La filosof¨ªa de lo real y lo virtual, abierta al p¨²blico en San Sebasti¨¢n
La ontolog¨ªa, rama de la filosof¨ªa que se ocupa de clasificar lo que existe, est¨¢ a punto de sufrir una ampliaci¨®n de cat¨¢logo sin precedentes en su historia. Antes exist¨ªan objetos como el cuerpo, valores como la verdad y cajas negras como la mente humana. Pero ahora emerge una realidad paralela, virtual y cibern¨¦tica, que no s¨®lo est¨¢ creando nuevas entidades a un ritmo creciente -brazos bi¨®nicos, saberes cient¨ªficos de libre acceso, esc¨¢neres que leen la mente-, sino que est¨¢ transformando las entidades cl¨¢sicas: los l¨ªmites del cuerpo, el concepto de propiedad y el entendimiento de la mente. Este terreno f¨¦rtil y movedizo entre lo real y lo virtual es el objeto del s¨¦ptimo Congreso Internacional de Ontolog¨ªa, que se abre al p¨²blico de hoy al viernes en el Chillida-leku de San Sebasti¨¢n.
La reuni¨®n, organizada por Javier Echeverr¨ªa y V¨ªctor G¨®mez Pin, se ha ganado un prestigio internacional que este a?o, y pese a no pagar un c¨¦ntimo a los ponentes, le permite contar con la presidencia de honor de John Searle, tal vez el fil¨®sofo vivo m¨¢s renombrado del mundo y un pensador muy influyente entre los cient¨ªficos cognitivos norteamericanos.
La 'habitaci¨®n china'
Searle (Denver, 1932) ha hecho muchas contribuciones relevantes a la filosof¨ªa del lenguaje y de la consciencia, pero uno de sus experimentos mentales se ha convertido en un cap¨ªtulo obligado en cualquier libro de ling¨¹¨ªstica o neurobiolog¨ªa. Es la habitaci¨®n china: una persona est¨¢ encerrada en una habitaci¨®n, y de vez en cuando recibe por debajo de la puerta un ideograma chino. No sabe chino, pero ha sido adiestrada para clasificar los ideogramas seg¨²n alg¨²n criterio, como "ser un verbo", y devolver por debajo de la puerta el resultado de su an¨¢lisis sint¨¢ctico. Searle pretende demostrar que los ordenadores -que funcionan como su habitaci¨®n china- no poseen nada parecido a un entendimiento del lenguaje. Pueden ser adiestrados para procesar textos en chino, pero no saben chino.
Buena parte de la investigaci¨®n actual en ciencias de la computaci¨®n se puede entender como un intento de refutar esta habitaci¨®n china -dise?ando programas que aprenden a leer en alg¨²n sentido no trivial-, y los neurocient¨ªficos persiguen un objetivo similar desde el lado opuesto: porque cada pedazo de nuestro cerebro funciona como la habitaci¨®n china, pero el cerebro en conjunto s¨ª entiende el mensaje, como es obvio. Francis Crick, el recientemente fallecido codescubridor de la doble h¨¦lice del ADN, coment¨® poco antes de morir: "Lo que significa la habitaci¨®n china de Searle es que, si tienes un sistema que s¨®lo puede manejar la sintaxis, entonces no puede manejar la sem¨¢ntica. Dicho esto, dicho todo". Pero no todo est¨¢ dicho, y todas estas cuestiones candentes, y muchas m¨¢s relacionadas con la inteligencia artificial, la rob¨®tica y la nueva sociedad en red que ha creado Internet, ser¨¢n discutidas a fondo por decenas de conferenciantes de primera l¨ªnea.
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