El estigma social del VIH

Descartados de las ofertas de empleo, rechazados por bancos y cajas de ahorro a la hora de solicitar un cr¨¦dito o una hipoteca, apartados de la posibilidad de ser padres mediante la reproducci¨®n asistida p¨²blica, rodeados de prejuiciosos, miedosos y desinformados y con un ¨²nico ingreso de una pensi¨®n no contributiva que va de los 301 a los 452 euros mensuales. Las asociaciones que trabajan con personas que viven con el VIH (unos 150.000 en Espa?a) y con enfermos de sida (alrededor de 40.000) reclaman un cambio de este ambiente hostil que la Administraci¨®n y la sociedad generan alrededor de un colectivo que ha empezado a tener una esperanza de vida cercana a la normalidad (aunque todav¨ªa fallecen unos 1.500 al a?o por esta causa).

La Administraci¨®n admite que se ha bajado la guardia ante la enfermedad

Como reconoci¨® ayer en Tenerife durante su discurso de despedida la actual presidenta de la Coordinadora Estatal de VIH/Sida (Cesida), Mar¨ªa Jos¨¦ Fuster, los retrovirales les han permitido sumar a?os a la vida, pero la sociedad se resiste a darle vida a esos a?os. Al menos unos 18.000 enfermos del sida cobran menos de 453 euros al mes, seg¨²n estiman los responsables de la coordinadora, fundada hace cuatro a?os y que ya agrupa a m¨¢s de 90 organizaciones de todo el pa¨ªs. Uno de los primeros retos de Cesida est¨¢ en equiparar esa pensi¨®n m¨ªnima con los casi 600 del salario m¨ªnimo interprofesional, y facilitar el acceso laboral de los enfermos de sida, en palabras del nuevo presidente, Santiago P¨¦rez Avil¨¦s. ?ste marca entre sus compromisos extender la cultura de la prevenci¨®n y generalizar los tratamientos farmacol¨®gicos en Latinoam¨¦rica y ?frica.

"Hasta ahora hemos asumido el trabajo de la Administraci¨®n en la atenci¨®n psicol¨®gica, asesoramiento y casas de acogida para enfermos terminales", dijo Fuster. "Desde los a?os noventa, el VIH no ha sido una prioridad en la agenda pol¨ªtica; las ONG no somos la beneficencia de los afectados, sino las garantes de sus derechos", puntualiz¨®. Tanto ella como P¨¦rez Avil¨¦s insisten en que el virus no ha parado de extenderse por todo el planeta. "El VIH fue actualidad cuando la gente se mor¨ªa; entonces se lanzaron mensajes inadecuados basados en el miedo; los nuevos f¨¢rmacos redujeron la mortalidad, el impacto social y medi¨¢tico qued¨® amortiguado y la sociedad ha quedado anestesiada", dice Fuster, quien alerta de que, al haber bajado la guardia, "se han disparado los nuevos casos", en especial entre j¨®venes desde los 15 a?os por pr¨¢cticas heterosexuales sin protecci¨®n. Ellos "conf¨ªan m¨¢s en la p¨ªldora poscoital que en el uso del preservativo", concluye.

Una consecuencia de esta despreocupaci¨®n ante el VIH es que el 40,7% de los diagn¨®sticos de sida del ¨²ltimo a?o desconoc¨ªa que ten¨ªa el virus que lo causa, y que este porcentaje llega al 60% entre quienes se infectaron por mantener relaciones sexuales de riesgo, indic¨® la nueva secretaria del Plan Nacional sobre el Sida, Mar¨ªa del Val D¨ªez, en la que ha sido su primera intervenci¨®n p¨²blica desde su nombramiento el 1 de septiembre.

D¨ªez, reconoci¨® que la relajaci¨®n tambi¨¦n alcanza a la Administraci¨®n y describi¨® una situaci¨®n "donde parece que esto ya est¨¢ controlado", cuando "la realidad demuestra que bajan los casos de sida, pero aumentan las infecciones de VIH". "El sexo forma parte de nuestra vida cotidiana y los pol¨ªticos no debemos dar la espalda a esta realidad, sino desmitificarlo; entender que much¨ªsima gente tiene varias parejas sexuales a lo largo de su vida y que las posibilidades de contraer el virus son muy altas si se practica sin protecci¨®n", dijo D¨ªez en su primera intervenci¨®n p¨²blica tras su nombramiento. La nueva responsable de la lucha contra la enfermedad se mostr¨® partidaria de que los padres se preocupen por proteger a sus hijos no s¨®lo de los embarazos, sino de las enfermedades de transmisi¨®n sexual y del VIH, y se mostr¨® partidaria de que esa informaci¨®n de padres a hijos se produzca "antes de que estos ¨²ltimos tengan sus primeras experiencias sexuales".

Para los ya infectados, D¨ªez se comprometi¨® a mantener reuniones con representantes de la banca para hacerles entender "que no perder¨¢n su dinero si conceden un cr¨¦dito a un enfermo de sida" y a promover programas de informaci¨®n en el sistema educativo.