"Creo que Imaz trata de recuperar para el PNV la trayectoria de Aguirre"
El profeta pragm¨¢tico. As¨ª ha titulado el historiador Ludger Mees (Essen, Alemania, 1957) su estudio biogr¨¢fico sobre la figura de Jos¨¦ Antonio Aguirre, el primer lehendakari. El libro, que acaba de publicar la editorial Alberdania, ilumina la parte m¨¢s desconocida de la trayectoria de Aguirre, las dos d¨¦cadas que van de su exilio a su muerte prematura en 1960. El catedr¨¢tico de la UPV, coautor, entre otras obras, de una historia del PNV (El p¨¦ndulo patri¨®tico) afirma que s¨®lo ha pretendido situar a Aguirre en su tiempo, sin adherencias m¨ªticas.
Pregunta. Dice usted que Aguirre ha sido "el pol¨ªtico vasco m¨¢s popular, m¨¢s respetado y m¨¢s influyente del siglo XX". ?C¨®mo se explica que apenas haya biograf¨ªas del personaje?
"Aguirre tuvo enorme influencia en la pol¨ªtica del republicanismo espa?ol en el exilio. La dirigi¨® realmente entre 1945 y 1947"
"Se est¨¢ recuperando parte importante de la historia del PNV que en la etapa anterior hab¨ªa quedado un poco marginada"
Respuesta. Es un hecho muy chocante, y resulta muy dif¨ªcil entender esa carencia. Quiz¨¢ tenga que ver con que aqu¨ª la pol¨ªtica ha estado muy ligada a los partidos, que han tenido m¨¢s importancia que las instituciones. No tengo una respuesta concluyente, pero es un hecho que est¨¢ en el origen de este libro.
P. ?Por qu¨¦ se centra en los ¨²ltimos veinte a?os de la vida de Aguirre y deja de lado toda la etapa anterior, con aspectos tan sugerentes como ser jugador del Athletic, alcalde de Getxo o fogoso diputado del PNV en las Cortes de la Rep¨²blica?
R. Hubiera sido una opci¨®n. Sin embargo, esa etapa de su vida est¨¢ bastante bien estudiada, aunque no tengamos una biograf¨ªa de conjunto. Pero, cuando estaba trabajando en la segunda parte de El p¨¦ndulo, me di cuenta de que ten¨ªamos una persona trascendental para la historia del nacionalismo vasco y del antifranquismo, y de la que, a partir de 1939, apenas conoc¨ªamos nada, aparte de unos cuantos t¨®picos, y sobre el que hab¨ªa posibilidad de aportar muchas fuentes in¨¦ditas.
P. Profeta y pragm¨¢tico. ?C¨®mo casan en Aguirre dos conceptos tan antit¨¦ticos?
R. Tomo la definici¨®n de profeta de Max Webber: un l¨ªder carism¨¢tico que encarna para sus seguidores unas fuerzas descomunales y conoce el camino que lleva a la libertad. Realmente, ¨¦l representa ese rol para los nacionalistas, sobre todo tras salir con bien de su peripecia en la Alemania nazi. Y ¨¦l tambi¨¦n decide jugar ese papel, y lo explota haciendo muchas veces referencia a la inspiraci¨®n divina de sus actos. Pero, por otro lado, es pragm¨¢tico, porque fue lo suficientemente realista como para no actuar s¨®lo seg¨²n sus creencias y convicciones.
P. ?En qu¨¦ se concreta ese pragmatismo?
R. En su capacidad de aprender de los errores cometidos y de evolucionar. En su pensamiento no renuncia nunca a la soberan¨ªa de Euskadi, y aqu¨ª creo que destruyo un cierto t¨®pico, pero es un soberanista que no ejerce como tal. Al dise?ar una pol¨ªtica determinada, hace pasar su ideolog¨ªa por el filtro de la realidad y de las opciones que se presentan en cada momento. Me ha sorprendido la enorme influencia que tuvo en la pol¨ªtica del republicanismo espa?ol en el exilio. Mi tesis es que fue Aguirre quien la dirigi¨® realmente entre 1945 y 1947, por su carisma y porque era el ¨²nico personaje que se llevaba bien con todos los sectores del antifranquismo espa?ol. Por ello, en dos ocasiones, el presidente Diego Mart¨ªnez Barrio le propone para encabezar el Gobierno republicano, una perspectiva que hoy nos parecer¨ªa muy extra?a para un l¨ªder del nacionalismo vasco.
P. ?La imagen del p¨¦ndulo que usaron para resumir la historia del PNV se repite tambi¨¦n en la trayectoria de Aguirre?
R. S¨ª, tambi¨¦n se ve confirmada en sus personajes, como ¨¦l o Manuel de Irujo. Aguirre no est¨¢ libre de las tentaciones exclusivistas e incluso etnicistas -hay citas suyas de un adanismo puro- y tras la guerra defiende un nacionalismo muy radical y hegemonista, pero luego rectifica.
P. ?Qu¨¦ parte del mito Aguirre se debe a la persona y cu¨¢l a ser el primer lehendakari?
R. La pregunta tiene una doble respuesta. Por una parte, es un pol¨ªtico purasangre cuyo carisma irradia de su propio car¨¢cter, por lo que hubiera destacado en cualquier otro puesto. Por otra, superada esa fase de hegemonismo excluyente, a partir de 1940 llega a interiorizar con fuerza que es el lehendakari de todos los vascos, y de ah¨ª su obsesi¨®n por mantener unidos a los diferentes partidos dentro del Gobierno vasco en el exilio.
P. Eso le cre¨® algunos problemas dentro de su partido.
R. Ciertas voces dentro del PNV le critican por la cooperaci¨®n con las fuerzas no nacionalistas y no vascas, fundamentalmente dentro del Gobierno de la Rep¨²blica. Hay algunas dur¨ªsimas, y eso demuestra que la ¨²nica persona dentro del nacionalismo que pod¨ªa llevar a cabo esa pol¨ªtica era Aguirre por su carisma y autoridad. Cualquier otro, incluso [Juan] Ajuriaguerra, hubiera provocado una escisi¨®n en el partido.
P. Aguirre muere en 1960. ?Qu¨¦ habr¨ªa cambiado en el PNV si hubiese vivido hasta la transici¨®n democr¨¢tica?
R. En el ¨²ltimo cap¨ªtulo recojo con detalle la evoluci¨®n de su pensamiento respecto al tema de Europa, la ¨²ltima gran esperanza que tiene, y las conclusiones que saca sobre el tema de la independencia y la soberan¨ªa, etc¨¦tera. Pero no tiene tiempo de desarrollar un proyecto articulado. De haber vivido m¨¢s, quiz¨¢ habr¨ªa sido capaz de concebir un nacionalismo moderno, plenamente insertado en el proyecto europeo.
P. ?Cree que para el PNV ha sido inc¨®moda esa vertiente pragm¨¢tica de Aguirre, que ensalza su imagen, pero sigue menos su discurso?
R. Aqu¨ª entramos tambi¨¦n en el terreno de las valoraciones. Tengo la impresi¨®n de que la nueva direcci¨®n del PNV, con Josu Jon Imaz a la cabeza, le ha redescubierto, aunque s¨®lo sea por las veces que hace referencia en sus discursos a Aguirre o a Irujo, frente a la ¨¦poca de Arzalluz. Creo que Imaz ha querido recuperar para el PNV la trayectoria y la experiencia de un personaje que para otra gente del partido pod¨ªa ser problem¨¢tica, aunque eso ning¨²n militante del PNV lo admitir¨ªa.
P. ?Esa recuperaci¨®n de su figura podr¨ªa deberse al inter¨¦s de la nueva direcci¨®n en anclar una referencia de pragmatismo tras el pendulazo soberanista dado con el Pacto de Lizarra?
R. Volvemos al terreno de las opiniones, aunque ah¨ª est¨¢n las m¨²ltiples citas en los discursos de Imaz. Creo que se est¨¢ recuperando parte importante de la historia del PNV que en la etapa anterior hab¨ªa quedado un poco marginada por un acercamiento muy notable a posturas defendidas tradicionalmente por el nacionalismo radical. Por seguir con la figura del p¨¦ndulo, creo que Imaz ha vuelto un poco a las ra¨ªces, tal como las interpreto yo.
M¨¢s informaci¨®n en Domingo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.