Desconocidos devoradores de microbios
Nuestro sistema inmunol¨®gico podr¨ªa contar con unos hasta ahora desconocidos agentes secretos en su lucha contra las enfermedades. Son los linfocitos B, c¨¦lulas especializadas en la creaci¨®n de anticuerpos que, seg¨²n se acaba de descubrir, tambi¨¦n son implacables devoradoras de microbios y agentes pat¨®genos en peces y anfibios. El bi¨®logo espa?ol J. Oriol Sunyer, al frente de un equipo de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), ha demostrado que en los vertebrados inferiores los linfocitos B tienen capacidad fagoc¨ªtica y cree que el hallazgo "puede conducir a descubrir funciones importantes de estas c¨¦lulas en humanos, que sirvan para desarrollar nuevos f¨¢rmacos y terapias". Su investigaci¨®n ocupa la portada de octubre de la revista Nature Immunology.
Se ha encontrado una subpoblaci¨®n peque?a de c¨¦lulas B en ratones que pueden fagocitar
Hasta ahora se pensaba que los linfocitos B de los peces no eran c¨¦lulas fagoc¨ªticas, una concepci¨®n derivada de haber extrapolado a estos vertebrados caracter¨ªsticas observadas en el sistema inmunitario de los mam¨ªferos. "El hallazgo es un cambio de paradigma en la inmunolog¨ªa, al menos en vertebrados inferiores", sostiene Sunyer, que lleva 13 a?os trabajando en Estados Unidos. Sus resultados indicar¨ªan que todos los linfocitos B son descendientes de primitivas c¨¦lulas fagoc¨ªticas de organismos invertebrados aparecidos hace unos mil millones de a?os. En el caso de los peces -los primeros vertebrados de nuestro planeta, que surgieron hace 400 millones de a?os- se ha mantenido este rasgo primitivo, mientras que en los mam¨ªferos acab¨® por perderse. Ello se debi¨® a una progresiva divisi¨®n del trabajo entre los componentes del sistema inmunitario: durante la evoluci¨®n humana, los linfocitos B se convirtieron en especialistas en generar anticuerpos, mientras que el trabajo de ingerir enemigos se traslad¨® a las c¨¦lulas macr¨®fagas.
En el trabajo ahora publicado, en el que ha colaborado Llu¨ªs Tort, de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, se estudiaron c¨¦lulas correspondientes a dos peces tele¨®steos, la trucha arco iris y el pez gato del canal (Ictalurus puntactus), y a un anfibio, el sapo Xenopus laevis. Las positivas conclusiones han hecho que sus responsables ampl¨ªen las pruebas a ratones: "Recientemente hemos encontrado una subpoblaci¨®n peque?a de c¨¦lulas B de ratones, no descrita anteriormente, con la capacidad de fagocitar, una observaci¨®n que nos permite pensar en nuevas funciones en el sistema inmunol¨®gico en mam¨ªferos", explica Sunyer.
Al contrario que a los humanos, a los peces les ha resultado ¨²til seguir eliminando pat¨®genos como lo hac¨ªan sus antepasados: "Viven en medios acu¨¢ticos donde la concentraci¨®n microbiana es mucho mayor que en el aire y, al respirar a trav¨¦s de las branquias, est¨¢n continuamente en contacto con una cantidad brutal de microbios", comenta el investigador espa?ol. Los linfocitos constituyen una de sus armas de defensa m¨¢s importantes.
Es sabido que, en los mam¨ªferos, las c¨¦lulas de linfocitos B afectadas por el c¨¢ncer pueden transformarse en fagoc¨ªticas, aunque a¨²n se desconocen las consecuencias para la biolog¨ªa del tumor. Por ello, Sunyer cree: "Es probable que algunos de los genes que inducen a c¨¦lulas tumorales de linfocitos B a transformarse en fagoc¨ªticas sean los mismos que activan la capacidad de fagocitar en los linfocitos B de peces". As¨ª, "la identificaci¨®n de estos genes en peces podr¨ªa ayudar a encontrar en humanos poblaciones de linfocitos B con propensi¨®n a desarrollar tumores, o procesos tumorales tempranos de linfomas B".
A m¨¢s corto plazo, las cualidades devoradoras de los linfocitos B van a ser muy ¨²tiles para producir mejores vacunas para los peces, hasta ahora basadas en propiedades del sistema inmunol¨®gico de mam¨ªferos.
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