamantes empresarios como los Agnelli, los Benetton o Silvio Berlusconi, Drago sobresale por su discreci¨®n y su preferencia por usar gestores externos, dice Gianfilippo Cuneo, que dirige una firma de banca de inversi¨®n en Mil¨¢n. "Te trata como un socio, no como un empleado", se?ala Cuneo, que ha presentado a Drago varias propuestas de adquisici¨®n.
"Los ejecutivos con talento no fichan por una empresa familiar si ven que el due?o va a tomar todas las decisiones", explica Drago. "Necesitan estar seguros de que tendr¨¢n libertad para tomar sus propias decisiones. No nos interesa el 's¨ª, se?or".
Los miembros de la familia que quieren trabajar en la empresa han de cumplir estrictas exigencias, entre ellas la de tener cinco a?os de experiencia en otra firma.
Con la compra de Gtech, la filial de De Agostini Lottomatica, que gestiona la loter¨ªa italiana se convertir¨¢ en la empresa l¨ªder de un mercado mundial de 200.000 millones de d¨®lares anuales, seg¨²n la estimaci¨®n de Deutsche Bank Securities. "Los contratos son tan lucrativos y estables que gestionar una loter¨ªa es como cobrar una pensi¨®n", dice un analista del sector. "Comprar Gtech es una decisi¨®n acertada", a?ade.
Drago ha mostrado un talento especial para comprar empresas en el momento justo y venderlas despu¨¦s con grandes plusval¨ªas. Compr¨® un 50% de Panini, el fabricante de cromos, por ocho millones en 1992 y lo vendi¨® dos a?os despu¨¦s con una ganancia de 52 millones. Entre 1997 y 1999, invirti¨® unos 340 millones de euros en SEAT Pagine Gialle, el editor italiano de p¨¢ginas amarillas, y vendi¨® luego esa participaci¨®n en 2000 con un beneficio de unos 1.800 millones de euros.
"La suerte siempre es importante, pero tienes que ir a buscarla", dice Drago, que tiene en su oficina una vieja reproducci¨®n del sistema solar, con los planetas girando en torno al sol. "Es dif¨ªcil que la suerte te venga a buscar a ti".
El presidente de De Agostini ha recibido la ayuda en su caza de gangas de asesores como Cuneo, de 64 a?os, que dice que Drago est¨¢ m¨¢s abierto a las nuevas ideas que otros barones de la industria italiana.
"El estilo es similar al de Warren Buffet", dice Guido Corbetta, profesor especializado en estrategia de la empresa familiar en la Universidad milanesa de Bocconi, donde Drago se licenci¨® en 1969 y fue nombrado alumno del a?o en 2001.
Socio de Planeta en Antena 3
El grupo De Agostini es propiedad de 30 familiares, incluido Marco Drago, que posee en torno al 5,7% el capital. El a?o pasado logr¨® la mitad de sus ingresos de la aseguradora Toro, que compr¨® a Fiat en 2003 y que vendi¨® en junio a Generali por unos 3.900 millones de euros tras un ejercicio en el que el beneficio se duplic¨® hasta 334 millones. En contraste con ello, el beneficio bruto de explotaci¨®n del negocio editorial, que vende libros y revistas en 30 pa¨ªses adem¨¢s de las tradicionales enciclopedias y mapas, se redujo un 42% hasta 32 millones en 2005.
De Agostini tambi¨¦n posee inversiones en medios de comunicaci¨®n como Antena 3 (que ha triplicado ampliamente el precio por acci¨®n pagado a Telef¨®nica junto con Planeta), y empresas de distribuci¨®n de cine y DVD, en las que el beneficio de De Agostini se triplic¨® con creces en 2005 hasta 29 millones. Adem¨¢s, el grupo tiene una filial en Luxemburgo que canaliza dinero hacia firmas de inversi¨®n.
Durante la mayor parte del siglo pasado, De Agostini fue famoso entre los escolares como editor de libros de texto y de mapas. La empresa fue fundada en Roma por Giovanni De Agostini, un ge¨®grafo, que public¨® un aclamado atlas de bolsillo en 1904 y un exitoso mapa de Italia en 1906. Se traslad¨® a Novara, en el coraz¨®n del industrializado norte en 1908. En 1919, Marco Adolfo Boroli, abuelo materno de Marco Drago, compr¨® la empresa junto con un socio. Boroli, que tuvo seis hijos incluyendo a Giuliana, la madre de Drago, tom¨® el control pleno en 1946.
Dos de los hijos de Boroli, Achile y Adolfo, dirigieron la expansi¨®n de De Agostini tras la Segunda Guerra Mundial. En 1959 lanzaron una enciclopedia en 312 entregas, cada una al precio de un paquete de cigarrillos.
Giuliana Boroli se cas¨® con Enrico Drago, proveedor de tinta de De Agostini. Cuando Enrico muri¨®, Marco Drago ten¨ªa s¨®lo 15 a?os y su t¨ªo Adolfo Boroli le convenci¨® de que abandonase la idea de hacerse ingeniero para estudiar Econom¨ªa en Mil¨¢n. Luego le convenci¨® de que se incorporase a la empresa cuando se licenci¨® en 1969. "T¨² ven aqu¨ª cada lunes por la ma?ana y te ganar¨¢s 150.000 liras (unos 80 euros)", le dijo. En 2005, el sueldo de Drago fue de 11,2 millones de euros.
Drago ayud¨® a dar el salto exterior a De Agostini. Se uni¨® con Rand McNally para el lanzamiento de un atlas y en Espa?a se ali¨® con Planeta. En 1991 ya estaba al frente de toda el ¨¢rea de publicaciones de De Agostini.
Un c¨®mic para negociar
Drago empez¨® a aventurarse fuera del negocio tradicional de publicaciones y mapas en 1992 con la compra del 50% de Panini al magnate Robert Maxwell por ocho millones de euros. Dos a?os despu¨¦s, Marvel Entertainment les ofreci¨® 100 millones a ¨¦l y sus socios por el 100%. Drago y sus socios cre¨ªan que val¨ªa m¨¢s. Expusieron sus argumentos en un c¨®mic con personajes de la propia Marvel. "El crecimiento internacional es la gran oportunidad", le dec¨ªan los Cuatro Fant¨¢sticos a La Masa en una escena. Marvel subi¨® su oferta a 120 millones, con lo que Drago logr¨® siete veces lo invertido. "Lo pasamos bien con aquello", recuerda.
Uno de los primos de Marco Drago, Silvano Boroli, hizo carrera pol¨ªtica con Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, por el que fue elegido senador, cargo que desempe?¨® entre 1994 y 1996. En 1997 disput¨® a Marco Drago el control de la empresa. En la junta de accionistas de ese a?o, Boroli y otra prima disidente, Marcella Boroli, exigieron tener presencia en el consejo, pero recibieron el voto en contra de la junta y acabaron por vender sus acciones a otros familiares ese mismo a?o. Silvano, que ten¨ªa la mayor participaci¨®n de todos los primos (un 17%) por ser hijo ¨²nico, dice que no le gustaba la cultura del pelotazo de Drago.
La nueva empresa de Boroli, B Holding, posee participaciones en vi?edos y los peri¨®dicos Finanza & Mercati y Borsa & Finanza. Sufri¨® p¨¦rdidas de tres millones de euros el ¨²ltimo a?o mientras el beneficio de De Agostini crec¨ªa un 16% hasta 448 millones.
Boroli asegura que no se arrepiente de haber vendido sus acciones, pese a que podr¨ªan haberle reportado millones, porque asegura que no le gusta invertir en juego. "Estoy contento de haberme ido. Nunca hubiera aceptado comprar Lottomatica por razones ¨¦ticas".
Justo en la ¨¦poca en que Boroli negociaba su salida de De Agostini, los asesores de Drago le ofrecieron la oportunidad de invertir en Seat, las P¨¢ginas Amarillas italianas, uno de los activos que el Gobierno estaba privatizando para reducir deuda y entrar en el euro.
Cuneo form¨® un consorcio, Otto, que compr¨® el 61% de Seat por 850 millones. De Agostini invirti¨® de entrada 29 millones de euros en el 14% de Otto, y elev¨® su paquete al 25% tras pagar 310 millones m¨¢s en 1999.
Due?o de la Terra italiana
De Agostini y Seat compraron adem¨¢s el 66% de Virgilio, el equivalente al Ol¨¦ o la Terra italiana, por s¨®lo 8,5 millones de euros. Cuando lleg¨® la burbuja tecnol¨®gica, Seat estaba considerado un valor de internet. En marzo de 2000, en pleno apogeo de la burbuja, Telecom Italia lleg¨® a un acuerdo para fusionar su negocio de internet con Seat. De Agostini gan¨® 1.800 millones de euros por la venta de sus acciones de Seat y pact¨® vender por otros 700 millones su participaci¨®n en Virgilio, justo antes del estallido de la burbuja.
En junio de 2001, en una gran fiesta privada de tres d¨ªas para celebrar el centenario de De Agostini celebrada en un palacio renacentista a orillas del lago Como, la familia decidi¨® invertir en nuevos negocios la gran liquidez lograda. "Ped¨ª a la familia que me dieran su confianza y lo hicieron, y todos hemos salido ganando", dice Drago, que ha revolucionado la forma de gestionar la compa?¨ªa. Convenci¨® a la familia de que endeudarse para invertir no es malo. "Hasta 1990 yo viv¨ªa en un mundo en que la deuda era una deshonra".
En noviembre de 2001, cinco meses despu¨¦s de la reuni¨®n familiar, Drago dio otra campanada con su oferta hostil por Lottomatica, el gestor de la loter¨ªa italiana, por 1.170 millones de euros.
Sat¨¦lites con queso
Su liquidez y capacidad de endeudamiento era tal que sus compras abarcaban de todo, desde una participaci¨®n en Eutelsat que le report¨® una ganancia de 64 millones en dos a?os hasta Galbani, el mayor fabricante de quesos italiano, cuya adquisici¨®n contribuy¨® a financiar. Una de sus mayores compras fue la aseguradora Toro, por la que pag¨® 2.400 millones a Fiat cuando ¨¦sta necesitaba vender activos para salir de la crisis. Generali pag¨® unos a?os despu¨¦s 3.900 millones por la compa?¨ªa.
En 2005, Drago empez¨® a fijarse en Gtech, una compa?¨ªa con 5.300 empleados en 50 pa¨ªses, desde Estados Unidos a China, cuya compra deb¨ªa ser aprobada por las autoridades de Tejas.
El Estado de Tejas pidi¨® a sus funcionarios del Departamento de Inteligencia Criminal para la Seguridad P¨²blica un informe sobre la compa?¨ªa. En dicho informe se se?alaba que Gtech hab¨ªa hecho pagos dudosos para ganar contratos en Brasil, Polonia, Trinidad y Tobago y la Rep¨²blica Checa, donde financi¨® con 20 millones un estadio deportivo. Los directivos se?alaron que eran gastos necesarios, seg¨²n el informe.
Pese a todo, Tejas aprob¨® la compra de Gtech por De Agostini y luego lo hicieron las comisiones de loter¨ªa de otros estados. La compra se ha cerrado con ¨¦xito.
Tras tantos aciertos, los familiares de Drago acordaron el a?o pasado premiarle con parte de sus acciones y le entregaron entre todos un 2% de la compa?¨ªa.
Marco Drago sigue atento a cualquier oportunidad. El mundo editorial es el ¨²nico en el que no parece haber operaciones de compra o venta previstas. "Nunca ser¨¢ el que d¨¦ mayor rentabilidad, pero le aseguro que es el m¨¢s valioso de nuestros negocios. No pienso venderlo, pero qui¨¦n sabe lo que har¨¢n las generaciones futuras; qui¨¦n sabe", sentencia Drago.
Richard Branson: "Es la ¨²ltima empresa del mundo que comprar¨ªa"
De Agostini est¨¢ tratando de comprar Gtech, una compa?¨ªa que se ha visto envuelta en el esc¨¢ndalo. El 19 de julio, la Comisi¨®n de Loter¨ªas de Tejas debati¨® un informe basado en las averiguaciones de una amplia investigaci¨®n que dio detalles de pagos dudosos hechos por Gtech para ganar contratos en Brasil, Polonia y otros pa¨ªses, seg¨²n una transcripci¨®n de la reuni¨®n publicada por la comisi¨®n en Internet.
Al d¨ªa siguiente, las acciones de Gtech se desplomaron, pero la empresa comunic¨® que la comisi¨®n hab¨ªa decidido no emprender acciones contra ella y los t¨ªtulos se recuperaron.
"Creo que Gtech es la ¨²ltima empresa del mundo que comprar¨ªa", se?al¨® a Bloomberg el a?o pasado Richard Branson, el multimillonario brit¨¢nico due?o de Virgin. El abogado de Branson declar¨® en 1998 ante un alto tribunal del Reino Unido que el fundador y anterior presidente de Gtech, Guy Snowden, ofreci¨® a Branson un soborno para disuadirle de pujar por la concesi¨®n de la loter¨ªa brit¨¢nica adjudicada en 1994.
Snowden, que demand¨® a Branson por difamaci¨®n sin ¨¦xito en 1998, dimiti¨® de la presidencia de Gtech tras perder el caso. "Nos movemos en el v¨¦rtice del juego y la pol¨ªtica", dice un portavoz de Gtech, que asegura que la compa?¨ªa cuenta ahora con un c¨®digo ¨¦tico sobre el cual se da formaci¨®n anualmente a los empleados de la empresa en todo el mundo.
Drago dice que la historia de Gtech no le asusta. Quiere hacer de las loter¨ªas la principal fuente de beneficios de De Agostini cuando culmine la compra de la empresa con sede en Rhode Island.
Drago piensa mantener en su cargo al actual primer ejecutivo, Bruce Turner, de quien dice que ha limpiado la compa?¨ªa desde 2000. "Nunca habr¨ªamos comprado Gtech si crey¨¦semos que hab¨ªa que cambiarla de arriba abajo", dice Drago en una entrevista en su oficina de ladrillo rojo en las afueras de Mil¨¢n, donde arranca la autopista hacia Novara, la localidad del sur de los Alpes italianos donde el empresario italiano pas¨® su infancia.
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