Vicios alimentarios
El organismo humano ha tenido que sobrevivir durante milenios en condiciones de escasez y su gen¨¦tica se ha adaptado a la necesidad de almacenar energ¨ªa para momentos de carencia. Todav¨ªa hay una parte de la humanidad que pasa hambre; 17.000 ni?os mueren cada d¨ªa por desnutrici¨®n. Pero en apenas unas d¨¦cadas, una gran parte de la poblaci¨®n mundial ha pasado a vivir en condiciones de sobreabundancia alimentaria. No s¨®lo tiene al alcance mucho m¨¢s de lo que necesita, sino que constantemente se le incita a consumir m¨¢s, y adem¨¢s productos sobrados de az¨²cares y grasas, que son m¨¢s apetecibles y menos saludables. A ello hay que a?adir un modelo de producci¨®n que hace que cada vez m¨¢s gente se desplace en coche y realice trabajos sedentarios sin ning¨²n esfuerzo f¨ªsico.
El resultado es la quiebra del balance energ¨¦tico en grupos masivos de poblaci¨®n, lo cual tendr¨¢ repercusiones tambi¨¦n masivas sobre las condiciones de salud. El congreso mundial sobre nutrici¨®n celebrado en Barcelona ha mostrado algunos de los efectos adversos de estos cambios. Que el 14% de la poblaci¨®n infantil sea ya obesa en Espa?a es muy preocupante. El cambio de h¨¢bitos en la familia, el creciente recurso a la comida preparada o el abuso de la boller¨ªa industrial son una parte del problema. La otra es la pasividad. Muchos ni?os, especialmente en las ciudades, llevan ahora una vida tan sedentaria como las de sus padres. Por eso, la OMS, adem¨¢s de promover una dieta equilibrada y variada, con cinco comidas al d¨ªa y abundancia de frutas y verduras, insiste en la necesidad de hacer ejercicio f¨ªsico.
Est¨¢ claro que hay que incidir sobre los h¨¢bitos alimenticios para preservar la salud. Pero tambi¨¦n habr¨¢ que intervenir sobre otros factores que los ciudadanos no pueden controlar y son igualmente perjudiciales, como por ejemplo el contenido de grasas hidrogenadas que, por razones meramente industriales, acompa?an ahora a muchos alimentos. El uso de las grasas vegetales se plante¨® como una alternativa a las de origen animal, pero el tratamiento industrial que reciben las convierte en m¨¢s da?inas incluso. Nueva York ha dado el primer paso para reducir dr¨¢sticamente este tipo de grasas vegetales. Una vez alcanzada la evidencia cient¨ªfica, las autoridades sanitarias est¨¢n obligadas a actuar para evitar que la salud pueda da?arse tambi¨¦n por omisi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.