La sinraz¨®n de un acuerdo
Entre la gran mayor¨ªa de la sociedad espa?ola hace tiempo que desapareci¨® el conflicto religioso. Tambi¨¦n nos hemos dotado de una Constituci¨®n que declara que ninguna confesi¨®n tiene car¨¢cter estatal. Y sin embargo, ahora llega la sinraz¨®n del ¨²ltimo acuerdo Estado-Iglesia cat¨®lica, que aumenta desde el 0,52% hasta el 0,7% el porcentaje del IRPF destinado a financiar la organizaci¨®n, el culto y el clero cat¨®licos.
El Estado soluciona as¨ª la propina ileg¨ªtima a cargo del Presupuesto que cada a?o conced¨ªa a la Iglesia, a cambio de enterrar el acuerdo de 1993 por el que los obispos se compromet¨ªan a caminar hacia la autofinanciaci¨®n. Ante el ruido generado, las ONG denominadas de inter¨¦s social, muchas de las cuales son un brazo m¨¢s de la Iglesia cat¨®lica, exigen tambi¨¦n (y se les conceder¨¢) el 0,7% del IRPF. Lo que significa que el Estado dejar¨¢ de recibir, y de gastar en infraestructuras y servicios p¨²blicos, un dinero que pertenece a todos: cat¨®licos y fieles de otras religiones, agn¨®sticos, ateos, indiferentes... Cabe de paso se?alar que la f¨®rmula administrativa de marcar una casilla en el impreso del IRPF es, adem¨¢s, contraria al precepto constitucional de no estar obligado a declarar la condici¨®n religiosa de cada individuo.
En un Estado no confesional, todas las religiones deber¨ªan autofinanciarse
En un Estado que no profesa religi¨®n alguna, las diferentes confesiones religiosas lo que deben hacer es autofinanciarse. Y la Iglesia cat¨®lica espa?ola tiene medios para ello. Podr¨ªa y deber¨ªa hacerlo con las cuotas y donaciones de sus feligreses; con los beneficios y plusval¨ªas de su patrimonio y propiedades; con sus m¨²ltiples negocios, empresas financieras y de otro signo; con la prestaci¨®n de sus servicios... Y todo ello sin estar exenta de sus deberes tributarios.
En cuanto al Estado, lo que debe hacer es garantizar la igualdad de trato a todas las confesiones religiosas legalizadas. Pero no es as¨ª en Espa?a.
El Gobierno ha presentado este acuerdo con la Iglesia como un avance. Indica que ahora no habr¨¢ financiaci¨®n estatal directa, lo cual es falso, puesto que la f¨®rmula del porcentaje (sea el 0,52 o el 0,7) es financiaci¨®n directa pura y dura, ya que se detrae de la caja general. Y asegura que se va a atender la exigencia de la Uni¨®n Europea de que la Iglesia pague IVA, lo que est¨¢ por ver.
Lo que ciertamente ser¨ªa un avance es que el Gobierno denunciara o no cumpliera los acuerdos con la Santa Sede de 1979, que infringen nuestro ordenamiento constitucional y son la causa de muchos problemas (Existen f¨®rmulas en la Constituci¨®n: T¨ªt. III, Cap. 3).
Recordemos que la Iglesia cat¨®lica tiene, adem¨¢s, otros muchos privilegios econ¨®micos. ?Qu¨¦ pasa con el Impuesto de Bienes Inmuebles del que est¨¢ exento su enorme patrimonio y con otras ventajas fiscales? ?Qu¨¦ hay del dinero que se gastan o dejan de percibir ayuntamientos, comunidades aut¨®nomas y otros entes p¨²blicos para apoyar actividades religiosas de todo tipo, y hablo de cosas que van de la cesi¨®n de suelo al arreglo y mantenimiento de instalaciones para el culto? ?Qu¨¦ pasa con el pago de toda la educaci¨®n concertada de ideario cat¨®lico, que supone m¨¢s de 3.500 millones de euros al a?o? ?Y con los 600 millones de euros al a?o que se abonan a los miles de profesores de religi¨®n que en la escuela p¨²blica se dedican a difundir la fe cat¨®lica? ?Y con el mantenimiento p¨²blico de congregaciones cat¨®licas que supuestamente hacen obra social? ?Y qu¨¦ control ejerce Hacienda sobre las donaciones, los cepillos y lo recaudado por servicios religiosos?
La sinraz¨®n de este pacto, que la Conferencia Episcopal evidentemente aplaude y denomina con cierto sarcasmo un "acuerdo de laicidad inteligente", coloca a los poderes p¨²blicos que lo respaldan en un espacio de clara confesionalidad cat¨®lica. Pues a ello hay que a?adir, como ejemplos, la participaci¨®n activa en rituales cat¨®licos de innumerables cargos p¨²blicos, m¨¢s una Ley de Educaci¨®n (LOE) de claro marchamo confesional.
Los cl¨¦rigos y algunos pol¨ªticos justifican esta excepcionalidad afirmando que en Espa?a hay un 80% de cat¨®licos. Mienten. A saber: bautizos, comuniones, bodas y funerales responden, en un alto grado, m¨¢s a pr¨¢cticas paganas, costumbristas, sociales y consumistas que a una verdadera fe cat¨®lica. El buen dato es que tan s¨®lo un 22% de los declarantes del IRPF colocan la cruz para la financiaci¨®n del clero y el culto cat¨®licos, seg¨²n Hacienda. Otro buen dato es que menos de un 25% de la ciudadan¨ªa, seg¨²n la propia Iglesia, cumple habitualmente con el culto cat¨®lico. Y aunque la Iglesia niega el derecho a apostatar, m¨¢s del 85% de los ciudadanos espa?oles hacen caso omiso a la doctrina cat¨®lica en lo referente a la sexualidad, al modelo cat¨®lico de familia, a la homofobia y sexismo de su doctrina, a las restricciones en cuestiones relacionadas con la salud y con la ciencia. Y en una reciente encuesta del pasado abril de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa tan s¨®lo un 10% de los j¨®venes entre los 15 y los 24 a?os se declaran cat¨®licos practicantes. Entonces, ?a qu¨¦ responden los privilegios que se pretenden mantener e incluso extender?
Argumenta el Gobierno que as¨ª podr¨¢n negociar mejor y con tranquilidad "otras cosas", como la cuesti¨®n de la religi¨®n en las escuelas. Pero cuando pase este momento de besamanos, habr¨¢ cl¨¦rigos que, como siempre, continuar¨¢n profiriendo consignas contra todo aquello que no comulgue con su ideario cat¨®lico, y seguir¨¢n presionando con dureza para conseguir renovados privilegios. Y seguiremos padeciendo los ataques furibundos e integristas del clero cat¨®lico contra la libertad de expresi¨®n y las manifestaciones art¨ªsticas, filos¨®ficas, cient¨ªficas e hist¨®ricas que van contra sus dogmas. Lo que no hace sino acrecentar la sinraz¨®n del acuerdo del 0,7%.
Francisco Delgado Ruiz es vicepresidente de la asociaci¨®n Europa Laica; fue diputado constituyente y senador en la primera legislatura.
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