Rafael Trabuchelli, pionero de la producci¨®n musical en Espa?a
Creador del 'sonido Torrelaguna', grab¨® los mayores ¨¦xitos de Karina, Miguel R¨ªos, Mari Trini o Jos¨¦ Luis Perales
Imposible comprender el auge de la m¨²sica espa?ola durante la d¨¦cada de los sesenta y los primeros setenta sin la figura seminal de Rafael Trabuchelli. Romano de nacimiento pero residente en Madrid desde los cinco a?os de edad, este apasionado compositor y arreglista desempe?¨® un papel decisivo desde que en 1965 el sello Hispavox le fichara como director art¨ªstico, en sustituci¨®n de Enrique Mart¨ªn Garea. Durante los diez a?os siguientes, Trabuchelli fue una f¨¢brica imparable de ¨¦xitos y se erigi¨®, junto al ginebrino Alain Milhaud (Los Bravos, Los Canarios, Pop-Tops), en el primer productor con personalidad propia en la historia de nuestra m¨²sica popular.
En cuanto grab¨® el primer disco en Hispavox ya le sonri¨® la fortuna: La yenka, del d¨²o holand¨¦s Johnny & Charley, se aup¨® a lo m¨¢s alto de las listas espa?olas en marzo de 1965. A partir de ese instante le contemplan, seg¨²n sus propios c¨¢lculos, 1.300 sencillos y elep¨¦s con algunos de los momentos musicales m¨¢s significados de aquella d¨¦cada gloriosa.
Suyas son las producciones de Por qu¨¦ te vas (Jeanette), Amores (Mari Trini), Todo tiene su fin (M¨®dulos), Calles del viejo Par¨ªs (Solera), Se?ora azul (Canovas, Rodrigo, Adolfo y Guzm¨¢n), los primeros discos de Jos¨¦ Luis Perales, Raphael, Paloma San Basilio y Mireille Mathieu o todo el rosario de ¨¦xitos de Karina a finales de los a?os sesenta.
A ello hay que sumarle uno de los mayores pelotazos internacionales de la m¨²sica espa?ola, el Himno a la alegr¨ªa de Miguel R¨ªos, que produjo en 1970 junto a su mano derecha, el malogrado Waldo de los R¨ªos.Tras la mesa de mezclas era un hombre riguroso y detallista. Gran conocedor de los pormenores t¨¦cnicos y ac¨²sticos de las grabaciones, exprimi¨® al m¨¢ximo las posibilidades de los nuevos estudios que Hispavox hab¨ªa construido en una nave de 200 metros cuadrados de la madrile?a calle Torrelaguna. Tan identificables resultaban sus producciones que populariz¨® la expresi¨®n sonido Torrelaguna.
"Era una persona tremendamente t¨ªmida y cari?osa", le evoca Pepe Robles, cantante de M¨®dulos. "Le gustaba la seriedad en el trabajo y marcaba alguna pauta, pero siempre dejaba que los m¨²sicos nos expres¨¢ramos tal y como ¨¦ramos". Y Jos¨¦ Mar¨ªa Guzm¨¢n, que le conoci¨® en los tiempos de Solera y Canovas, Rodrigo, Adolfo y Guzm¨¢n, agrega: "A veces se enfadaba mucho, se pon¨ªa como loco, pero se le pasaba enseguida. Era entra?able. Form¨¢bamos un t¨¢ndem en el que ¨¦l hac¨ªa las veces de George Mart¨ªn: un m¨²sico de otra generaci¨®n, pero muy imaginativo".
Tras 1975, cuando Jos¨¦ Luis Gil vendi¨® Hispavox a EMI, la carrera profesional de Trabuchelli languideci¨®. El guitarrista y escritor Salvador Dom¨ªnguez fue el ¨²ltimo que le entrevist¨® en profundidad, para su libro Bienvenido Mr. Rock (2002). Ya entonces le encontr¨® dependiente de la bombona de ox¨ªgeno, consecuencia de los casi tres paquetes de Camel diarios que fumaba en los a?os de gloria. "Era un m¨²sico brutal y arrebatador, adem¨¢s de un aut¨¦ntico caballero", le recuerda.
La Academia de la M¨²sica le concedi¨® en 2003 el Premio a la Difusi¨®n de la M¨²sica junto a Maryn¨ª Callejo, la arreglista de Los Brincos, pero su mala salud le impidi¨® recogerlo en persona.
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